NUEVA JERSEY, Estados Unidos ((Jonathan D. Salant, de NJ Advance Media NJ.com, versión en español libre de Iván Pérez Carrión).-Salpicado de sangre por problemas éticos y meses de ataques, el senador estadounidense Robert Menéndez derrotó al republicano Bob Hugin el martes para ganar la reelección después de una de las carreras políticas más desagradables que se recuerdan de Nueva Jersey.

El resultado fue anunciado por Associated Press, ABC News y NBC News menos de una hora después de que las urnas cerraran a las 8 p.m.

Con su victoria, Menéndez regresará a Washington para un tercer mandato en el Senado.

Mientras Hugin buscaba hacer de la carrera un referéndum sobre Menéndez, el senador logró vincular al retador con el presidente republicano Donald Trump quien, según las encuestas, es muy impopular en Nueva Jersey.

A pesar de realizar sus mejores esfuerzos, Hugin no pudo apartarse del Presidente, especialmente después de haber aportado US$200,000 para ayudar a elegir a Trump y cientos de miles de dólares más a los comités republicanos que apoyaron la agenda del Presidente.

Hugin, un rico exejecutivo de la empresa farmacéutica Celgene Corp., ayudó a reducir los índices de aprobación de Menéndez e hizo que el carrera por el Senado se cerrara mucho más de lo esperado al gastar US$36 millones de su propio dinero en la carrera.

Eso lo convirtió en el quinto candidato con autofinanciamiento más prolífico de la historia de Nueva Jersey. Sin embargo, no fue suficiente para terminar con la racha de 46 años de derrotas de los republicanos en las contiendas del estado por Senado.

"Será otro voto para Donald Trump", dijo Menéndez durante el único debate en el Senado. "Yo me enfrentaré a Donald Trump". Además, Trump no ayudó a Hugin cuando publicó en Twitter un respaldo pocas horas antes de que se cerraran las urnas: "Bob Hugin, exitoso toda su vida, sería un gran senador de Nueva Jersey. ¡Tiene mi respaldo completo y total! ¡Salga y vota por Bob"

El senador tuvo que recorrer un camino difícil para la reelección después de que una acusación de 14 cargos terminó en un jurado “colgado” y el Comité de Ética del Senado lo regañó. Los electores lo calificaron en reiteradas ocasiones de manera desfavorable.

La carrera contó con ataques y contrataques, acusaciones y contra acusaciones. Superó a la legendaria batalla de lodo de 1996 entre los entonces representantes Robert Torricelli y Dick Zimmer para ocupar el cargo por retiro del senador Bill Bradley.

No fue nada raro que los candidatos se lanzaran palabras tan fuertes como "sucio”, "vergonzoso" y "codicioso" a diario, ni que ni siquiera se dieran la mano después de su único debate.

Carl Golden, quien se desempeñó como secretario de prensa de dos gobernadores de Nueva Jersey, dijo que entre Hugin y Menéndez "había más lodo y suciedad de la que se podría excavar para hacer el Túnel Gateway".

El encono se desparramó incluso después de que Menéndez fuera declarada ganador.

"Estoy muy orgulloso de que Nueva Jersey rechazó la política de la destrucción personal y los anuncios falsos, negativos y procaces", dijo en su fiesta de la victoria.

En el evento de la Noche de las Elecciones de Hugin, la multitud reflejó la audiencia de un mitin de Trump, cantando "A encerrarlo" cuando el candidato mencionó el nombre de Menéndez.

"La gente de Jersey merece algo mejor", dijo Hugin.

Gracias a su fortuna personal, Hugin superó a Menéndez por más de 2 a 1 en la mayoría en anuncios de ataque. Tuvieron efecto; Menéndez lideró por un solo dígito en la mayoría de las encuestas públicas.

Problemas éticos

Los demócratas nacionales estaban tan preocupados que inyectaron más de US$8 millones en una carrera que no debería haber sido competitiva sino no hubiera sido por las transgresiones éticas del senador. Los demócratas locales, encabezados por el gobernador Phil Murphy, el senador estadounidense Cory Booker de Nueva Jersey y otros líderes políticos, recorrieron el estado para que los miembros recalcitrantes del partido votaran por Menéndez a pesar de sus dudas.

Los problemas éticos de Menéndez se derivaron de su amistad con un oftalmólogo en West Palm Beach, Florida, el Dr. Salomón Melgen, quien le dio a Menéndez regalos, viajes y donaciones de campaña, y cuando tuvo un problema con las autoridades federales, le pidió ayuda al senador.

El comité de ética entonces "amonestó severamente" a Menéndez por sus acciones.

Hugin calificó a Menéndez de "vergonzoso", dijo que estaba "ofendido" por las acciones del senador, y gastó la mayor parte de su tesoro de campaña en anuncios de ataque.

Sus anuncios más recientes, sin embargo, resucitaron acusaciones no probadas de que Menéndez se acostó con prostitutas menores de edad mientras estaba en República Dominicana con Melgen  ̶ su país de origen. El informante anónimo que hizo las acusaciones por primera vez nunca presentó ninguna evidencia y el FBI nunca pudo confirmar las acusaciones.

Menéndez respondió llamando a Hugin "el más sucio  de los sucios”, el “más canalla de los canallas”. 

Realmente, Hugin cargaba sus propios problemas éticos. Durante su mandato en Celgene, pagó US$280 millones para liquidar los cargos en su contra porque presentó reclamaciones falsas al Medicare y 28 programas estatales de atención médica, y promocionó dos medicamentos contra el cáncer, Revlimid y Thalomid, para tratamientos que no fueron aprobados por la Administración de Drogas y Alimentos de EE. UU.

La compañía gastó una cantidad récord de dinero para bloquear la legislación que habría hecho más fácil para las compañías de genéricos producir una alternativa de menor costo a su rentable medicamento contra el cáncer Revlimid, y con su continuo monopolio asegurado, aumentó su precio tres veces el año pasado, totalizando alrededor del 20 %, según SunTrust Robinson Humphrey.

Hugin también combatió los esfuerzos para admitir mujeres en los famosos clubes de comida de la Universidad de Princeton, un tema que Menéndez destacó a lo largo de la campaña.

Menéndez también golpeó a Hugin mediante Trump, alegando que sería un sello de goma para calzar los puntos de la impopular agenda del Presidente, entre los que incluye el límite de la deducción federal para impuestos estatales y locales y la derogación de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio.

"Será otro voto para Donald Trump", dijo Menéndez durante el único debate en el Senado. "Yo me enfrentaré a Donald Trump".

Además, Trump no ayudó a Hugin cuando publicó en Twitter un respaldo pocas horas antes de que se cerraran las urnas: "Bob Hugin, exitoso toda su vida, sería un gran senador de Nueva Jersey. ¡Tiene mi respaldo completo y total! ¡Salga y vota por Bob".

El líder de la minoría de la Asamblea Estatal, Jon Bramnick, republicano por Union, sugirió que Trump estaba hundíendo a Hugin.

"Es muy difícil (ganar) en un estado azul, cuando tienes un presidente que puede tener razón en lo político, pero se equivoca de persona", dijo Bramnick el martes por la noche.