Nueva York (EFE).- Las condiciones de los derechos políticos y libertades civiles en el mundo retrocedieron en 2014 por noveno año consecutivo a causa de tácticas más agresivas de los regímenes autoritarios y el aumento de los ataques terroristas, advirtió hoy un estudio de la organización Freedom of the World.
Esta organización independiente, con sede en Washington y en Nueva York, presentó hoy su informe anual en el que advierte de una creciente amenaza contra los sistemas democráticos.
"La aceptación de la democracia como la forma de gobierno en el mundo -y de un sistema internacional basado en ideales democráticos- está ahora más amenazada que los últimos veinte años", dijo el vicepresidente de investigación de Freedom of the World, Arch Puddington, en el documento.
Agregó que "hasta ahora, la mayoría de los regímenes autoritarios llamaba a respetar los acuerdos internacionales y hablaba de puertas para fuera de las normas de las elecciones competitivas y de los derechos humanos. Ahora se pelean por la superioridad de lo que representa un gobierno de partido único, y buscan liberarse del yugo de las coacciones de los principios diplomáticos fundamentales".
En 2014, de los 195 países evaluados, el 46 % eran libres (en 2013 lo eran un 45 %), el 28 % parcialmente libres (30 % el año anterior) y el 26 % no libres (25 % en el lapso pasado).
La invasión de Rusia en Ucrania, la reducción de las conquistas democráticas en Egipto por parte del Gobierno de Abdelfatah al Sisi o la campaña de represión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, hacia la libertad de prensa y la sociedad civil son algunos de los sucesos que prueban el retroceso de 2014.
El impacto de los ataques terroristas perpetrados por yihadistas radicales desde el África Occidental hasta el Sur de Asia, pasando por el Oriente Medio, es la otra razón de peso que hizo disminuir la libertad en el mundo, según la organización estadounidense.
El documento subrayó las terribles consecuencias que Iraq, Siria, Pakistán o Nigeria han sufrido por culpa de los ataques terroristas, y señaló que las mujeres, vistas como "tesoros de guerra", fueron "objetivos particulares" de la violencia.
"La explotación de la amenaza terrorista es solo un aspecto de la tendencia general en el que los regímenes represivos están volviendo a despuntar, utilizando tácticas retrógradas en sus esfuerzos para preservar el control político", asegura el estudio, que evalúa a los países con puntuaciones del 1 al 7.
Sobresalen el caso de Siria, que recibió la puntuación más baja de libertad en el mundo en una década, y de Túnez, que se desmarca de la tendencia negativa y se convierte en el primer país árabe en alcanzar el estatus de libre desde que estalló la guerra civil del Líbano hace cuarenta años.
En América Latina, Cuba es el único país que sigue siendo no libre, pero el documento destaca la normalización de las relaciones entre este país y EE.UU. como un gran paso para la conquista de las libertades.
Sin embargo, retroceden México -por la violencia impune, retratada en la desaparición de los 43 estudiantes de Iguala-, Ecuador -por aumentar los límites de la libertad de expresión y el control de la red-, Haití -por la persecución a la oposición y contra la libertad de prensa- y Venezuela, por la represión a los opositores del Gobierno de Nicolás Maduro.
Los peores de los peores países para la libertad son la República Centroafricana, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Corea del Norte, Arabia Saudí, Somalia, Sudán, Siria, Turkmenistán y Uzbekistán, mientras que los peores de los peores territorios son el Tíbet y el Sahara Occidental. EFE