PUERTO PRÍNCIPE, Haití.-El periódico The New York Times asegura en un reportaje que el presidente de Haití, Michel Martelly, se ha tornado más autoritario (“duro”) mientras los escándalos lo cercan en torno a sus amigos de mayor confianza.
El reportaje, firmado por Frances Robles, expone que antes de alcanzar la presidencia Martelly tenía entre sus propósitos gobernar sin el Parlamento que le hiciera contrapeso.
Con una fuerte palmada, Michel Martelly resumió los primeros pasos que tomaría si alguna vez dejara el negocio de la música y se convirtiera en el presidente de Haití, describe el reportaje del TNYT.
“Lo primero que haré, cuando me establezca en el poder, lo que sería muy fuerte y necesario: cierro eso del Congreso”, dijo Martelly, según una cita de 1997, cuando todavía era un cantante muy popular. “¡Fuera de aquí!”
Agrega que sus palabras resultaron proféticas. Una crisis política de casi cuatro años durante la presidencia de Martelly dio vida a la fantasía que él describió una vez: Ahora dirige el país sin los controles y equilibrios de un parlamento.
Detalla que cuando Martelly y sus opositores en el Parlamento no pudieron ponerse de acuerdo sobre las elecciones, expiró la mayoría de los periodos legislativos, y las sillas se mantienen vacías. Sólo 11 funcionarios electos permanecen en todo el país, y el presidente es uno de ellos.
Durante dos meses Martelly ha gobernado Haití mediante órdenes ejecutivas, concentrando el poder en manos de un hombre que, según dicen sus críticos, está atrapado por su pasado, rodeado de una red de amigos y colaboradores que fueron arrestados por cargos de violación, asesinato, tráfico de drogas y secuestro.
“El Presidente fue muy criticado por el manejo de un caso de tráfico de drogas en 2013 que involucra a Evinx Daniel, un hotelero destacado y contribuyente en la campaña de Martelly, que es dueño de Dan´s Creek, un hotel que se sabe frecuenta el Presidente”
Resalta que en la medida en que Martelly refuerza su posición en el poder, los escándalos que involucran a personas cercanas a él han ido en aumento, lo que plantea interrogantes sobre la capacidad del Presidente para dirigir.
Explica que uno de los principales asesores de Martelly estuvo encarcelado seis meses durante el mandato del Presidente, después que fue acusado de matar a un hombre en un tiroteo en la frontera con República Dominicana. Otro amigo del Presidente desapareció el año pasado, poco después de ser liberado de la cárcel por un caso de tráfico de marihuana. El fiscal en ese caso huyó del país por temor a represalias.
“Sin embargo, otro de los colaboradores del Presidente está en la cárcel, acusado de dirigir una banda de secuestradores. Las autoridades están tratando de determinar si este hombre, Woodley Etheart, quien dijo que trabajó en el Ministerio de Interior, lavó dinero del rescate a través de un lucrativo contrato de cáterin en el palacio presidencial, dijo un investigador familiarizado con el caso”, detalla.
Agrega que un viejo oficial de la autoridad dijo que dejó de asistir a eventos en el palacio porque no dejaba de toparse con personas que habían sido detenidas por cargos tan graves como asesinato, pero que ahora estaban trabajando en las oficinas presidenciales como guardias de seguridad.
“Allí estaban, en el palacio, portando armas automáticas”, dijo el funcionario bajo la condición de que su nombre no fuera publicado por motivos de seguridad.
La administración Martelly ha sido más criticada por sus efectos sobre el poder judicial en los casos penales de algunas personas cercanas al Presidente que, o bien se han estancado o se han evaporado.
Fiscales que se oponían a la interferencia de la administración fueron despedidos o huyeron, y un juez que se quejó de que el Presidente se había inmiscuido en un caso de corrupción civil contra la primera dama murió dos días después.
“Yo estaría muy preocupado de esta red interconectada de personajes nefastos”, dijo Robert Maguire, un especialista sobre Haití de la George Washington University. “Martelly les ha dado poder para hacer lo que hacen. Se ha establecido un ambiente de corrupción, abuso de poder e impunidad”.
