REDACCIÓN CENTRAL DE ACENTO/EFE.- La reacción internacional no se ha hecho esperar, y casi todos los países democráticos del mundo condenan el uso excesivo de fuerza por parte del gobierno libio de Muamar el Gadafi contra las manifestaciones populares que reclaman libertad y la salida del poder del dictador, como ocurrió en Túnez y en Egipto.

Sarkozy condena "el uso inaceptable de la fuerza" en Libia

París, 21 feb (EFE).- El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, condenó "el uso inaceptable de la fuerza" contra los manifestantes en Libia y pidió el "cese inmediato" de la violencia en ese país.

En un breve comunicado, el jefe del Estado francés aseguró que la violencia contra los libios es "inaceptable" porque solo "ejercen su derecho fundamental a manifestarse y a expresarse libremente". Sarkozy llamó al "cese inmediato de la violencia y a una solución política con el fin de responder a la aspiración del pueblo libio de democracia y libertad", agrega la nota.

El presidente francés trasladó, además, sus condolencias a las familias de las víctimas y a los heridos durante las protestas.

Hizbulá condena los crímenes

Beirut, 21 feb (EFE).- El grupo chií libanés Hizbulá condenó enérgicamente en un comunicado los crímenes cometidos por el régimen de Muamar el Gadafi contra "los hijos inocentes y resistentes del pueblo libio", al que deseó la victoria.

Según la nota, "nadie puede permanecer en silencio ante las masacres cometidas por el régimen de Gadafi en varias ciudades libias, en especial en Bengasi".

Hizbulá agregó que "la opresión y la intimidación no protegerán el sistema corrupto y arrogante contra la voluntad del pueblo" y señaló que los fallecidos durante las revueltas de los últimos días en Libia fueron asesinados de forma injusta.

El grupo chií recordó que el Líbano está "entre los primeros (países) que sufrieron los crímenes de ese tirano al secuestrar al imán de la resistencia Musa Sadr y sus dos compañeros".

La UE reitera su condena a Libia pese al temor a la inmigración ilegal

Bruselas, 21 feb (EFE).- La Unión Europea (UE) ha condenado oficialmente la represión ejercida en Libia por el régimen de Muamar el Gadafi a pesar de las amenazas de Trípoli a dejar de cooperar en la lucha contra la inmigración ilegal y de la preocupación de algunos Estados miembros por el asunto.

En un texto pactado por sus ministros de Exteriores, los Veintisiete han exigido a las autoridades libias que pongan fin de forma "inmediata" al uso de la fuerza contra los manifestantes y que permitan las protestas pacíficas.

"Las aspiraciones legítimas y demandas del pueblo en favor de reformas deben ser respondidas a través de un diálogo abierto e incluyente", señala el documento.

Los ministros hicieron caso omiso de las amenazas del régimen libio, que ha advertido de que si continuaban los comentarios sobre su situación interna podría detener la cooperación en materia de inmigración, aunque tampoco atacaron directamente a Gadafi.

"Creo que tenemos que ser muy claros. Estamos profundamente preocupados por el nivel de violencia en Libia", ha indicado en una rueda de prensa la Alta Representante de Política Exterior, Catherine Ashton, preguntada al respecto.

"La credibilidad del Gobierno libio ha sido debilitada por su fracaso a la hora de proteger a su propia gente y responder a las legítimas reivindicaciones de los ciudadanos", ha dicho el ministro británico, William Hague.

Algunos, como titular de Exteriores finlandés, Alexander Stubb, han llegado a plantear sanciones contra el régimen de Gadafi.

"¿Cómo podríamos mirar para otro lado con lo que está pasando en Libia, con casi 300 personas asesinadas, y no hablar de sanciones o de restricciones de viaje para Gadafi cuando lo hacemos con Bielorrusia?", se preguntó en declaraciones a los periodistas.

Fuentes comunitarias consultadas por Efe, sin embargo, han insistido en que resulta prematuro hablar de sanciones a Libia en este momento.

Los Veintisiete han analizado también la situación general en la región, tras las revoluciones en Túnez y Egipto, y han recalcado su disposición a ayudar económicamente a los países con procesos de transición democrática.

Se suspende Fórmula Uno

Por primera vez en la historia de la Fórmula Uno, que se inició el 13 de mayo de 1950 en el circuito británico de Silverstone, una Gran Premio, el de Bahrein, se ha suspendido por razones políticas, debido a la agitación social que vive el país.

Hasta ahora solo uno de los 839 Grandes Premios que se han disputado fue cambiado de fecha, el de Bélgica de 1986 que se debía disputar en el circuito de Spa-Fracorchamps el 2 junio.

El circuito había recibido la semana anterior una nueva capa de asfaltó que comenzó a levantarse en la sesión de entrenamientos del viernes con el paso de los coches y ante la imposibilidad de correr en el trazado de las Ardenas la prueba fue aplazada hasta el 15 de septiembre, una semana después del Gran Premio de Italia.

La única injerencia política que ha habido en el automovilismo, aunque no en la Fórmula Uno, ocurrió el 23 de febrero de 1958 cuando el argentino Juan Manuel Fangio, que ya había conseguido sus cinco títulos mundiales, fue secuestrado por un comando del "Movimiento 26 de julio" para evitar su participación en el Gran Premio de Cuba, para coches sport, que debía disputarse en el circuito urbano del Malecón.

A las 20:50 Fangio se vio encañonado por una pistola en la recepción del hotel. Al principio tanto él como sus acompañantes pensaron que se trataba de una broma, luego se mostró desconcertado y siguió sin ofrecer resistencia a sus secuestradores.

Durante dos días estuvo retenido en un piso en El Vedado, un barrio residencia de La Habana, y cuando finalizó la carrera fue liberado en la Embajada Argentina.