Servicios de Acento/ Agencias
REDACCIÓN INTERNACIONAL.-El presidente cubano Raúl Castro dijo el miércoles en la cumbre del CELAC, en San José Costa Rica, que su país no aceptará ninguna interferencia de Estados Unidos, y advirtió que la intromisión en sus asuntos internos haría acercamiento entre los dos países algo “sin sentido”.
Sus comentarios se produjeron después de que el subsecretario de Estado Roberta Jacobson, el funcionario de más alto rango del gobierno de Estados Unidos que visita la isla en casi 40 años, se reuniera la semana pasada con disidentes cubanos, un día después de las conversaciones oficiales con los representantes del gobierno cubano.
"Todo parece indicar que el objetivo es fomentar una oposición política artificial a través de medios económicos, políticos y de comunicación”, dijo Castro. “Si no se resuelven estos problemas, este acercamiento diplomático entre Cuba y los Estados Unidos no tendría sentido".
Castro dejó claro que estaba comprometido con las conversaciones a pesar de su preocupación de que Washington podría tratar de fomentar la oposición interna en Cuba a través de un mayor acceso a las telecomunicaciones e Internet
También instó al presidente estadounidense Barack Obama a emplear sus poderes ejecutivos para aliviar un embargo de décadas contra Cuba, al decir que Washington podría extender medidas similares a las anunciadas para las telecomunicaciones a otras áreas de la economía.
No obstante, Castro dejó claro que estaba comprometido con las conversaciones a pesar de su preocupación de que Washington podría tratar de fomentar la oposición interna en Cuba a través de un mayor acceso a las telecomunicaciones e Internet.
Castro reiteró en San José que no tiene planes a moverse del sistema político de partido único de Cuba, aunque los observadores dicen que no descarta la posibilidad de que a los políticos independientes les concedieran espacio en las elecciones en el futuro.
El gobierno de Estados Unidos no había emitido ningún comentario hasta la publicación de esta nota.
Sin embargo, John Caulfield, quien dirigió la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana hasta el año pasado, dijo que el tono de las declaraciones recientes de Castro no significaba que sería más difícil de lo esperado llegar a un acuerdo sobre las metas trazadas a corto plazo, como la reapertura total de embajadas en La Habana y Washington, según una información de AP.
De hecho, abundó Caulfield, los comentarios de Castro y otros diplomáticos cubanos de alto rango pudieran indicar el nivel de presión que el gobierno de Cuba siente para llegar a un acuerdo con EE.UU., mientras aumentan las esperanzas de los cubanos de poder vivir en mejores condiciones desde que se divulgara el anuncio del presidente Obama en cuanto una nueva política entre Washington y La Habana.
.“Hay una gran expectativa de cambio y esas expectativas han sido desencadenada por el anuncio del presidente”, dijo Caulfield.
Un cubano jubilado que solicitó no ser identificado, escribió en una correspondencia:
“El país cada vez esta peor, tratan de que no pase nada, y aumenta la represión a la oposición. Aunque puedo afirmar que en sentido general la población esta muy a favor de estas conversaciones, y están muy esperanzados con que se abran las posibilidades de intercambio en todos los sentidos, y de hacer negocios con los estadounidenses, y así seguir desvinculándose de un sistema que muy poco ha ofrecido y que cada vez tiene menos que ofrecer. Y junto a esto, está la situación Venezolana, que empeora por minutos”, dijo
Los Estados Unidos y Cuba celebraron conversaciones de alto nivel de interés en La Habana la semana pasada que se espera conduzcan al restablecimiento de relaciones interrumpidas por Washington en 1961.