Transcurrieron cuarenta y cinco minutos antes de que Héctor Olivo hiciera un llamado a la calma para anunciar que los resultados de la encuesta efectuadas por el Partido para determinar quién sería el candidato a la Alcaldía por Santo Domingo Este, estaban en manos de la Comisión Nacional Electoral siendo revisados.
Ni bien se pronuncia, en el salón empieza un murmullo criticón por la impuntualidad del partido y que ya ha desarrollado fama.
Transcurriría una hora y media antes de que los miembros de la Comisión, encabezada por Lidio Cadet, compartieran los detalles de la pesquisa, las cuales arrojaron un “empate técnico” entre Karen Ricardo y Alfredo Martínez.
“En consecuencia, bajo el hecho de ese empate, en términos prácticos”, empieza a decir Cadet, tranquilo, ataviado en saco negro, camisa blanca y corbata a rayas. “La Comisión Nacional Electoral decidió que se hiciera otra medición a fin de que ellos dos nada más…”, dice, siendo interrumpido por seguidores de Martínez, quienes empiezan a gritar, a lanzar consignas a favor de su candidato, despotricando contra el Partido.
Un hombre grita un improperio en medio de los aplausos y las lisonjas a “El Cañero”. Los miembros de la comisión bajan raudos de la tarima y desaparecen por una portezuela tapizada como las paredes, mientras que los seguidores se acercan para darles su opinión sobre la decisión de la Comisión, frente a frente, sin darle el chance de suministrar más detalles sobre la próxima encuesta.
“Dos veces se ha hecho (las encuestas) y ha ganao’. El pueblo está con él”, grita una doña que exhibe una gorra negra que cubre un pelo rojizo y crespo, con el nombre de su candidato sobre la visera. “Que la Comisión vaya de aquel lado para que vea como Alfredo ha dejado el cuero con la gente en la calle”, concluye, agitando los puños.
“Ningún empate…”, empieza a decir un señor, interrumpido por una mujer corpulenta, rubia, que levanta la voz tanto como sus brazos. “Eso es una charlatanería”, vocifera.
“Alfredo es el candidato de Santo Domingo Este. No jueguen con eta vaina por Dios”, grita otro, haciendo pausas, para emitir su queja.
De catorce aspirantes, el PLD había preseleccionado a 4, que mediante una encuesta, midieron fuerzas, para elegir al candidato o candidata definitiva para las elecciones del 15 de mayo.