SAN FRANCISCO DE MACORIS.- El obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís, Monseñor Fausto Ramón Vallejo Mejía, dijo que muchos funcionarios que han desfalcado el Estado dominicano disfrutan de impunidad debido a que la justicia “politizada” los encubre.
Lamentó lo que definió como politización de la justicia, que a su juicio sirve de manto para cubrir a “muchos elementos” que han desfalcado al Estado y hoy andan cantando victoria.
“Cuando la justicia está completamente politizada, entonces no hay justicia para esos que se ha enriquecido con el sudor, el llanto, el dolor y la muerte de tantas gentes y hoy en día andan cantando victoria”, expresó.
El también Rector y Gran Canciller de la Universidad Católica Nordestana (UCNE), abogó por un cambio radical en la administración de la justicia de República Dominicana.
Monseñor Fausto Ramón Vallejo Mejía planteó que esta realidad tiene que cambiar y por igual el mundo político, donde existe un rampante clientelismo
“¿Qué mensaje le mandamos a la juventud y qué mensaje le mandamos a la población si una persona es juzgada quizás porque se robó una gallina o un racimo de plátanos, cuando muchas gentes de arriba han desfalcado al Estado y no pasa absolutamente nada?”, se preguntó Monseñor Vallejo Mejía.
Expresó a que esa realidad se le aplica el salmo que dice “¿Por qué triunfan los malos y por qué sufren los buenos?”.
Monseñor Fausto Ramón Vallejo Mejía planteó que esta realidad tiene que cambiar y por igual el mundo político, donde existe un rampante clientelismo.
Criticó que una persona gasta millones de pesos para ser diputado o senador, cuando en el cargo talvez va a ganar legalmente la mitad de los recursos que ha gastado.
“Y si es así, ¿para qué quiere ser senador o diputado, alcalde o regidor? ¡Aahh porque hay un negocio que en definitiva si usted entra 10 es para sacar 30!”, razonó.
El obispo de la diócesis de San Francisco de Macorís refirió que lo mismo ocurre cuando llegan los políticos que piensan así son nombrados en los cargos públicos, desfalcan las instituciones y no pasa nada porque “son del partido” y porque la justicia está “amañada”.
Reiteró que es un mal ejemplo que se le está mandando a la juventud y a la población, porque en los que están arriba, en el poder, en cualquier sociedad son los que marcan el compás.
“En la familia, quien marca el compás, el ritmo de la familia, es el padre; en la diócesis quien debe marcar la buena marcha es el obispo; en la parroquia el sacerdote, en un hospital, el director del hospital es que tiene que crear el orden; en una escuela quien crea la dinámica, el orden y la disciplina para los maestros es el director, el que rige”, apuntó.
Sin embargo lamentó que la sociedad dominicana haya perdido la autoridad.
Dijo que no hay autoridad como servicio, sino como imposición y como búsqueda personal.