Montevideo (EFE).- El general retirado Pedro Barneix, uno de los acusados por el asesinato en 1974 del comerciante Aldo Perrini durante la dictadura uruguaya (1973-1985) se quitó la vida este martes cuando la policía llegó a su domicilio de Montevideo para detenerle por decisión judicial, informaron a Efe fuentes oficiales.
Perrini fue arrestado el 26 de febrero de 1974 por personal militar y trasladado al Batallón de Infantería Número 4 de Colonia (suroeste), donde falleció el 4 de marzo de 1974 después de ser torturado.
De la investigación judicial surgió que Barneix participó en los interrogatorios cuando Perrini fue asesinado.
Según informó a Efe el abogado de la familia del comerciante, Óscar López Goldaracena, se decretó el procesamiento con prisión por "homicidio político crimen de lesa humanidad de los dos indagados en el caso de Perrini", entre ellos Barneix.
Asimismo, cuando personal policial se presentó en su casa para detenerle, el exgeneral se retiró a otra instancia del inmueble y se disparó con un arma de fuego.
Por esta causa compareció durante los últimos cinco años, en la que se había pedido su procesamiento judicial con prisión, pero se interpusieron varios recursos y el caso llegó hasta la Suprema Corte de Justicia (SCJ).
La última instancia judicial en la que participó el exgeneral fue hace una semana, cuando compareció en una audiencia previa luego de la cual el juez dictó la resolución de hoy.
El pasado julio, la Justicia uruguaya rechazó el recurso de casación presentado en el marco de la investigación por la muerte de Perrini al determinar que el delito no había prescrito, tal y como argumentaba la defensa de Barneix.
La denuncia del asesinato de Perrini, un hombre de izquierda sin vínculos con grupos subversivos, fue presentada por uno de sus hijos el 11 de noviembre de 2010, unos días después de que la SCJ de Uruguay declarara inconstitucional la aplicación de la denominada "ley de caducidad" para este caso, si bien esta norma sigue vigente en la legislación del país desde 1986.
Con la llegada de la izquierda al gobierno, en 2005, la justicia recibió luz verde para investigar las violaciones a los derechos humanos durante la dictadura y varios militares retirados, entre ellos el exdictador Gregorio Álvarez, fueron procesados y encarcelados.
Precisamente en mayo de ese año Barneix y como jefe de la Dirección Nacional de Inteligencia del Estado (DINACIE), fue uno de los seleccionados para desarrollar una investigación interna para dar con el paradero de restos de detenidos-desaparecidos durante la dictadura.
Así, dos meses después fue citado como testigo por el juez que dirigió en Uruguay el caso del asesinato del químico y ex agente secreto chileno Eugenio Berríos, que fue hallado muerto en Uruguay en 1995.
"El desenlace que me imaginaba es que se procesara con prisión. Pero los suicidios indudablemente impactan. No es la primera vez que un militar en Uruguay cuando es acusado en el momento que le van a detener se suicida", añadió López.
En 2006, el coronel retirado uruguayo Juan Antonio Rodríguez Buratti, investigado por delitos contra los derechos humanos durante la dictadura, se disparó un tiro en la cabeza cuando la policía iba a detenerle y murió poco después. EFE