MADRID, España (EFE).- El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, que anunció este sábado, 2 de abril, que no se presentará a un tercer mandato en las elecciones generales de 2012, representa la renovación de la imagen del socialismo español, que buscó una mayor modernización del país.
Su llegada a la dirección del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) en el año 2000 fue una sorpresa incluso para muchos de los dirigentes del partido.
Ese año se impuso en unas elecciones internas a José Bono, actual presidente del Congreso de los Diputados y uno de los pesos pesados del partido, con una amplia trayectoria como dirigente regional de Castilla-La Mancha y al que luego hizo ministro de Defensa.
Su llegada al frente del Ejecutivo español tras vencer en las elecciones del 14 de marzo de 2004 fue también una sorpresa, ya que las encuestas vaticinaban la victoria del entonces gubernamental Partido Popular (PP).
Esa victoria de Zapatero estuvo precedida de tres días de conmoción en España por los atentados islamistas del 11 de marzo contra cuatro trenes de cercanías de Madrid, que causaron la muerte a 191 personas y heridas a más de 1.800.
Llegaba a la presidencia del Gobierno de España con 43 años y experiencia política como diputado, aunque sin haber desempeñado cargos de relevancia y lo primero que hizo fue retirar las tropas españolas de Irak.
Para su Gobierno eligió de "número dos" a una mujer, María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta primera, y a Pedro Solbes, como vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, e introdujo la paridad, el mismo número de ministras que ministros.
La paridad en el Gobierno fue el preludio de una serie de medidas de amplia repercusión social adoptadas por su Ejecutivo en la primera legislatura, como la aprobación de la Ley de Igualdad de Género o la que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Esta última, unida a la supresión de la asignatura de religión como materia evaluable de enseñanza obligatoria, le enfrentó a la jerarquía de la Iglesia católica, con la que ha mantenido unas tensas relaciones.
Su segunda victoria, el 9 de marzo de 2008 de nuevo frente al líder conservador Mariano Rajoy, le brindó la oportunidad de acometer lo que él presentó como "la segunda parte de un proyecto de modernización definitiva de España", pero le puso también ante el desafío de manejar una de las más graves crisis económicas que ha vivido el país.
La crisis, traducida en recesión y una enorme destrucción de empleo (4,5 millones de desempleados, el 20 % de la población activa), está marcando el segundo mandato de Zapatero, que el 7 de abril de 2009 remodeló el Gobierno con un cambio trascendental al poner al frente de Economía y Hacienda a Elena Salgado en lugar del veterano Pedro Solbes.
Luego vinieron una serie de medidas anticrisis muy impopulares en las que el líder socialista se vio obligado a suprimir algunas de sus medidas estrella, a rebajar los salarios de los empleados públicos y a aprobar una polémica reforma laboral, que le supuso una convocatoria de huelga general, en septiembre de 2010.
Sus críticos, con el Partido Popular a la cabeza, le acusan de ser un jefe del Gobierno débil, de haber malgastado el tiempo al negar la crisis en sus comienzos y, por tanto, no haber tomado medidas tempranas para frenar sus efectos.
También le culpan de lo que consideran un debilitamiento de la vertebración del Estado español con una postura laxa frente a los nacionalistas y de haber negociado con la organización terrorista ETA en 2006 en un frustrado proceso que acabó con un atentado.
Le reprochan asimismo algunas de sus decisiones en política exterior, como la precipitada retirada de las tropas españolas de Irak, nada más ganar las elecciones de 2004, y las relaciones con la Cuba de los hermanos Castro o la Venezuela de Hugo Chávez.
Nacido en Valladolid, en el centro de España, el 4 de agosto de 1960, pasó la mayor parte de su vida en la vecina León, donde estudió Derecho y conoció a su esposa, Sonsoles Espinosa.
Fue profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de León y se afilió al PSOE en 1979, con 19 años, y en 1986 se convirtió en el diputado español más joven.
Padre de dos chicas, Laura y Alba, guarda con celo su vida privada.
El escritor Juan José Millás escribe hoy en el diario "El País" que Zapatero entró en la política española "como un enigma y se va como un enigma", y recuerda que alguien muy próximo al líder socialista le comentó que consideraba que "a fondo, no lo conoce ni Sonsoles (su esposa)". EFE
La derecha reclama que se adelanten las elecciones para aprovechar descontento que genera la crisis económica
Madrid (EFE).- La "número dos" del principal partido de la oposición en España, el conservador Partido Popular (PP), María Dolores de Cospedal, pidió hoy elecciones anticipadas después de que el presidente del Gobierno y líder socialista anunciara que no optará a la reelección en los comicios generales de 2012.
"Los españoles tienen que decidir ahora. Hemos perdido mucho tiempo", señaló Cospedal.
Según la secretaria general del PP, la situación económica que atraviesa España, con la pérdida de muchos puestos de trabajo, requiere la convocatoria de elecciones anticipadas para que los españoles decidan ahora quien toma las riendas del país.
En el mismo sentido se pronunció el presidente del PP en Andalucía, Javier Arenas, que consideró que José Luis Rodríguez Zapatero debería haber decidido hoy una convocatoria de elecciones generales "cuanto antes".
Cospedal defendió -durante su intervención en un mitin en Valencia- que "los españoles tienen que decidir ahora" porque "el tiempo se escapa y con el muchos puestos de trabajo".
Zapatero, que llegó al poder en 2004, hizo su anuncio ante el Comité Federal del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), máximo órgano de dirección de esa formación política.
Dijo también que agotará la legislatura y que habrá un proceso de elecciones primarias para elegir al próximo candidato de los socialistas en las elecciones del próximo año.
El líder socialista aclaró su futuro después de que algunos dirigentes regionales de su partido le presionaran en las últimas semanas para que despejara las dudas antes de los comicios municipales y autonómicos del 22 de mayo.
Temen ser castigados por el electorado debido al desgaste de Zapatero por la grave crisis económica que vive España. EFE