Millones de pesos se ha gastado la Junta Central Electoral promoviendo en todos los medios de comunicación a la vicepresidenta de la República, doctora Margarita Cedeño de Fernández, una activista del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y potencial candidata en las elecciones del 2016.

¿Y cómo lo hace la JCE? Publicando espacios pagados en los diarios  impresos con la fotografía de la vicepresidenta, a quien presenta como la persona que corta la cinta inaugural de nuevos edificios donde funcionará la Junta Electoral, la Oficialía Civil y Centro de Cedulación.

Revise los diarios de ayer y encontrará, en todos, una página completa, pagada con fondos de la JCE, pero presentada como una publicidad del Gabinete de Políticas Sociales, que coordina la Vicepresidencia de la República, dando cuenta de la inauguración del nuevo edificio de la Junta Electoral en Restauración, provincia de Dajabón.

Promocionalmente se hizo lo mismo con las inauguraciones de las Juntas Electorales de Villa González, Santiago, Jima Abajo, La Vega, y Sabana de la Mar, Provincia Hato Mayor. Se trata de millones de pesos en promoción política, que se paga con fondos de la Junta Central Electoral.

Lo más grave, en el caso de Santiago, es que la Vicepresidenta de la República no asistió a la inauguración en Restauración, porque no le prestaron el helicóptero de la Presidencia. Roberto Rosario inauguró solo el local, pero se buscó una fotografía de sus archivos con Margarita Fernández, en el Palacio Nacional, y se publicó dando la impresión de que se produjo "la entrega” del moderno edificio.

Se perdieron todos los pruritos en asuntos electorales. No hay razón para que una institución que demanda miles de millones de pesos del presupuesto nacional se gaste una millonada en promoción política, a más de un año de las elecciones, y que lo haga promoviendo a alguien que puede ser, o podría ser, como es el caso de la vicepresidente Margarita Cedeño, candidata presidencial por una de las fuerzas políticas.

Quirino y los otros pre candidatos del PLD

A propósito de candidaturas del PLD, el caso Quirino-Leonel pareciera que representó no sólo un frenazo en el lanzamiento oficial de la pre-candidatura oficial del ex presidente de la República, sino que paralizó a todos los otros aspirantes.

Las promociones en vallas de Leonel Fernández, aunque no se pudo completar en todo el país, se realizó satisfactoriamente. La Autopista Duarte, por ejemplo, está llena de promociones de Leonel Fernández. La fecha era febrero. Y todo se derrumbó con las denuncias de Quirino. Ahora no hay fecha, pese a los apoyos que los pequeños partidos de la derecha le brindan al doctor Fernández.

El problema es que el PLD pareciera atomizado. Francisco Javier García, que llevaba mucho impulso detuvo sus actividades públicas, la promoción directa. Ahora realiza algunas actividades sin mucho entusiasmo. Y simpatiza con la idea de la reelección de Danilo Medina, si se plantea como opción. No es lo mismo con la candidatura de Fernández.

Reinaldo Pared, que en principio entendió que la estocada de Quirino podría beneficiar sus aspiraciones, se ha ido dando cuenta que las cosas perjudican mucho más que a Leonel Fernández. No ha detenido sus aspiraciones de un frenazo, pero está contenido. Mira con mucha atención las señales que se emiten desde el Palacio Nacional. No es que le vaya a dar tórticulis, pero tiene la mirada aguzada sobre lo que dice y quiere Danilo Medina.

Con Temístocles Montás y Radhamés Segura no hay problemas. Ellos ríen con la muela de atrás observando los tambaleos de Leonel Fernández, quien no ha atinado a dar una respuesta y sigue guardando silencio. No es que le deseen mal a Leonel Fernández, pero son partidarios de un criterio muy acendrado en la sociedad dominicana: el que la hace la paga.

Víctor Díaz Rúa y el Rey Juan Carlos

Víctor Díaz Rúa, ex ministro de Obras Públicas, se la busca en las alturas. Luego de calmar las avispas judiciales en Santo Domingo, ha guardado silencio. No ha dicho nada sobre Leonel y Quirino. Tampoco da declaraciones a los medios, pero le gusta aparecer con personalidades del mundo de la realeza. Si no lo cree, mire la fotografía y se dará cuenta de lo que decimos. Los convidados no estaban en un safari matando elefantes, estaban comiéndose un cabrito con el rey retirado de España, Juan Carlos I, quien dejó el rancho ardiendo: su mujer lo abandonó por problemas de infidelidad, su hija fue sometida a la justicia por corrupción con su esposo, y él mismo fue descubierto asesinando elefantes en África. Al final, no aguantó y tuvo que entregar el trono a su hijo, Felipe.