The New York Times indica que la oficina del presidente no respondió a varias solicitudes de entrevista solicitadas desde enero. El portavoz presidencial, Lucien Jura, no respondió a las reiteradas solicitudes de comentarios.
Explica cómo los aliados de Martelly lo defendieron diciendo que el Presidente no podía ser culpado por las actividades de sus amigos.
“Algunos dijeron que él es leal ante una falla, y que va a estar al lado de los viejos amigos sin que importe qué problemas tienen. El Presidente, dijeron sus asesores, quiere lo mejor para Haití, pero es fácilmente influenciable por familiares conocidos por sus vínculos con el narcotráfico y los amigos que abusan de su cercanía al poder”, expone.
Uno de los familiares, el cuñado del Presidente, Charles Saint-Rémy, dijo que el Presidente y su familia habían sido víctimas de una campaña por motivos políticos para desacreditarlo.
“Hemos tenido estabilidad durante cuatro años”, dijo Daniel Edwin Zenny, un senador aliado del Presidente. “Solíamos tener entre 10,000 y 20,000 personas protestando en las calles todos los días. Ahora tenemos entre 1,500 y 4,000, y mientras ellos están protestando, el país está avanzando. Esto todavía no es un problema importante”.
Martelly fue elegido en 2011 después de ser colocado en una segunda ronda a pesar de quedar en tercero en unas elecciones disputadas. Organizaciones internacionales, con la ayuda de Washington, ayudaron a Martelly documentando el fraude electoral generalizado de sus rivales.
El papel de Washington en la elección y la cálida relación del embajador de EE.UU. con él, desde entonces han hecho daño a la credibilidad de Martelly en el país, donde el al Presidente se le considera un miembro de la élite conservadora, desconectado de la mayoría pobre.
Aún así, se le acredita con haber sacado de las carpas a la gran mayoría de los residentes que perdieron sus hogares en el devastador terremoto de 2010. Paneles solares iluminan las calles antes a oscuras, se están construyendo ministerios gubernamentales y hoteles. Se promulgó una ley anticorrupción, y el Presidente encontró formas creativas para inscribir a más niños en la escuela primaria.
Los escombros que cubrieron las calles después del terremoto han desaparecido, así como también la mayoría de las tiendas de campaña en las que vivían 1,5 millones de haitianos, en los parques de estacionamiento, en los separadores viales y otros rincones de espacio abierto.
Haití tiene ahora una de las economías de más rápido crecimiento en el Caribe, en gran parte gracias a los proyectos de infraestructura financiados por el dinero ahorrado por Haití mediante la compra de petróleo de Venezuela en condiciones preferenciales. Pero incluso con ese crecimiento, y los miles de millones en ayuda internacional, el 24% de los haitianos sigue viviendo en la pobreza extrema, según el Banco Mundial.
“La construcción es para ciertas personas, para la gente rica. Construyeron nuevos bancos, construyeron hoteles y edificios gubernamentales nuevos”, dijo Jean François, de 52 años, un padre de seis hijos que ha vivido en una tienda de campaña en la ladera de una colina por cinco años. “Los funcionarios del gobierno pasan en coche por este cerro todos los días, pero no nos ven”.
Ahora que Martelly puede organizar elecciones sin tener que concertar con opositores en el Parlamento, dentro de poco, de nuevo será tiempo de votaciones. El movimiento para derrocar al Presidente parece estar perdiendo fuerza. Una huelga general organizada por partidos de la oposición en los últimos días, fracasó.
“Mucho del ‘progreso’ es un poco truco con humo y espejos”, dijo Nicole Phillips, abogado del Instituto para la Justicia y la Democracia en Haití, con el argumento de que la administración de Martelly mejoró la infraestructura y construyó hoteles, pero también tomó medidas enérgicas contra los activistas pro-derechos y manipuló el poder judicial en beneficio de los socios del Presidente. “Dieron un paso adelante, pero más bien han dado dos pasos atrás”.
