ZURICH, Suiza.- A las 11:40 de la noche todavía siguen contando los votos en Zúrich. La organización fue a la medida suiza: efectiva y rápida. Los dominicanos se presentaron a las urnas motivados, haciendo un acto de civismo insuperable. No hubo problemas de ningún tipo. La gente debía dejar fuera del local cualquier insignia que demostrara su preferencia partidista como lo exige la ley. Solamente podían entrar con la cédula.
El PRD organizó guaguas para transportar a sus adeptos y llevarlos a Zúrich desde distintas ciudades de Suiza. Se repartieron sándwiches y bebidas con la foto de Hipólito Mejía y Margarita Zimmermann (candidata para la diputación de Europa) en los lugares donde llegaban las guaguas.
Elecciones en Zúrich – Anécdota Michelle Pimentel Savary
Cédula en mano, mis dos chiquitos y mi marido de chofer, salí muy entusiasmada camino a Zúrich desde Basilea. Cuál no fue mi sorpresa al encontrarme con otros tantos dominicanos que llevaban el mismo entusiasmo que yo congregados en el consulado dominicano en Zúrich listos para ejercer el derecho al voto para las elecciones presidenciales y congresionales (de diputados de ultramar) del 2012.
Al llegar, muy amablemente me indicaron qué hacer, y a quién dejar mi cartera – no supe hasta ese entonces que no la podía llevar conmigo.
Hice una primera fila hasta pasar la primera inspección en la puerta del recinto donde se me informaría cuál era mi mesa; seguidamente se me entregaría un papelito con la información y un número de turno.
Luego me senté brevemente hasta que se desocupara mi mesa a la que llegue raudamente y me recibieron sonrientemente para entregarme las dos boletas electorales.
Marqué por mis candidatos, las eché en la urna, firme como votante, me embarraron el dedo y me devolvieron la cédula.
¡En menos de 30 minutos estaba lista!
Estaba positivamente impresionada de la organización tanto de los que llevaron a cabo el plan logístico como de mis conciudadanos por su educación y acto de civismo.
¡Bravo al equipo que trabajó en Zúrich!
Salí convencida, con mi “deo” más que “tintao”, de que sí se puede, es asunto de que nos lo propongamos.
¿Y tú te unes?
Michelle Pimentel Savary
Basilea, 20 de mayo de 2012