El empresario Víctor Castro, candidato a senador de la provincia Santo Domingo, advirtió que uno de los peores daños que se le puede hacer a la democracia y a la institucionalidad es que el Congreso Nacional esté controlado por el mismo partido que gobierna.
Castro, aspirante a senador por la Alianza por la Democracia (APD) y la coalición de organizaciones política que apoya la candidatura presidencial de Minou Tavárez Mirabal, atribuyó al Partido de la Liberación Dominicana (PLD) la farsa de que la gobernabilidad se garantiza cuando en las cámaras legislativas prevalece el color de la organización política gobernante.
Definió esa teoría como una verdadera estafa a la democracia que sólo han conseguido convertir al Congreso en un sello gomígrafo, que aprueba todas las iniciativas del Ejecutivo sin cuestionamientos, aunque afecten a los ciudadanos que los mismos legisladores representan.
Víctor Castro manifestó que la falta de contraste político y de pensamiento entre el Poder Ejecutivo y la mayoría de los componentes del Senado y la Cámara de Diputados “ha hecho del Congreso una instancia anodina, casi cercana a un circo con un superávit de payasos”.
El candidato a senador indicó que las voces disidentes en las cámaras legislativas, que son minoría, sufren el avasallamiento del todopoderoso PLD y del gobierno para hacerse aprobar proyectos que son trajes a la medida, sin cuestionamientos, sin debates ni interpelaciones ni fiscalización.
Sostuvo que el Congreso ha perdido su esencia, pero indicó que el país tiene la oportunidad el 15 de mayo de llevarlo otra vez a su cauce, para que funcione como una verdadera instancia que represente a los ciudadanos, votando por los candidatos realmente progresistas.
Castro, expresidente de la Asociación de Empresas Industriales de Herrera y Provincia Santo Domingo (AEIH), dijo que tiene como apuesta la creación de marcos legales que permitan la independencia económica de los ciudadanos, transformando las limosnas populistas del Gobierno en fuentes financieras que generen empresas familiares.
Dijo que a los políticos clientelistas, que nada tienen que ofrecer al país, les conviene mantener la lógica de regalar pescados y no enseñar a pescar, para mantener cautivos a los votantes con su pobreza estructural prolongada.