El último primer ministro de Martelly, Laurent Lamothe, fue visto por muchos como alguien que tomaba medidas enérgicas contra el secuestro y la delincuencia organizada. Pero Lamothe fue expulsado en diciembre, cuando la crisis política entre los partidos de de la administración y de la oposición llegó a su apogeo.
Entre los que protestaron en las calles exigiendo la destitución de Lamothe estaba Saint-Rémy, el hermano de la primera dama, quien admite que vendió drogas en su juventud, pero quien ahora funciona como un asesor no oficial del Presidente. Saint-Rémy estaba enfurecido por la detención de Etheart, quien opera un restaurante francés caro conocido por ser uno de los lugares favoritos del Presidente, pero quien también ha sido identificado por la Policía Nacional de Haití como el líder de Galil, una banda de secuestradores.
Saint-Rémy comenzó a llamar a los funcionarios gubernamentales de alto rango para abogar por la liberación de su amigo, dijeron tres personas cercanas a la administración. Simon Desras, que fue presidente del Senado de Haití durante la crisis política, dijo que uno de los llamados le dijo que consideraba la llamada más como una amenaza que como una petición.
“En el entorno de Martelly uno no encuentra santos”, dijo Desras. “Encuentras demonios”.
Saint-Rémy admitió haber “tenido discusiones" con altos funcionarios sobre el caso, porque él sigue firmemente convencido de que su amigo es inocente y que cayó en una trampa del políticamente ambicioso ex primer ministro Lamothe, en un intento por desacreditar al Presidente.
“Laurent ha estado jugando a la política dura, porque él siempre ha querido ser el único jugador en pie”, dijo Saint-Rémy.
Lamothe no respondió a las reiteradas solicitudes de una entrevista.
Etheart fue arrestado el año pasado en relación con el secuestro de un empresario por hombres armados con uniformes de policía que demandaban US$1.2 millones.
Registros telefónicos mostraron que Etheart estaba en contacto con los secuestradores y que, al igual que los secuestradores, había apagado su teléfono celular en el momento preciso del secuestro, según un informe de la investigación policial. Una matrícula de automóvil del Ministerio del Interior que se encontró en un vehículo en la casa de Etheart había sido reportada en secuestros anteriores, dijo un investigador.
La policía vinculó el caso a otros 15 secuestros que involucraron 17 rehenes y un asesinato, dijo la policía.
Sin embargo, rápidamente surgieron irregularidades en la investigación.. De acuerdo con funcionarios del gobierno, algunas citaciones para entrevistar a varios testigos se estancaron durante meses. Cuando el juez de instrucción ordenó la detención de la esposa de Etheart y cerró el restaurante francés caro que operaba la pareja, otro juez la puso en libertad y eliminó el sello judicial de las puertas del restaurante.
Etheart niega haber actuado mal, diciendo que su arresto fue el resultado de sus “relaciones presidenciales."
“Yo soy como un gran Kleenex”, dijo en una entrevista de radio el año pasado. “Me utilizaron y luego me echaron”.
Dos agentes de la ley en Haití dijeron que Etheart había sido detenido a finales de 1990 con un hombre desnudo en el baúl de su auto, lo que condujo a los oficiales hasta una escena de crimen cercana. Etheart negó las aseveraciones en la entrevista radial, pero reconoció que en otro momento le encontraron US$178,000 en efectivo, producto, dijo, de un festival de música en Miami.
Su abogado, Claudy Gassant, dijo que las pruebas de la fiscalía eran inconsistentes. “Nadie en el palacio intervino o pidió al poder judicial que lo liberaran. Nadie”, dijo Gassant. “Para mí, su relación con el Presidente no tiene importancia”.
Evans Paul, quien fue nombrado primer ministro después de la destitución de Lamothe, dijo que el hecho de que Etheart esté en la cárcel en espera de juicio demuestra que el país tiene un poder judicial independiente.
