SANTO DOMINGO, República Dominicana.- “Cuando todos se mueran aquí en La Ciénaga, van a venir los políticos y van a fumigar, porque ya no habrá nadie”.

Con esta frase recibió uno de los moradores de La Ciénaga a la prensa que acudió al lugar por un operativo médico y de prevención del cólera que efectuó allí esta mañana el ministerio de Salud Pública.

“¡No, mi hija, los políticos no vienen por aquí. Ni siquiera en campaña vienen. Nosotros no le importamos a nadie!”, dice Juana Gervasio cuando se le preguntó si los precandidatos de los partidos les habían hecho propuestas para solucionar los problemas comunitarioso se había acercado interesados por su situación de vida.

Entrevistados por Acento.com.do, residentes de La Ciénaga, una barriada de calles estrechas y a la orilla del río Ozama, que concentra a miles de familias en pobreza exterma, expresan que no creen en políticos ni en sus promesas. Algunos dice que casi nunca los ven.

“Yo los veo por televisión, diciendo que van a hacer y que van a hacer y no hacen nada. Al final son toditos la misma cosa. Yo ya no creo en nadie, rojo, morao, blanco, son todos la misma vaina”, exclama Noelia Beltrán.

“Yo los veo por televisión, diciendo que van a hacer y que van a hacer y no hacen nada. Al final son toditos la misma cosa. Yo ya no creo en nadie, rojo, morao, blanco, son todos la misma vaina”

Se sienten olvidados. En el sector reina la falta de esperanza, un descreimiento generalizado, porque muchas personas han muerto de cólera y apenas ahora las autoridades se presentan para buscar soluciones.

No obstante, algunos defienden que hay políticos que quieren el bienestar de la comunidad.

“Aquí vino Franklin Almeyda, nosotros no nos podemos quejar tanto, porque por lo menos él vino aquí y uno se da cuenta de que quieren mejorar las cosas”, dice Alberto Méndez.

En La Ciénaga las familias viven del chiripeo, del cuentapropismo, haciendo cualquier cosa para sobrevivir día por día, sin condiciones para ahorrar y algún día poder vivir en un lugar con mejores condiciones de servicios, y sin el peligro de que en cada temporada de lluvias y de huracanes, pueden perder los bienes y la vida.