El aborto sigue totalmente prohibido en República Dominicana, tras fracasar este jueves una crucial votación en la Cámara de los Diputados en la que se pretendía aprobar un nuevo Código Penal, y dejar atrás el que data de 1884, o sea que tiene 137 años.
El Código Penal fue rechazado en una serie enrevesada de votaciones, por la oposición de los sectores más liberales, que defendían despenalizar el aborto en tres excepciones, así como de los más conservadores, que estaban descontentos por las garantías que el proyecto legislativo ofrecía a la comunidad LGBTI.
"La ultraizquierda con la ultraderecha votaron juntiticos", resumió el presidente de la Cámara de los Diputados, Alfredo Pacheco, al final de la sesión.
El fracaso de la votación fue toda una sorpresa, puesto que el proyecto legislativo había sido consensuado por una comisión bicameral y había sido aprobado en el Senado por una amplia mayoría.
El aborte sigue prohibido
La principal polémica del proyecto giraba en torno al aborto, puesto que planteaba despenalizarlo en una única excepción: el riesgo para la vida de la madre o del feto.
Este punto es considerado insuficiente por los defensores de los derechos de las mujeres, que demandan que se permita a la mujer decidir si interrumpe el embarazo en tres casos: violación o incesto, malformación del feto incompatible con la vida, o riesgo de muerte para la madre.
Tras el fracaso de la votación, República Dominicana se mantiene como uno de los únicos cinco países de América Latina en los que el aborto está totalmente prohibido, junto a Haití, Honduras, Guatemala y Nicaragua.
Los derechos LGTBI en juego
En la sesión, los diputados presentaron, y posteriormente rechazaron, 21 enmiendas al proyecto, siendo las más polémicas, las tocantes a la cuestión del aborto y a la protección de la comunidad LGBTI.
El diputado progresista José Horacio Rodríguez, de Alianza País (AP), explicó a Efe que "un grupo extremista de ultraderecha se negaba" a que el Código Penal incluyera el concepto de orientación sexual "en ningún lugar" del texto.
"Al final ese extremo acabó boicoteando el Código", dijo Rodríguez.
El proyecto que fue sometido a votación tipificaba el delito de discriminación e incluía la orientación sexual como uno de los supuestos en los que se aplicaría.
No obstante, en sentido contrario, ese artículo incluía un párrafo ambiguo en el que se decía que la discriminación no iría en detrimento "de la libertad de conciencia y de culto y respeto a las buenas costumbres".
Un código decimonónico
El Código Penal se había presentado como un proyecto "moderno", que pretendía introducir 69 nuevos tipos penales, entre ellos el feminicidio, o la corrupción.
El texto pretendía sustituir al actual Código Penal, que data de 1884 y que a los ojos de toda la sociedad dominicana está desfasado.
Los intentos de renovación del Código Penal se arrastran desde hace dos décadas; los dos últimos, en 2014 y en 2016, fracasaron precisamente por la cuestión del aborto, ya que el entonces presidente, Danilo Medina, vetó su aprobación por no incluir las tres causales de la interrupción del embarazo.
Ahora, el proyecto de Código tendría que volver a analizarse desde cero y ser introducido en una nueva legislatura, pero el presidente de la Cámara de los Diputados, Alfredo Pacheco, dio a entender que no permitirá volver a analizar el tema mientras él esté en el cargo.
"Yo no brego más con Código Penal en República Dominicana. Nos quedamos con el viejo", dijo Pacheco al final de la sesión, decepcionado con el fracaso de la votación.
El diputado conservador Omar Fernández, de la Fuerza del Pueblo (FP), lamentó que se ha "desperdiciado" una oportunidad para aprobar un Código Penal que, según reconoció, "no es perfecto, pero sí sustancialmente mejor" que el que está en vigor.
"Tenemos un Código del siglo XIX para combatir la delincuencia del siglo XXI", comentó Fernández a la salida de la sesión.