(EFE/Pedro Alonso) En un día frenético de mítines, los precandidatos republicanos y demócratas a la Casa Blanca en Estados Unidos arañan en las últimas horas los votos con miras al crucial nuevo supermartes, hoy 15 de marzo, cuando cinco estados celebran elecciones primarias.
El 15 de marzo marcará un antes y un después en la campaña electoral, pues Florida, Illinois, Misuri, Carolina del Norte y Ohio acudirán a las urnas para elegir a los candidatos de ambos partidos a la Presidencia, algunos de los cuales, como los conservadores Marco Rubio y John Kasich, podrían quedar fuera de la contienda.
La jornada resulta trascendental, sobre todo, para el Partido Republicano, dado que en Florida, Illinois y Ohio el ganador se lleva todos los delegados en liza.
Los favoritos en la carrera presidencial, el republicano Donald Trump y la demócrata Hillary Clinton, persiguen una victoria contundente que les otorgue el mayor número posible de delegados -ellos designan a los candidatos en las convenciones nacionales de julio- para despejar la senda que conduce a la nominación.
En Illinois, Cruz subrayó que el empresario neoyorquino es un "desastre", pero reiteró que cumplirá su palabra de respaldar a Trump si logra la nominación presidencial, aunque condicionó ese apoyo a que su contrincante no incurra en ningún acto violento
El polémico magnate inmobiliario cuenta con 460 delegados conquistados desde que arrancó el proceso de elecciones primarias y caucus (asambleas populares) el pasado 1 de febrero, mientras la ex secretaria de Estado acumula 766.
El multimillonario, que necesita 1.237 delegados para alcanzar la candidatura, aventaja en esa competición a sus adversarios: los senadores de origen cubano Ted Cruz (369 delegados) y Marco Rubio (163), así como el gobernador de Ohio, John Kasich (63 delegados).
Clinton, que debe recabar 2.383 delegados para alzarse con la nominación, también lleva una notable distancia a su rival, el veterano senador por Vermont Bernie Sanders (551 delegados).
En la batalla republicana, todas las miradas están puestas en Florida y Ohio, que reparten 99 y 66 delegados, respectivamente.
En Florida, Rubio, que representa a ese estado en el Senado de EE.UU., necesita desesperadamente un triunfo para seguir en la carrera presidencial, en tanto que Kasich también precisa de una victoria en Ohio para no quedar fuera de juego.
Si Rubio y Kasich salieran victoriosos de sus respectivos estados, el futuro inmediato de Trump se nublaría y Cruz conservaría la esperanza de darle caza, si bien las encuestas parecen decantarse por el empresario neoyorquino.
Según un sondeo divulgado hoy por la Universidad de Quinnipiac, Trump recibe en Florida el 46 por ciento en intención de voto y Rubio solo el 22 por ciento.
Los otros dos contendientes republicanos, Cruz y Kasich, tendrían un 14 por ciento y un 10 por ciento, respectivamente, en Florida.
Más reñida se presenta la votación en Ohio, donde el magnate y el gobernador empatan con el 38 por ciento, en tanto que Cruz, senador por Texas, obtendría el 16 por ciento y Rubio, el 3 por ciento.
No sorprende, pues, que Trump cancelara un acto de campaña programado hoy en la ciudad de Doral, en Florida, para ofrecer en su lugar un mitin en Youngstown, Ohio.
El magnate afronta este nuevo supermartes tras un crispado fin de semana por los episodios de violencia en sus mítines, después de anular un acto el viernes por altercados entre sus adeptos y manifestantes que se oponen al multimillonario por su discurso señalado de xenófobo.
"No hay violencia. ¿Saben cuántas personas han resultado heridas en nuestros mítines? Creo que básicamente ninguna, aparte de quizás alguien golpeado una vez. Pero no hay violencia", dijo hoy Trump en Carolina del Norte.
Frente a los sondeos, sus rivales no tiran la toalla, como Rubio, quien afirmó hoy desde la floridiana ciudad de Jacksonville: "Las encuestas están locas y lo voy a demostrar mañana".
En Ohio, Kasich tampoco se rinde y hoy hizo campaña apoyado por el candidato presidencial republicano en 2012, Mitt Romney, quien ha acusado a Trump de ser un "fraude" y se ha erigido en uno de los líderes del sector tradicional del partido que rechazan al magnate.
"Este es el hombre por el que América (EEUU) debe votar", afirmó Romney al presentar al gobernador en North Canton, en Ohio.
En Illinois, Cruz subrayó que el empresario neoyorquino es un "desastre", pero reiteró que cumplirá su palabra de respaldar a Trump si logra la nominación presidencial, aunque condicionó ese apoyo a que su contrincante no incurra en ningún acto violento.
En el lado demócrata, el senador Bernie Sanders espera replicar el éxito que consiguió el pasado 8 de marzo en Michigan, cuando se impuso contra todo pronóstico a Clinton en las primarias de ese estado.
Las encuestas conceden a la ex secretaria de Estado victorias claras en Florida (246 delegados) y Carolina del Norte (121), pero presentan una competición más ajustada en Misuri (84 delegados), Ohio (159) e Illinois (182).
En un mitin en un barrio de mayoría hispana en Chicago, en Illinois, la ex primera dama prometió hoy "trabajar muy duro" si llega a la Casa Blanca para promulgar una "reforma migratoria integral", a fin de atraer un voto latino que puede ser crucial.
Sanders, por su parte, arengó a sus seguidores en Akron (Ohio), donde pidió una alta participación de votantes jóvenes, entre los que tiene una gran popularidad, y vaticinó: "Creo que vamos a ganar en Ohio mañana". EFE