SANTO DOMINGO, República Dominicana.-La versión digital de The Economist publica hoy, 19 de agosto, un reportaje dedicado al presidente dominicano Danilo Medina, con motivo de arribar a su segundo año de gobierno.

El trabajo aparece firmado por las iniciales J.B.

A continuación ofrecemos una versión de traducción libre de Iván Pérez Carrión.

Un presidente popular

SANTO DOMINGO.-Para un político que tiene ya dos años en su mandato, el presidente Danilo Medina de la República Dominicana es envidiablemente popular. Sus índices de aprobación están por las nubes; llegaron alrededor del 90% en una encuesta, un nivel generalmente asociado con los dictadores más que con los demócratas. Latinobarómetro, una firma de investigación, lo ubica como el líder más popular en América Latina.

Gran parte de su popularidad se debe a su imagen de un líder que tiene los pies sobre la tierra, que viaja por todo el país para realizar visitas sorpresivas, en las cuales promete el apoyo financiero que ofrece actualmente. Una promesa de campaña de aumentar el gasto en educación al 4% del PIB se está aplicando; también gana elogios por su defensa de una campaña de alfabetización.

Una débil y rebelde oposición lo ayuda. Y obtuvo una alta calificación al nivel internacional por la creación de una vía hacia la ciudadanía de algunas personas de ascendencia haitiana, tras un fallo judicial que amenazaba con dejarlos apátridas.

Incluso a los economistas parece gustarle. “Su mayor logro [es] la consolidación fiscal masiva sin sacrificar el crecimiento”, dice Franco Uccelli, de JP Morgan, un banco de inversión. El déficit del gobierno central se redujo del 6.8% del PIB en 2012 al 2.6% en 2013, y se espera que termine alrededor de ese nivel en 2014. El crecimiento real del PIB aumentó del 3.9% en 2012 al 4.1% en 2013 y es probable que cierre 2014 en torno al 5%, gracias en gran parte al turismo, las remesas y las exportaciones mineras.

“Su mayor logro [es] la consolidación fiscal masiva sin sacrificar el crecimiento”, dice Franco Uccelli, de JP Morgan, un banco de inversión. El déficit del gobierno central se redujo del 6.8% del PIB en 2012 al 2.6% en 2013, y se espera que termine alrededor de ese nivel en 2014

Sin embargo, el expediente de Medina en muchos temas está lejos de ser perfecto. La República Dominicana tiene los mismos problemas de energía que en existen otras partes del Caribe. Esto provoca frecuentes cortes de energía que los expertos atribuyen a la insuficiente inversión y al robo rampante de la electricidad.

Laura Peña Izquierdo, presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (ANJE), ve la escasez de electricidad del país como el mayor fracaso de Medina. El problema da lugar a los altos costos de las empresas y la industria, dice, disminuyendo su competitividad con sus pares de otros países. “El fracaso más grande de Medina [es] el muy escaso avance para mejorar la situación financiera del sector eléctrico, con subsidios que aun están alrededor del 2% del PIB”, dice Uccelli.

La delincuencia también sigue siendo un problema grave. A pesar de la promesa del Presidente de crear “una policía nueva” cuando asumió el cargo en agosto de 2012, las fuerzas policiales continúan estando plagadas por la corrupción y la ineficiencia. “Se han aplicado varios planes, pero ninguno ataca las raíces del problema y la percepción de inseguridad generalizada continúa, como lo hacen los reiterados problemas en el sistema judicial", dijo Adriano M. Tejada, director de Diario Libre, el periódico más leído en la República Dominicana.

Medina no puede postularse para la reelección, y la campaña para sucederle ya comenzó. Eso pudiera disuadirlo de tomar alguna decisión impopular por miedo a afectar a su propio Partido de la Liberación Dominicana. “El Gobierno tendrá que vivir de sus éxitos iniciales, pues contará con poco margen de maniobra en sus dos últimos años”, dice Tejada. Por otra parte, ¿para qué sirve el todo ese capital político si no lo usas?