SANTO DOMINGO.- El precandidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, expresó su esperanza de que en el  año 2015 la sociedad dominicana renueve su voluntad de alcanzar una democracia eficaz y equitativa, donde las instituciones del Estado estén realmente al servicio del interés público,  y que el desarrollo económico sirva para disminuir las desigualdades sociales.

En un mensaje con motivo del nuevo año, el economista y empresario dijo que el liderazgo cívico del país debe asumir un rol más activo en el debate sobre los grandes temas que interesan a la nación para evitar que las élites políticas y las corporaciones económicas que controlan el poder sean las que determinen la agenda nacional y las prioridades de la inversión pública.

“Tenemos que mejorar la calidad de la democracia dominicana, y esa tarea no podemos dejar exclusivamente a los grupos que controlan el poder, ya que en muchos casos sus prioridades son totalmente diferentes a las del resto de la sociedad, como quedó demostrado en la lucha por el cuatro por ciento para la educación”, apuntó el licenciado Abinader.

Consideró que la agenda del 2015 debe priorizar la atención a importantes temas pendientes de alto interés nacional,  como la corrupción y la impunidad, el desempleo,  el endeudamiento interno y externo, la  seguridad ciudadana, la crisis del sector eléctrico, las deficiencias del transporte público, la falta de independencia de la Justicia y la necesidad de mejorar la democracia electoral.

Luis Abinader
Luis Abinader

Afirmo que si no se avanza en estos grandes temas, el país seguirá presentando un balance deficitario en los principales aspectos que definen un Estado Social de Derecho, como lo plantea la actual constitución dominicana.

Recordó que durante tres años consecutivos, la República Dominicana ha encabezado la lista de los países del mundo con peor calidad en el gasto público, lo que significa que el Gobierno está distribuyendo el dinero que recauda a través de los impuestos y del endeudamiento en áreas que no contribuyen de manera decisiva al desarrollo nacional.

De acuerdo al licenciado Abinader, la ausencia de un equilibrio en los poderes públicos, especialmente a nivel del Congreso y  del Poder Judicial, ha contribuido a reforzar la vieja cultura del caudillismo presidencial, donde la figura del presidente de la República tiende a suplantar a la mayoría de las instituciones del Estado, debilitando de ese modo la institucionalidad democrática.

Dijo que su visión del poder corresponde a un Estado de Derecho donde los partidos políticos,  las instituciones públicas, el liderazgo social y la opinión pública juegan cada uno el rol que le corresponde para asegurar el balance adecuado de un sistema democrático.