SANTO DOMINGO, República Dominicana.- La compañía farmacéutica Almirall aseguró que la Oficina gubernamental sobre Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó el antibiótico Seysara (sareciclina), un innovador oral derivado de tetraciclina de espectro reducido, para el tratamiento de las lesiones inflamatorias del acné vulgaris moderado o grave.

Se trata de un antibiótico oral apto para pacientes a partir de los 9 años, con propiedades antiinflamatorias que el afectado podrá administrárselo una vez al día, pese a que el acné no se lo define como una enfermedad infecciosa, porque es causada por una bacteria que vive “inofensivamente” en la piel.

La farmacéutica Almirall  aseguró que en las pruebas de rigor su producto demostró una reducción significativa de las lesiones inflamatorias producidas por la bacteria, incluso a las tres semanas desde el inicio del tratamiento y que, en general, fue seguro y bien tolerado.

“Estamos orgullosos de haber obtenido la aprobación de la FDA para Seysara, que ofrecerá una nueva opción de tratamiento para los muchos pacientes con necesidades graves no cubiertas”. EEUU es “el mercado dermatológico más grande del mundo, donde esperamos un pico de ventas con Seysara de 150 a 200 millones de dólares”, declaró Peter Guenter, Chief Executive Officer de Almirall.

¿Qué es el acné?

El acné se produce cuando las glándulas de la piel producen demasiado aceite y grasa bloqueando los folículos pilosos junto con las células muertas de la piel. La bacteria que produce ese aceite y esa grasa no se considera como patógena. Es una cepa que vive en la piel sin afectar la salud, lo que no permite considerarla como una enfermedad.

El acné se puede presentar como lesiones no inflamatorias, inflamatorias o como una combinación de ambas, afectando principalmente a la cara, pero también la espalda y el pecho.

Según el Estudio Carga Mundial de Morbilidad (GBD), el acné vulgaris afecta al 85% de adultos jóvenes en edades de 12 a 25 años. Afecta al 80% de los norteamericanos en algún momento de sus vidas; la quinta parte de estos registra acné severo. Esta dolencia puede dar lugar a secuelas permanentes, tanto físicas como psicológicas.

No está claro por qué unas personas son afectadas por la bacteria y otras no, pero los desequilibrios hormonales, el tabaquismo y ciertos medicamentos y cosméticos pueden desencadenar el acné.

En síntesis, la bacteria Cutibacterium acnés (conocida antes como Propionibacterium) puede multiplicarse en los folículos pilosos cuando están bloqueadas por grasas de la piel, y provoca el crecimiento de nódulos, pústulas y quistes mayores.

Terapia inmunosupresora de la Universidad de California

Un estudio de investigadores de la Universidad de California en Estados Unidos divulgado en junio de 2018 https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0022202X18322280 anunció un importante descubrimiento en base a una inmunoterapia que podría eliminar la necesidad del uso de antibióticos.

Esta terapia inmunosupresora podría terminar del todo con el acné, efectivamente una de las dolencias más críticas para los adolescentes y adultos jóvenes.

El grupo de trabajo del investigador principal de esa universidad, Chun-Ming Huang,  logró encontrar la forma de bloquear la bacteria que genera el acné, a través de esta modalidad que utiliza el propio cuerpo para combatir naturalmente los males.

Para Chun-Ming Huang, el fruto de su investigación en base a la inmunoterapia tiene “un impacto potencial enorme para los cientos de millones de personas que sufren de acné”.

"Las opciones de tratamiento actuales a menudo no son efectivas ni tolerables para muchos del 85 por ciento de los adolescentes y más de 40 millones de adultos que solo en los Estados Unidos padecen esta afección”, dijo el científico hace tres meses.

Esta suerte de “vacuna contra el acné consiste en bombardear la bacteria Cutibacterium acné con anticuerpos extraídos del sistema inmune humano. Como efecto principal, se logra bloquear la liberación de toxinas que causan la respuesta inflamatoria en la piel y reducirla exitosamente.

Los estudiosos al mando de Chun-Ming Huang demostraron que eso funciona en ratones y también en muestras de piel humana obtenidas por biopsia.

Una vez que la terapia sea avalada con pruebas clínicas a gran escala en marcha, “el potencial impacto de nuestro hallazgo será enorme para cientos de millones de individuos”, estimó Chun-ming Huang.

Su equipo científico cree que el hecho de encontrar dentro del propio cuerpo humano una manera de combatir el acné podría eliminar, efectivamente, la necesidad del uso de antibióticos. En ese sentido, según detalló el científico principal, fue importante hallar un antígeno que no deteriora el equilibrio microbiano en la piel.