Sao Paulo, Brasil (EFE).- El presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, anunció que "estudiará" con su equipo la posibilidad de poner fin a la Justicia del Trabajo, ya que considera que hay un "exceso de derechos" para los trabajadores brasileños y que los encargos laborales "molestan a todos".

"Cuando uno piensa en producir alguna cosa, cuando ve la cuestión de los encargos laborales, que molestan a todos en Brasil, esa persona desiste de emprender", declaró Bolsonaro en una entrevista a la cadena televisiva SBT.

En la primera entrevista concedida desde su investidura, el pasado día 1, Bolsonaro expresó que "estudia" e incluso podría hacer "una propuesta" para la extinción de la Justicia del Trabajo, pues, a juicio del presidente, ella está "politizada".

"Si nunca tuvimos socialismo en Brasil fue gracias a las Fuerzas Armadas, hay que agradecerlas", dijo el presidente en alusión al golpe de Estado llevado a cabo en 1964 y que dio inicio a la dictadura militar que gobernó Brasil hasta 1985.

"¿Qué país del mundo tiene (Justicia del Trabajo)? Ya tenemos la Justicia común. Si (un trabajador) entra en la Justicia y pierde, tiene que pagar", manifestó.

"Mira Estados Unidos. Allí casi no hay derechos laborales. No sirve de nada tener derechos si no hay trabajo", razonó Bolsonaro.

Durante la transición de Gobiernos, Bolsonaro confirmó la extinción del Ministerio de Trabajo, creado en 1930 y cuyas funciones serán "redistribuidas" entre las nuevas carteras de Justicia y Economía.

En la entrevista, el mandatario también anticipó que pretende enviar al Congreso una propuesta de la reforma del sistema de pensiones que establece una edad mínima para las jubilaciones de 62 años para los hombres y 57 años para la mujeres, frente a los 60 y 55 años, respectivamente, de la legislación actual.

La reforma del sistema de pensiones es uno de los pilares del equipo económico del nuevo Gobierno, que la calificó también como el "principal desafío" de la nueva gestión.

Bolsonaro agregó que pretende "aprovechar" parte de la reforma propuesta por su antecesor, Michel Temer, pero con la "revisión" de algunos puntos y que lleve en cuenta las particularidades de cada región de Brasil.

"No es una reforma que da un número para todo el mundo. Habrá una diferencia para facilitar la aprobación (en el Congreso) y para que no se haga ninguna injusticia con quienes tienen una expectativa de vida mejor", como es el caso del Nordeste, subrayó el presidente.

Asimismo, Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985) y quien prometió liberar a Brasil "del socialismo, de la inversión de valores y de lo políticamente correcto", destacó que el país siempre estuvo "bajo el riesgo del socialismo" y que "muchos" deseaban "un régimen similar al de Cuba o al de Venezuela".

"Si nunca tuvimos socialismo en Brasil fue gracias a las Fuerzas Armadas, hay que agradecerlas", dijo el presidente en alusión al golpe de Estado llevado a cabo en 1964 y que dio inicio a la dictadura militar que gobernó Brasil hasta 1985. EFE