SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Las declaraciones del Ministro de Interior y Policía, José Ramón Fadul, llenaron la copa de la familia Castillo y de su grupo Fuerza Nacional Progresista. Quedaron en ridículo, no se reunieron con el presidente, no hay ninguna negociación, el reglamento de la ley 169-14 se queda como está, y los Castillo se excedieron en sus declaraciones con respecto al presidente Danilo Medina, quien no es un monigote ni se deja manipular.

Eso lo dijo con claridad meridiana Fadul en el programa El Despertador, a Marino Zapete y Edith Febles. Fue un arrugón, una bomba que dejaba en la más esplendorosa desnudez las declaraciones previas de Vinicio Castillo Semán, en el sentido de que se había reunido con el presidente y que estaban en negociaciones en torno al reglamento de la ley 169-14.

En la tarde del miércoles fue Marino Vinicio Castillo quien convocó a sus huestes familiares y políticas y los convidó al Palacio Nacional, donde no tenían ninguna cita. Al mismo tiempo se dio por aludido, y acudió a la sede del gobierno, José Ramón Fadul, el Ministro de Interior y Policía.

En los pasillos del Palacio Nacional se sintió con olor a azufre de la presencia de Marino Vinicio Castillo, director de Ética e Integridad Gubernamental del Gobierno y asesor de drogas del Poder Ejecutivo, y la de su hijo el ministro de Energía y Minas, Pelegrín Castillo. Subieron al tercer piso de la casa de gobierno, pero el presidente Danilo Medina no estaba allí.

En el parqueo del Palacio Nacional había quedado José Ricardo Taveras, director Nacional de Migración, y otros funcionarios gubernamentales y miembros del grupo llamado Fuerza Nacional Progresista. Previamente, en su reunión como entidad política habían tomado la decisión de responder las declaraciones de Fadul con la renuncia colectiva. Hubo lágrimas, respuestas de negación, refunfuñeos, rechinar de dientes y una decisión dictatorial: hay que plantarle cara al presidente Danilo Medina y en especial al Ministro de la Presidencia Gustavo Montalvo.

Vinicio Castillo Semán había dejado clara su indignación en su cuenta de Twitter, llamando “traidor” a un funcionario importante del Palacio Nacional, empleado de la USAID, promotor de la invasión haitiana y defensor de la Ley 169-14 y de su reglamento.

Esto fue lo previo a la visita al Palacio Nacional, escrito y publicado con indignación por Vinicio Castillo Semán:

“Las declaraciones del embajador de EU explican porque en la agenda de sus agentes en RD esta dividir al PLD y al bloque progresista…

“Quien propició la persecución contra LF? Quien ha estado golpeando a don Carlos ? A la FNP ? A Elías Wessin ? A todos los aliados ? …

“Las respuestas a esas preguntas llevan a la identificación del caballo de Troya .que está adentro .decidiendo en coordinación con USAID…

“Ese caballo de Troya es por encargo de USAID el responsable hacer estallar unidad del bloque y del PLD. Y de la entrega de la soberanía…

“Como todo buen agente infiltrado trabaja metódicamente, con sigilo, sin dar la cara. Influyendo en todo desde el gobierno…

“Como parte del plan del traidor está mantener contacto con Juan Bolívar fomentando la convergencia y colocarles ventajas en gobierno…

“El traidor ha logrado colocar a sus agentes de sociedad civil en distintos puestos claves para hacer estallar escándalos antes del 16…

“El traidor ha hecho su trabajo y terminara aconsejando al Pte que no se involucre en la campaña del 16. Para desalojar al PLD del poder…

“Y cumplir con lo que dice hoy el embajador de EU. su real mandante…

“Y paralelamente darle full a la haitianizacion . Con apoyo mediático de Juan Bolívar, Huchi, Cavada etc…”

La gran dificultad de los Castillo cuando llegaron al Palacio Nacional en horas de la tarde era que el presidente Danilo Medina, siempre paciente y dispuesto a escuchar cualquier barbaridad, no estaba presente. El presidente se encontraba en las provincias María Trinidad Sánchez y Samaná entregando 108 nuevas aulas para la tanda extendida. Llegó alrededor de las 6 de la tarde y lo esperaban aún unos políticos y funcionarios que no tenían cita con él.

El presidente aterrizó en su helicóptero alrededor de las 7:05 de la noche. Vincho y Pelegrín expedían aún su olor a azufre y se pavoneaban en ausencia del presidente de la prestancia de su alianza con el PLD. Los vehículos oficiales del director de Migración y de otros funcionarios ultranacionalistas se encontraban estacionados en el parqueo del Palacio Nacional.

El presidente llegó y no les atendió de inmediato. No tenía prisa, según las versiones recibidas por Acento. José Ramón Fadul se marchó más temprano, sabiendo que el presidente tardaría en llegar. A las 9:58 minutos no había información sobre el desenlace. El alegado trauma incluía la renuncia colectiva de todos los miembros de la familia Castillo y de la FNP al gobierno.

Querían hablar con el presidente. Acento supo que a las 10:25 seguían en una conversación, y no se sabe si era con el presidente o con algún delegado del presidente, que no era Gustavo Montalvo, porque el señor Montalvo más que responder al presidente Medina responde al embajador de los Estados Unidos y es un traidor a la patria, de acuerdo con las denuncias de los ultranacionalistas. Lo definen como el Caballo de Troya en el gobierno. Y quienes conocen a Gustavo Montalvo saben que es persona digna, que no cede a chantajes, no se deja provocar, pero mucho menos procede por temor o se deja humillar.

El argumento de los Castillo es que la situación del gobierno con ellos estaba muy difícil por la promulgación del reglamento de la ley 169-14 y las declaraciones de José Ramón Fadul, que los dejaba  en ridículo ante el país.

Los Castillo y los dirigentes de la FNP que están en el gobierno obstaculizan todas las decisiones en relación con la ley 169-14 y su reglamento. Están presentes en las reuniones, pero llegan tarde o sencillamente no asisten, nunca aportan nada en las discusiones, y cuando hay decisiones de cuidar la discreción, buscan forma de dar a conocer los detalles. Por eso hay funcionarios del gobierno que ya están hartos y que quieren que los Castillo se vayan de una vez por todas.

A medianoche se esperaba que salieran del Palacio Nacional y dijeran si se iban o no. Pero eso no llegó a saberse.