La supuesta corrupción administrativa y la inseguridad ciudadana dominaron la noche de este lunes las exposiciones de los candidatos opositores a la Presidencia dominicana, al protagonizar el primer debate presidencial en la historia democrática local, con la ausencia del gobernante y aspirante a la reelección, Danilo Medina.
La no participación del jefe de Estado, quien no respondió a la invitación de los organizadores, fue resaltada en más de una ocasión por el candidato presidencial del minoritario Partido Revolucionario Social Demócrata (PRSD), Hatuey De Camps, quien prácticamente dio por descontado que Medina resultará reelegido en las elecciones generales del 15 de mayo venidero.
"Faltó el candidato con quien debíamos debatir. Lo que ha habido hoy aquí es la oferta de los candidatos; muchas palabras (…) no fue posible la unidad de la oposición como única forma de sacar al PLD (el oficialista Partido de la LiberaciónDominicana) del poder", se lamentó el expresidente de la Cámara de Diputados dominicana, quien llamó "maldita" a la reelección.
El debate televisivo, en el que no hubo discusiones pero sí muchos puntos coincidentes, enfiló sus cañones contra el Gobierno.
Los candidatos más conservadores, Elías Wessin Chávez y Pelegrin Castillo, atacaron a la Embajada de Estados Unidos en el país, acusada por los candidatos más derechistas y por las iglesias de apoyar el aborto y a los homosexuales.
"No es con un muro como resolveremos el problema de la inmigración irregular; es con políticas de respeto a las leyes migratorias, de combate a la corrupción que se practica en esa frontera", exclamó la hija de la heroína local, Minerva Mirabal. Este fue uno de los pocos asuntos en que hubo críticas de un candidato a otro en una jornada que se tornó aburrida.
"Hay una amenaza latente contra la familia dominicana. Dios creó a Adán y Eva. A un hombre y a una mujer. Hay una agenda que quiere trastocar la Constitución dominicana que establece claramente cuál es la familia original; somos defensores del matrimonio heterosexual, y el querer deteriorar la familia original es igual a una célula cancerosa", expuso el candidato presidencial del Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), Elías Wessin Chávez.
Wessin Chávez, cristiano evangélico, afirmó que su organización está en contra del aborto y de la educación sexual liberal, en alusión a las acciones que en favor de la comunidad LGBT local ha emprendido el embajador de Washington en Santo Domingo, James Brewster, quien es abiertamente homosexual.
Mientras, el candidato del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, que de acuerdo con las encuestas escolta a Medina en el favor del electorado, atacó una y otra vez la supuesta corrupción en el Gobierno, reiteró sus propuestas de aumentar hasta los 500 dólares el salario mensual de policías y militares, y fortalecer las leyes migratorias para reducir la inmigración haitiana.
"Dominicano, está en ti cambiar el destino del país. Con tu voto podemos cambiar la delincuencia por seguridad; los hospitales sin medicina por una efectiva seguridad social, y cambiar la corrupción por honestidad", expuso el político.
A juicio de Luis Abinader, en el país existe "hipercorrupción" y una Justicia al servicio del Poder Ejecutivo. "Desde el Gobierno no existe la mínima intención de controlar la corrupción. Favorecemos el surgimiento de un Ministerio Público y un procurador fiscal independientes", afirmó.
Abinader, economista de profesión, se mostró contrario a la creación de nuevos impuestos como, aseguró, intenta hacer el Gobierno. Afirmó que, en caso de llegar al poder, dispondría del 5 % del PIB para el sector salud, para dotar de seguro médico a todos los ciudadanos.
Guillermo Moreno, del partido Alianza Paíz (AlPaís), se mostró partidario de establecer una política impositiva para que los que más tienen sean los que más aporten, y consideró "inaceptable" que se aplique el 18 % de impuestos a productos de la canasta familiar.
Asimismo, condenó el impuesto del 1,5 % de anticipo de las ganancias que se aplica a las empresas y atacó el "clientelismo y la corrupción" del Gobierno.
En similares términos se expresó la candidata presidencial del partido Alianza por la Democracia, la diputada Minou Tavárez Mirabal, quien calificó de "amañadas" las licitaciones de compras pública que se realizan en el país.
Tavárez Mirabal, que hace dos años renunció del PLD, se mostró contraria a la construcción de un muro en la frontera con Haití, como propuso el candidato de la Fuerza Nacional Progresista (FNP), Pelegrín Castillo.
"No es con un muro como resolveremos el problema de la inmigración irregular; es con políticas de respeto a las leyes migratorias, de combate a la corrupción que se practica en esa frontera", exclamó la hija de la heroína local, Minerva Mirabal. Este fue uno de los pocos asuntos en que hubo críticas de un candidato a otro en una jornada que se tornó aburrida.
Castillo, por su lado, apeló al humorista mexicano Cantinflas para referir que los dominicanos tienen el problema de no saber cuál es el problema.
"El país sufrió un 'golpe de Estado' (en alusión a la reintroducción de la reelección) a las instituciones. Aquí hay agendas de genuflexión, entreguismo. El pueblo tiene que terminar con esto. Somos la opción para levantar la soberanía nacional", expuso el exdiputado y exministro de Energía y Minas.
La candidata presidencial del Partido de la Unidad Nacional (PUN), Soraya Aquino, reclamó el respaldo de los votantes creyentes en Dios, para acabar con los niveles de supuestos despilfarros del Gobierno.
"En un Gobierno de nosotros, el que se robe el dinero será castigado por Dios y por las leyes", dijo Aquino, quien prometió incrementar la producción agropecuaria, sanear las finanzas públicas, y emplear a los reservistas y policías municipales para combatir la delincuencia común.
En las elecciones del 15 de mayo venidero, más de seis millones de personas podrá elegir a unos 4.000 cargos públicos, incluyendo la Presidencia y Vicepresidencia del país, y la totalidad de los legisladores, alcaldes y concejales. EFE