TEGUCIGALPA, Honduras (EFE).- El expresidente de Honduras Manuel Zelaya regresará mañana, sábado 28 de mayo, a su país para quedarse "por el resto" de su vida, 16 meses después de haberlo abandonado con un salvoconducto hacia la República Dominicana y casi dos años después de su derrocamiento por un golpe militar.

Zelaya, de 58 años, arribará en un vuelo privado al aeropuerto internacional de Toncontín, procedente de Nicaragua y acompañado por el presidente de ese país, Daniel Ortega, y varios exfuncionarios de su derrocado Gobierno, dijeron a Efe dirigentes del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP).

Lo recibirán en una base aérea contigua al aeropuerto civil su familia, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y los cancilleres de Colombia y Venezuela, María Ángela Holguín y Nicolás Maduro, respectivamente.

Posteriormente, Zelaya asistirá a un acto de masas organizado por el FNRP, del que es coordinador general, en una plaza cercana a Toncontín.

La plaza lleva el nombre de "Isy Obed Murillo", en homenaje a un joven seguidor del exgobernante que murió por un disparo, supuestamente de un militar, el 5 de julio de 2009, cuando Zelaya intentó sin éxito aterrizar en su país en un avión venezolano.

La OEA convocó una Asamblea Extraordinaria para el próximo 1 de junio para debatir el reingreso de Honduras

El director de Aeronáutica Civil, Manuel Cáceres, aseguró que mañana las operaciones en Toncontín continuarán "con normalidad" pese a que se espera que haya "bastante gente" cerca del terminal aéreo.

Por otra parte, tanto el director de la Policía Nacional, José Luis Muñoz, como el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, general René Osorio, reafirmaron en declaraciones por separado que se brindará toda la seguridad necesaria al expresidente tanto a su arribo como durante su permanencia en Honduras.

Zelaya abandonó Honduras junto al presidente dominicano, Leonel Fernández, el 27 de enero de 2010, el mismo día en que Porfirio Lobo, del Partido Nacional, asumió la Presidencia del país y le firmó el salvoconducto para que viajara a la isla caribeña.

Así concluyó el encierro en el que permaneció desde el 21 de septiembre de 2009 en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugió tras ingresar clandestinamente a Honduras.

Zelaya había sido expulsado de su país hacia Costa Rica tras su derrocamiento el 28 de junio de 2009, cuando promovía una consulta popular para reformar la Constitución pese a tener impedimentos legales para ello.

Desde la República Dominicana, donde estuvo en condición de "huésped distinguido", Zelaya visitó varios países latinoamericanos, la OEA y la ONU para exigir su restitución, pero no logró su objetivo a pesar de las fuertes presiones internacionales sobre el Gobierno de facto que asumió durante siete meses Roberto Micheletti.

Micheletti era el presidente del Congreso Nacional, poder que lo designó como gobernante el mismo día del derrocamiento de Zelaya en razón de un artículo de la Carta Magna que establece un orden de precedencia en el ejercicio del Poder Ejecutivo.

El regreso mañana del exgobernante se concretará gracias al acuerdo que él firmó con Lobo el domingo pasado en la ciudad colombiana de Cartagena, fruto de la mediación de los presidentes de Colombia, Juan Manuel Santos, y Venezuela, Hugo Chávez.

El Acuerdo de Cartagena también allanó el camino para que Honduras se reintegre a la OEA, que suspendió al país porque no se restituyó a Zelaya, y otros organismos regionales de donde había sido apartado como el Sistema de Integración Centroamericano (SICA).

La OEA convocó una Asamblea Extraordinaria para el próximo 1 de junio para debatir el reingreso de Honduras.

La firma del Acuerdo de Cartagena fue facilitada por la anulación, el pasado día 2 por una Corte de Apelaciones, de los dos procesos por corrupción que el Ministerio Público había incoado contra Zelaya, resolución que varios países demandaban para apoyar el retorno de Honduras a la OEA. EFE