Santo Domingo, 8 may (EFE/Ramón Santos Lantigua).- Una propuesta para reintroducir la reelección presidencial consecutiva en la Constitución de República Dominicana, se ha convertido en la "manzana de la discordia" entre el presidente del país, Danilo Medina, y el exgobernante Leonel Fernández, los dos principales líderes del oficialismo.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que ha ejercido el poder en 15 de los últimos 19 años, se enfrenta al parecer a una suerte de crisis, que podría ser pasajera o duradera, dependiendo del curso que tomen los acontecimientos en los próximos días.
La semana pasada, un grupo de 13 senadores del PLD depositó ante ese hemiciclo, un proyecto de ley dirigido a modificar la Carta Magna para permitir la reelección consecutiva, y con ello posibilitar a Medina continuar al frente del Gobierno, de ganar las elecciones generales del año próximo.
Esta polarización en el partido gobernante, con un historial de ejercicio político apegado a la disciplina interna, ha generado amplios debates y es tema obligado de analistas, organizaciones de la sociedad civil, de las iglesias y de partidos opositores y aliados al PLD
La iniciativa tuvo su origen en una decisión tomada por el comité político del PLD en su última reunión del 19 de abril pasado, en la que una abrumadora mayoría de sus miembros, incluyendo cuatro precandidatos presidenciales, aprobaron introducir el proyecto de reelección, apoyados en la amplísima popularidad que otorgan a Medina todas las encuestas dadas a conocer en el país.
Esos estudios evidencian, además, que la mayoría de los entrevistados favorece que se modifique la Constitución, para que el gobernante se presente de nuevo como aspirante a un cargo del que saldría airoso en la primera vuelta de esos comicios.
Sin embargo, Fernández y otros miembros del comité político del PLD votaron en contra de esa decisión, que cortaría de cuajo los intentos del expresidente de presentarse a las primarias del PLD y, con ello, la oportunidad de gobernar por un cuarto período.
Tras ese revés político, Fernández se ha "atrincherado" y recibido el respaldo de decenas de legisladores oficialistas, quienes han reiterado su intención de votar en contra de la modificación constitucional.
Esta polarización en el partido gobernante, con un historial de ejercicio político apegado a la disciplina interna, ha generado amplios debates y es tema obligado de analistas, organizaciones de la sociedad civil, de las iglesias y de partidos opositores y aliados al PLD.
Algunos altos dirigentes del partido en el poder, incluyendo quienes favorecen y los que rechazan la modificación a la Constitución, consideran que las diferencias en torno al tema entre Medina y Fernández deben resolverse con un encuentro entre ambos, ya que mientras el jefe de Estado es el líder de mayor relevancia en el PLD, el exmandatario es el presidente de esa formación.
Otros, en cambio, consideran que Fernández está llamado a acatar la decisión tomada por el comité político de su propio partido, que es el organismo facultado estatutariamente en el PLD para trazar las directrices de esa organización en el Congreso Nacional (bicameral).
Hay quienes han llegado a afirmar que si la crisis se profundiza, el oficialismo podría verse seriamente amenazado de perder las elecciones venideras, ya que una parte importante de la oposición parece decidida a vencer viejas rencillas y aglutinar un frente que "ofrezca pelea" al oficialismo.
Entretanto, la mayoría de los analistas políticos y expertos constitucionales locales consideran que la eventual revisión de la Constitución dominicana no requiere de la convocatoria a un referendo previo, tal y como aseguran sectores cercanos a Fernández.
En torno a esto, el minoritario partido de derecha Fuerza Nacional Progresista (FNP), aliado al oficialismo, abandonó varias posiciones que ocupaba en el Gobierno en protesta porque la iniciativa de reforma a la Constitución no incluye la convocatoria al referendo.
Medina, quien hasta el momento no ha emitido una opinión pública en torno al tema, sustituyó a los funcionarios que renunciaron y realizó otros cambios en el tren gubernamental, principalmente en el campo diplomático y consular.
Mientras, el proyecto de modificación a la Constitución llegó al Senado y de inmediato fue enviado a estudio de una comisión especial, antes de que encendidos debates le aguarden cuando sea "desmenuzado" en el pleno.
No obstante, y de acuerdo a declaraciones recientes de algunos senadores "leonelistas", la suerte del proyecto de reelección tiende a mejorar, ante el temor en el PLD de que las diferencias "al más alto nivel" resquebrajen de forma severa al partido ganador de las tres últimas elecciones generales dominicanas. EFE