Washington, 14 feb (EFE/Beatriz Pascual Macías).- Los seis aspirantes a la nominación republicana para las elecciones de noviembre en EE.UU. se enzarzaron hoy en uno de los debates más acalorados de la campaña, marcado por la dureza contra los inmigrantes, tensiones en política exterior y la muerte hoy de un juez del Tribunal Supremo.
Antes de empezar, los precandidatos republicanos guardaron un momento de silencio para honrar al juez Antonin Scalia, fallecido hoy a los 79 años en Texas y cuya muerte abre la batalla para encontrar un sucesor, que debe de ser propuesto por el presidente y aprobado por el Senado.
Entre los contrincantes, el exgobernador Jeb Bush fue el único que defendió que el presidente Barack Obama tiene "todo el derecho" a nombrar a un sustituto, como ya anunció hoy el mandatario que hará antes de dejar la Casa Blanca a pesar de la amenaza de veto de la mayoría de la oposición republicana del Senado.
Los otros cinco precandidatos sobre el escenario urgieron a los republicanos del Senado a bloquear cualquier iniciativa.
"Retraso, retraso, retraso" es lo que pidió a los republicanos de la Cámara Alta el magnate Donald Trump, gran triunfador de las primarias de Nuevo Hampshire y que se asoma como líder a las primarias del 20 de febrero de Carolina del Sur, estado donde se celebró hoy el debate televisado.
El encuentro estuvo marcado por los ataques personales entre los candidatos, centrados especialmente en Trump, pero también lanzados entre los dos senadores de origen cubano Ted Cruz y Marco Rubio.
Los dos legisladores se acusaron mutuamente de haber cambiado sus posturas sobre inmigración y de haber defendido una "amnistía" migratoria y política, con al menos, una vía para legalizar a los once millones de inmigrantes indocumentados que se calcula que viven en Estados Unidos.
Cruz, senador por Texas, acusó a Rubio de haber dicho en el canal hispano Univisión que no acabaría en su primer día de Presidencia con las acciones ejecutivas que Obama proclamó en noviembre de 2014 para frenar la deportación de cinco millones de indocumentados, la mayoría jóvenes y padres con hijos estadounidenses.
"No sé cómo puedes saber lo que dije en Univisión si no hablas español", atacó Rubio, a quien Cruz respondió en castellano: "Marco, ahora mismo diselo ahora, en español si quieres".
"Quiero cuidar de todo el mundo, pero primero necesitamos cuidar de nuestra gente", dijo por su parte Trump, quien reiteró su deseo de deportar a todos los indocumentados que viven en el país y hacer a México pagar por un gran muro en la frontera con EE.UU. para impedir el paso de inmigrantes "criminales".
Trump, que interrumpió repetidamente a sus rivales, cargó también contra el exgobernador Jeb Bush, a quien criticó por el "gran error" que a su juicio fue la guerra de Irak, iniciada por el expresidente George W. Bush y a quien atacó porque el "World Trade Center se derrumbó durante su mandato" el 11 de septiembre de 2001.
En medio de la batalla dialéctica, se metió Rubio, quien defendió al expresidente, aseguró que mantuvo a EE.UU. "seguro" y se lució con más brillo en este debate tras los fallos del anterior.
La ofensiva de Trump contra Bush se produce justo antes del mitin que el exmandatario y su hermano tienen previsto celebrar juntos en North Charleston, en Carolina del Sur, con el objetivo de impulsar la campaña de Jeb Bush, que todavía trata de abrirse camino como la opción "moderada" a Trump.
Su rival en este área moderada, el gobernador de Ohio John Kasich, trató hoy de reafirmar el éxito conseguido en las primarias de Nuevo Hampshire, donde quedó segundo, y urgió sin éxito a sus compañeros a bajar el nivel de las críticas para evitar una victoria de la aspirante a la nominación demócrata Hillary Clinton.
"Creo que nos estamos posicionando para perder la elección frente a Hillary Clinton si no frenamos esto", resaltó Kasich.
No obstante, los ataques continuaron entre Cruz y Trump, ganadores respectivamente de los caucus (asambleas populares) de Iowa y las primarias de Nuevo Hampshire.
"La flexibilidad es algo bueno. Pero no deberías ser flexible en principios fundamentales", afirmó Cruz, uno de los principales rostros del Tea Party, el ala ultraconservadora del Partido Republicano, y quien cargó contra el magnate por "ser demasiado liberal" en algunos asuntos, como el aborto.
"Mentiroso" y "desagradable" fueron los descalificativos con los que respondió Trump a Cruz, que en las primarias de Carolina del Sur parte con un 17 % de apoyo por debajo del 35,5 % del magnate, según la web de Real Clear Politics, que confecciona un promedio diario de los principales sondeos.
Este debate es el menos numeroso hasta ahora, aunque se espera que las primarias de Carolina del Sur achiquen la lista de precandidatos republicanos, que llegó a contar con 17 aspirantes. EFE