San Sebastián (España), 22 sep (EFE/Magdalena Tsanis).- El cineasta político Oliver Stone da un paso más en sus críticas al poder con "Snowden", un filme en el que advierte de los peligros de la vigilancia global a través de la historia real del exanalista de la agencia nacional de seguridad de EE.UU. que filtró miles de documentos clasificados.
La película, protagonizada Joseph Gordon-Levitt y Shailene Woodley, se proyectó hoy, fuera de concurso, en la sección oficial del Festival de Cine de San Sebastián.
Tanto si las elecciones estadounidenses las gana la demócrata Hillary Clinton o el republicano Donald Trump "el viaje va a ser complicado, pero quizá conduzca a algo positivo porque a veces es en la adversidad donde se espabila, y América necesita entender que se encamina hacia la autodestrucción", advirtió hoy Stone en una concurrida rueda de prensa.
El tres veces ganador de un Óscar ha sido especialmente crítico, y también lo es su película, con el papel de la administración de Barack Obama, en la que, como muchos estadounidenses y el propio Snowden, había depositado su confianza.
El director de "Platoon" o "JFK" lamentó que ningún candidato a las próximas elecciones de EE.UU. haya hablado de vigilancia global, y mucho menos del caso Snowden, y pidió a Obama que aproveche los meses que le quedan de mandato para tener "un gesto de misericordia" y perdonarle.
"Parecía un hombre íntegro, pero cinco años después de su elección, Snowden hizo lo que hizo porque resultó ser todo lo contrario; Obama ha creado el estado de vigilancia global más grande que se puede concebir, más allá de la Stasi -la inteligencia de la antigua RDA-", denunció.
El director de "Platoon" o "JFK" lamentó que ningún candidato a las próximas elecciones de EE.UU. haya hablado de vigilancia global, y mucho menos del caso Snowden, y pidió a Obama que aproveche los meses que le quedan de mandato para tener "un gesto de misericordia" y perdonarle.
En este sentido recordó que lo que pide Snowden, actualmente asilado en Rusia, para volver a Estados Unidos es un juicio justo, poder defenderse en público y abordar las cosas que hizo.
"Dicen que tiene sangre en las manos, que es responsable de la muerte de americanos, pero lo dicen las mismas agencias y congresistas que votaron a favor del estado vigilancia; el argumento nunca se ha verificado, no tienen pruebas", destacó Stone.
La película arranca cuando en 2013 Snowden abandona su trabajo en la NSA y vuela a Hong Kong para reunirse con los periodistas Glenn Greenwald (Zachary Quinto) y Ewen MacAskill (Tom Wilkinson), y la cineasta Laura Poitras (Melissa Leo) para revelar los enormes programas de vigilancia cibernética del gobierno de Estados Unidos.
A partir de ahí, la historia se relata con 'flashbacks' y presta especial atención a las repercusiones personales que tuvo su decisión, en especial en su relación de pareja con Lindsay Mills (Shailene Woodley).
Stone presenta al informático como un patriota convencido, que creía en la decisión de Bush hijo de ir a la guerra en Irak, y que quiso entrar en las fuerzas especiales, pero un accidente en el que se rompió las dos piernas se lo impidió.
El cineasta, que ha criticado en sus películas desde la guerra de Vietnam al capitalismo de Wall Street o el papel de Estados Unidos en América Central, plantea ahora el debate de la seguridad frente a la libertad, y en ese sentido toma postura: el terrorismo "es la excusa", y de lo que realmente se trata es de "control económico y social".
"Esa idea de sacrificar las libertades civiles en aras de la seguridad, los alemanes también la escucharon en los años 30; lo primero que hicieron fue decir 'estamos aquí para protegerles y necesitamos su lealtad'", alertó el cineasta.
"Esa es la muerte de la libertad y el comienzo del totalitarismo", prosiguió; "cambiar todas las reglas en nombre del terrorismo es una respuesta extrema, hay que estar alerta ante los fascistas y tiranos que vienen diciendo que nos van a proteger; yo no quiero ese tipo de protección", remató entre los aplausos de la sala.
Gordon-Levitt ("The Walk") contó que los guionistas -el propio Stone y Kieran Fitzgerald- se reunieron con Snowden en Moscú en nueve ocasiones para preparar el filme y que él mismo pasó cuatro horas hablando con él, observando sus gestos y reacciones.
"Fue muy valioso porque él siempre intenta quitar la atención de sí mismo y su vida para ponerla en las cuestiones que denuncia pero yo necesitaba mirarle a la cara, ver cómo paseaba, cómo hablaba o te daba la mano", dijo.
Woodley, conocida por la saga "Divergent", se declaró orgullosa de participar en una película que ofrece una perspectiva que no es posible encontrar en los medios de comunicación masivos ni en las declaraciones de los gobernantes.
"Esta película no va de si Snowden es o no un héroe, sino que va sobre nuestras idas, sobre el derecho a mantener la privacidad, sobre si queremos usar la tecnología o que la tecnología nos use", ha subrayado. EFE