Madrid, 3 jun (Jesús García Becerril/EFE).- La pretensión de una parte de la izquierda española de convocar un referéndum sobre el modelo de Estado -república o monarquía- tras la abdicación de Juan Carlos I choca con la posición de los dos grandes partidos, PP (centroderecha) y PSOE (socialistas), de mantener la monarquía parlamentaria.

Durante muchos años la defensa de un sistema republicano fue en España algo testimonial y residual, pero la decisión del rey de renunciar al trono ha dado alas a quienes quieren aprovechar el momento para promover esa consulta a los ciudadanos.

La Constitución de 1978, ratificada mayoritariamente en referéndum por los españoles, consagró el modelo de una monarquía parlamentaria, con Juan Carlos de Borbón en la Jefatura del Estado.

En estas décadas el rey ha gozado de un amplio apoyo popular, aunque en los últimos años se ha rebajado por la incidencia en la opinión pública de casos como el de la segunda hija del monarca, la infanta Cristina, cuyo marido está imputado por varios delitos en el marco de una investigación judicial por un supuesto desvío de fondos públicos a una entidad sin ánimo de lucro que presidía.

El propio rey fue objeto de una polémica cuando en abril de 2012 se fracturó la cadera en Botswana, lo que permitió desvelar que estaba cazando elefantes en un viaje privado y en un momento en que la crisis económica arreciaba con fuerza sobre los españoles.

El tercer partido en España, Izquierda Unida, de inspiración comunista y que en las elecciones europeas del 25 de mayo consiguió el 9,9 por ciento de los votos, ha impulsado la petición de una consulta sobre el modelo de la Jefatura del Estado.

Su líder, Cayo Lara, hizo hoy un llamamiento al resto de la izquierda a movilizarse para forzar un referéndum y que sea el pueblo el que decida si quiere continuar o no con la monarquía porque "no se pueden sustituir los derechos del pueblo por derechos de sangre".

La petición de Lara tuvo lugar después de que anoche miles de personas participaran en concentraciones espontáneas convocadas en diferentes lugares de España para reclamar ese referéndum.

Ese planteamiento, sin embargo, choca con la posición de los dos grandes partidos, PP y PSOE, que ya han dejado clara su intención de respaldar la monarquía parlamentaria.

Preguntado hoy por ese asunto, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que quien quiera puede impulsar ese cambio de modelo, "pero con las reglas establecidas en la Constitución.

En un acto público Rajoy subrayó que la Constitución establece la monarquía como forma de Estado y añadió que en España tiene un apoyo "muy mayoritario".

La unión de populares y socialistas en favor de la monarquía haría inviable cualquier intento de modificación, puesto que ello requeriría una mayoría absoluta en el Parlamento, lejana para el resto de partidos.

Por su parte, el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró hoy que su partido no va a romper el consenso constitucional que se alcanzó durante la Transición acerca de la Monarquía, a finales de los años 70, porque es "un valor" del que los socialistas se sienten orgullosos.

Reconoció que el PSOE es un partido "de hondas raíces republicanas", pero recalcó que hizo un "pacto durante la Transición" que ha permitido "35 años de desarrollo político" marcados por "el consenso, la convivencia y el civismo".

En los debates previos a la aprobación de la Constitución los dos principales partidos de izquierda de la época, PSOE y PCE (comunistas) aceptaron la monarquía parlamentaria como sistema político y la bandera roja y amarilla, en lugar de la morada, amarilla y roja de la II República (1931-36).

No obstante, en las filas socialistas no hay unanimidad y la rama juvenil del PSOE pide un referéndum, lo mismo que la agrupación del partido en las islas Baleares (Mediterráneo), el lugar tradicional de vacaciones de la Familia Real. EFE