La crisis financiera que nubla de oscuras perspectivas el panorama económico del Estado Libre Asociado de Puerto Rico es “consecuencia directa” y a la vez un inequívoco reflejo del fracaso del “modelo colonial” que impera en la isla, afirmó el presidente del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), Rubén Berríos.

Berríos resumió en esos términos su visión sobre la dura situación financiera que afronta desde hace años la “Isla del Encanto”, apuntalada por una deuda pública ascendente a unos US$73 mil millones -que se muestra incapaz de saldar- y un déficit presupuestario superior a los 700 millones de dólares.

Indicó que en el escenario actual, derivado del “sistema colonial” estadounidense, Puerto Rico “no tiene ninguno de los recursos ni poderes que le permitan llegar a un tipo de desarrollo económico como el que ha experimentado la República Dominicana, Panamá u otros países” de la región.

“Ese fue un sistema que respondió a la época de la Guerra Fría, y ya Puerto Rico no tiene forma de atraer capital ni de proteger su industria nativa, y su agricultura se cayó”, adujo Berríos en declaraciones al periódico Acento.

Al juzgar la manera en que ha gestionado la crisis el gobernador de la isla, el líder independentista descartó que pueda conducir a una solución sostenible por la propia naturaleza “colonialista” de Alberto García Padilla, del Partido Popular Democrático (PPD), electo en el 2013.

“García Padilla es un colonialista y como tal no ve salida nada más que en un parche inmediato, pero no tiene ningún plan a mediano y largo plazo, y por lo tanto su popularidad en el país es ínfima en este momento”, expresó.

Berríos sostuvo que la crisis actual presagia el fin del “régimen” político y económico colonialista, ya que permitirá que tanto los puertorriqueños como en Washington tomen consciencia de que “está en bancarrota”, y se despeje el camino a la independencia plena de la isla.

“O sea que estamos muy optimistas en cuanto al futuro, aunque ahora el presente inmediato se presenta muy difícil para los puertorriqueños”, dijo el político opositor, entrevistado en el marco de la Asamblea Extraordinaria de la Conferencia Permanente de Partidos Políticos de América Latina y El Caribe (COPPPAL).

Junta Fiscal “profundizaría” la crisis

Rubén Berríos descartó también que la designación de una Junta de Control Fiscal que vele por el manejo de las finanzas públicas, mecanismo que se ha ventilado en el ámbito del Congreso de Estados Unidos, sea una alternativa de solución eficaz.

Consideró, en cambio, que la medida solo beneficiaría a los acreedores estadounidenses, retrotrayendo el “régimen colonial” al nivel de los primeros años de la invasión norteamericana.

“Lo que se está planteando es que acuda Estados Unidos como la persona jurídica que va a garantizar que los bonistas norteamericanos reciban su pago por la deuda actual de PR, pero esa Junta de Control Fiscal lo que en efecto va a ser es reemplazar totalmente el menguadísimo poder colonial que tiene la legislatura y el gobernador” de la isla, apuntó.

Advirtió que de implementarse, la medida profundizaría “sin duda alguna” el impacto significativo que ha tenido la crisis en la población puertorriqueña.

“Ya hay 60, o 70 mil puertorriqueños que se están yendo del país anualmente por virtud de la crisis que comenzó en el 2006, van diez años de depresión en Puerto Rico”, indicó.

Añadió que en los recortes que impondría esta Junta “van a significar una merma de los servicios del pueblo puertorriqueño, aunque definitivamente también va a servir para que se tome plena de la necesidad de finiquitar de una vez y por siempre el régimen” colonial.

Berríos adelantó que la COPPPAL dará a conocer esta semana una resolución que recoge, en términos generales, sus planteamientos sobre la difícil situación de la nación caribeña.