21 mar (EFE).- El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó hoy que "el destino de Cuba no debe ser decidido por EE.UU. o ningún otro país", aunque advirtió que su país seguirá reclamando el derecho del pueblo cubano a decidir su destino.

"El futuro de Cuba lo tienen que decidir los cubanos y nadie más", aseveró Obama en una declaración a la prensa tras una reunión de más de dos horas con su homólogo cubano, Raúl Castro.

No obstante, Obama advirtió que Estados Unidos seguirá presionando en favor de la democracia en Cuba y del respeto de derechos como la libertad de expresión, de asamblea y de culto religioso.

"Después de cinco décadas de relación difícil, Cuba y Estados Unidos tenemos todavía serias diferencias, como sucede con el tema de los derechos humanos y la democracia, asuntos sobre los que hemos mantenido conversaciones muy francas y sinceras", afirmó.

El presidente admitió "carencias" en el ejercicio de los derechos humanos en su país, apuntadas en su intervención por Raúl Castro, y agradeció a su homólogo "ese diálogo constructivo" a medida que los dos países avanzan en la "construcción de una nueva relación".

"Creemos que cuando compartimos nuestras más profundas creencias e ideas al respecto, sobre la base del respeto mutuo, los dos países podemos aprender y mejorar la vida de nuestros pueblos", subrayó Obama.

Según contó, en su encuentro en la Cumbre de las Américas en Panamá, en abril de 2015, el presidente Castro le garantizó que podrían hablar de "cualquier tema" y ahora "todos los temas están sobre la mesa".

"Parte de normalizar nuestras relaciones significa poder discutir directamente sobre nuestras diferencias y por eso estamos satisfechos con el diálogo sobre derechos humanos que iniciamos en el último año", indicó Obama.

Cuba dispuesta a seguir avanzando en sus relaciones con EEUU

Por su lado, el presidente de Cuba, Raúl Castro, destacó la disposición de su Gobierno a seguir avanzando en la normalización de relaciones con Estados Unidos en una declaración junto a Barack Obama, donde insistió en que el bloqueo sigue siendo el principal obstáculo para el desarrollo de su país.

"Ratifico que debemos poner en práctica el arte de la convivencia civilizada, que implica respetar y aceptar nuestras diferencias y no hacer de ellas el centro de nuestra relación", dijo Raúl Castro.

Recordó que en los quince meses transcurridos desde el anuncio del restablecimiento de relaciones, ambos países han avanzado en resultados concretos como la restauración del servicio postal directo o de los vuelos directos regulares el próximo otoño, entre otros progresos.

"Mucho más pudiera hacerse si se levantara el bloqueo de los Estados Unidos", dijo el presidente cubano, quien reconoció no obstante la disposición del presidente Obama y sus reiterados llamados al Congreso norteamericano para que se ponga fin a esa política.

Calificó de "positivas" las últimas medidas de Washington para aliviar los efectos del embargo, aunque "no suficientes".

"El bloqueo continúa en vigor y tiene componentes disuasivos y efectos intimidatorios de alcance extraterritorial", indicó Raúl Castro, quien en su reunión con Obama le puso ejemplos para mostrarle las "consecuencias negativas" para Cuba que tiene esa política.

Tampoco olvidó Raúl Castro reclamar la devolución de los terrenos de la Base Naval de Guantánamo, que junto al embargo, dijo, son los principales obstáculos para tener relaciones bilaterales plenas. EFE