“No podemos impedirle a alguien que elija a sus amigos, y no podemos hacerlo responsable por las acciones de su amigo”, dijo Paul del presidente. “Sólo si se puede demostrar que hay complicidad”, indica.
La Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos, una organización de derechos humanos en Haití, ha afirmado que el Presidente y su gabinete fueron cómplices en la protección de traficantes de drogas en otros casos.
El Presidente fue muy criticado por el manejo de un caso de tráfico de drogas en 2013 que involucra a Evinx Daniel, un hotelero destacado y contribuyente en la campaña de Martelly, que es dueño de Dan´s Creek, un hotel que se sabe frecuenta el Presidente.
Daniel le dijo a las autoridades que había encontrado 23 paquetes de marihuana flotando en el mar y decidió llevárselos a su casa. Llamó al cuñado del Presidente, a Saint-Rémy, quien a su vez llamó a la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos para que recogiera la carga, dijo el cuñado.
Un fiscal, Jean Marie Salomón, dudaba de la historia, y sospechaba que se trataba de una artimaña para encubrir un negocio de drogas con el que los residentes locales se habían tropezado, y arrestó a Daniel por cargos de narcotráfico. Pero el fiscal estaba nervioso, porque sabía que el hotelero había participado activamente en la campaña del presidente Martelly.
El sospechoso fue puesto en custodia y se le permitió hacer una llamada telefónica. Llamó al ministro de Justicia, al jefe del fiscal, y le entregó el teléfono.
“Me dijo: ‘Comisario, alguien quiere hablar con usted’”, recordó Salomón en una entrevista. “Me dijo: ‘El ministro está en el teléfono’”.
Daniel fue puesto en libertad al día siguiente, Salomón fue suspendido por abuso de poder, y más tarde renunció. El guardaespaldas de la policía del fiscal no se presentó a trabajar de nuevo, dijo Salomón. Salomón dijo que vio a hombres armados y enmascarados fuera del tribunal precisamente cuando los investigadores lo llamaban para discutir el caso del señor Daniel.
Poco después, Salomón dijo que el presidente Martelly fue a Port Salut, a unos 140 kilómetros al oeste de la capital, y se quedó en el hotel de su amigo.
“No sólo fue una provocación por parte del Presidente, sino también un mensaje en clave”, dijo Salomón. “Ese día, comprendí que había una recompensa por mí, y que mis días estaban contados”.
Salomón llamó a las Naciones Unidas buscando ayuda y huyó del país, pero regresó.
El hotelero desapareció tres meses después de su liberación de la cárcel y se presume muerto por muchos.
“Desde que Martelly asumió el cargo, las instituciones del Estado se han vuelto más débiles que antes”, dijo Pierre Esperance, director de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos. “No tenemos ningún estado de derecho en Haití”.
Los abogados de derechos humanos dijeron que la ausencia de un parlamento les había dejado el papel del control y equilibrio de poderes a ellos. Un informe del Senado acusó al Presidente de mentir sobre su interferencia en un caso de corrupción civil presentada contra la primera dama, pero los esfuerzos a favor de un juicio político se estancaron debido a la falta de quórum en la legislatura.
Un abogado de derechos humanos, Samuel Madistin, presentó una denuncia pidiendo una investigación sobre la muerte repentina del juez Jean Serge Joseph en 2013, dos días después de decirle a Madistin que el Presidente había asistido a una reunión ilegal para presionarlo para que desestimara el caso contra la primera dama.
El informe de un médico forense estableció que quien realizó la autopsia en Quebec carecía de los archivos médicos en Haití necesarios para tener la certeza de cómo había muerto el señor Joseph, pero que la muerte fue el resultado de una hemorragia cerebral.
“No soy ningún ingenuo. Sé que mientras los que están en el poder mantengan el poder, no hay manera de que este caso avance”, dijo Madistin. “Hacer esta denuncia es como tirar una piedra. Algún día, la roca caerá en algún lugar”.
Fuente: www.nytimes