BRASILIA, Brasil.-La presidenta de Brasil y candidata electoral para las elecciones presidenciales de este mes amplió su ventaja en una posible segunda ronda sobre su rival principal, Marina Silva, según muestran dos encuestas recientes.

La líder actual obtendría el 49% de los votos en un enfrentamiento con la candidata del Partido Socialista Marina Silva a finales de octubre, publicó un estudio este martes la encuestadora Datafolha. Silva captaría 41% de los votos probables, con un margen de dos puntos porcentuales de error, según la encuesta.

Otra encuesta realizada por la agencia Ibope revela una carrera mucho más apretada, en la cual Rousseff va ganando la segunda ronda con el 42%, frente al 38% para Silva. Dado el margen de 2 puntos porcentuales, el resultado se considera un empate técnico.

No obstante, el impulso favorece a Rousseff, quien ha ganado terreno por encima de su rival en tres sondeos recientes, incluyendo las de Datafolha e IBOPE, las más amplias y las más seguidas.

La reacción en el campo económico

Los inversores, que han puesto sus esperanzas en la derrota de Rousseff, volvieron a vender acciones el martes, antes de la publicación de la última encuesta.

El índice de referencia Bovespa para las acciones cayó un 0.9% el martes, tras una caída del 4.5% el lunes. La petrolera estatal Petrobras cayó un 2.7% después de una baja de 11% el día anterior. El real, la moneda brasileña, se debilitó un 9% frente al dólar estadounidense en septiembre, cuando Rousseff recuperó el impulso después de descender 10 puntos por detrás de Silva a finales de agosto.

Muchos economistas culpan a las políticas intervencionistas del gobierno de Rousseff de estar alimentando la inflación y por estar contribuyendo a que la mayor economía de América Latina caiga en una recesión este año.

Un administrador de fondos con sede en Sao Paulo, Guilherme Figueiredo, dijo que estaba reduciendo la exposición de sus clientes a las acciones y la moneda brasileña, y que estaba convirtiendo más recursos en efectivo, al menos por el momento, ante el avance de Rousseff en las encuestas.

“Estamos siendo más cautelosos debido a la recuperación de Dilma en las encuestas, y también por un mercado internacional más nervioso”, dijo Figueiredo.

Las expectativas

Después de una arrancada rápida, Silva parece estar perdiendo fuerza mientra se a cerca la primera vuelta de votaciones este domingo. Ascendió en las encuestas sobre la carrera por la presidencia, cuando ocupó el lugar de su compañero de fórmula Eduardo Campos, quien murió en un accidente aéreo el 13 de agosto.

Los electores, hartos de la política tradicional, acudieron a ella en los primeros momentos. Y algo parecido hicieron los inversionistas y hombres de negocios a quienes les atraía su mezcla de ideas favorables al mercado para ponerse dura contra la inflación y reducir el grado de interferencia del Estado en la economía.

Sin embargo, una avalancha de anuncios agresivos en la televisión desarrollado por la campaña de Rousseff le ha pasado factura a Silva, quien hasta ahora, según dicen varias fuentes, no ha sido capaz de responder como corresponde.

Según las leyes electorales únicas de Brasil, Silva tiene sólo una fracción del tiempo en televisión asignado a Rousseff y al candidato que va en tercer lugar, Aecio Neves, en la primera ronda de votación. Silva también se ha negado a asumir una posición negativa en sus propios anuncios de campaña, a pesar del estímulo de sus partidarios para que dé batalla.

Las interrogantes sobre su fortaleza persistieron después que lloró ante un reportero tras una entrevista. Y su campaña ha parecido desorganizada y sin preparación, y en ocasiones, carente de la profundidad y la experiencia del equipo de la señora Rousseff, dice un comentario de The Wall Street Journal.

La encuesta de Datafolha del martes Mostró a Rousseff con un 40% de los votos en la primera ronda de la votación del domingo, seguido por Silva con 25%, y 20% para Neves del Partido de la Socialdemocracia Brasileña. El tercer candidato, quien se muestra favorable al mundo de los negocios, ha ido cerrando la brecha que lo separaba de Silva, al subir del 14% que tenía a principios de septiembre.

En total, 11 candidatos se disputan la presidencia en Brasil este año. La ley electoral del país requiere una segunda vuelta si ningún candidato obtiene más de la mitad de los votos válidos en la primera ronda.

Aún así, la mayoría de los analistas esperan que Silva llegue a la segunda ronda, donde contaría el mismo tiempo de televisión que Rousseff, aunque algunos analistas dicen que eso no sería suficiente.

Los programas sociales adoptados durante el mandato de Rousseff y de su predecesor y mentor político, Luiz Inácio Lula da Silva, han sacado a millones de brasileños de la pobreza. Y mientras la economía se ha estancado, el desempleo se mantiene cerca de mínimos históricos.

“La gente todavía quiere cambios, pero también quieren asegurarse de lo que se ha logrado en los últimos 10 años no se pierda”, dijo João Augusto de Castro Neves, director para América Latina de la firma consultora Eurasia Group, en Washington. “Dilma tiene la maquinaria del gobierno y un partido fuerte con una estructura fuerte”.