Los aliados al PLD y a PRD: Unos votos muy caros a costillas de la ciudadanía (II)

SANTO DOMINGO. República Dominicana (Panky Corcino/Acento.com.do).–Además de las contribuciones económicas directas que pudieron tener de su aliado en el poder, para 2012 las 13 organizaciones que apoyaron al PLD recibieron del Estado –por tratarse de un año con elecciones– más de 523.9 millones de pesos, de los más de mil 403.2 millones que destinaron los contribuyentes para financiar a los partidos.

La dirigencia del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), con menos del 5% en la contienda presidencial de 2008, en la que la organización sólo alcanzó 4.59%, cabildearon para que la organización fuera considerada junto a las dos mayoritarias en la repartición de los fondos.

Por esa razón recibió el año pasado RD$374,189,333.33, igual que el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Los dirigentes del PRSC conservan el privilegio de mantener la franquicia política como una bisagra que puede ser decisoria mientras las organizaciones mayoritarias requieran del 50% más un voto para ganar en una primera vuelta electoral. La diferencia entre el PRD (42.13%) y el PLD (37.73%) en las votaciones de 2012 fue de 4.4 puntos porcentuales.

En 2012 la Junta Central Electoral (JCE) distribuyó entre los partidos RD$1,403,210,000. Los 13 aliados del presidente Danilo Medina recibieron RD$523,944,136.96 y obtuvieron en conjunto 613,491 votos. En cambio, las cinco que apoyaron al expresidente Hipólito Mejía se beneficiaron con RD$60,157,955.06 y alcanzaron 218,868 sufragios.

Pese al bajo rendimiento electoral de las organizaciones pequeñas y a su costo para los contribuyentes, el analista político reformista Belarminio Ramírez justifica su existencia. “En la democracia, la importancia de los partidos no está determinada solo en función del porcentaje de votos que obtienen en los procesos electorales”, dice.

“Estos partidos minoritarios, unos más que otros, hacen contribuciones al sistema en el sentido de que inciden en la construcción de la opinión pública, y en algunos casos, pueden poner en el debate temas que no ponen los partidos mayoritarios”, dice.

Sin embargo, lamenta que ninguna de las organizaciones pequeñas “se ha propuesto la tarea de empoderar social, comunitaria, religiosa y profesionalmente a sus directivos”.

Pero para el politólogo Rafael Toribio está claro que si esos partidos pequeños que sólo sirven para aliarse a los grandes desaparecen, la democracia dominicana perdería muy poco.

“Nada pasaría en el sistema de partido si desaparecen. Es más, creo que sería positivo. Sin posibilidades de alianza, que le permite la supervivencia y la administración de una parte del Estado, no son nada. Quizás esto les obligue a dejar de ser `emergentes permanentes` o partidos rémoras`”.

Por lo pronto, si desaparecieran los contribuyentes ahorrarían mucho dinero. Entre los aliados del PLD, en 2012 el Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS) recibió del Estado 18.6 millones de pesos; el Partido Quisqueyano Demócrata Cristiano (PQDC), 16.5 millones; la Unión Demócrata Cristiana (UDC), 18.1 millones; la Fuerza Nacional Progresista (FNP), 13.5 millones; el Partido Cívico Renovador (PCR), 10.1 millones; el Partido de los Trabajadores Dominicanos (PTD), 11.9 millones, y el Partido Popular Cristiano (PPC), 11 millones.

El Partido Acción Liberal (PAL), se benefició con 9.7 millones de pesos; el Partido Socialista Verde (PASOVE), 9 millones, Partido Unión Nacional (PUN), 10 millones; el Partido Liberal de la República Dominicana (PLRD), 10 millones y el Partido Demócrata Popular, 10.6 millones.

Nuevas reglas. Cuando a Belarminio se le pregunta si vale la pena para la democracia que existan partidos como la FNP de Marino Vinicio (Vincho) Castillo, el BIS de José Francisco Peña Guaba o la UDC de Luis Acosta Moreta (El Gallo), el politólogo afirma: “Estas organizaciones, al igual que los partidos mayoritarios, deben ser objeto de un rediseño para que sus intereses y su plan de acción tengan sinergia con los intereses y deseos de la ciudadanía”.

Rafael Toribio va más lejos. Propone que a los partidos pequeños se les obligue “a participar, al menos, cada cierto tiempo, en las elecciones de manera independiente, para que les cuenten los votos y se pueda ver si pueden mantener el reconocimiento”.

Entiende que, aunque existe una justificación teórica para mantener los partidos emergentes, “en la experiencia dominicana, sin embargo, salvo escasísimas excepciones, como ADP, Alianza País, Frente Amplio, la mayoría de los llamados partidos emergentes no representan  ninguna alternativa ideológica frente a los tradicionales”.

En cuanto a la función de representación Toribio sostiene que “es muy poco” lo que esas organizaciones representan. “Incluso, lo que `aportan` a los partidos con los que siempre se alían es desproporcional a los recursos públicos que reciben y al pastel del Estado que se les otorga como recompensa”.

Aliados de todo tipo

Salvo escasas excepciones, los dirigentes del Bloque Progresista prefieren eludir el debate sobre sus roles en el Gobierno desde los que manejan fondos públicos y algunos pudieran estar inconformes con el PLD, como el PQDC, cuyo presidente Elías Wessin Chávez, sometido a la Justicia por supuesta corrupción administrativa.

La Procuraduría General acusó a Wessin Chávez de malversar, junto a otros exfuncionarios, más de RD$157 millones cuando fungió como administrador de  Bienes Nacionales.

Wessin Chávez confiesa que el PQDC mantiene el control de Bienes Nacionales. “Es parte de los acuerdos arribados con el PLD y el actual presidente Danilo Medina. El partido es que tiene la responsabilidad de recomendar a quien dirija a Bienes Nacionales de ternas que se presentan, lógicamente bajo un perfil que el Presidente de la República considere aceptable. En un primer año le ha tocado a Emerson Soriano”.

Dice que el PQDC no ha roto con el PLD. “Pero es obvio, que en lo particular, me refiero a mí como líder, soy víctima de una persecución política ejercida por un sector del PLD que aspira a llegar al poder destruyendo reputaciones y honras bien ganadas”.

“Es el sector del aspirante (Francisco) Domínguez Brito que tiene todo un tinglado de campaña montado en la Procuraduría General de la República, con quien nunca he tenido un sí ni un no, pero que parece que a la distancia ese sentimiento impuro de la envidia y el celo político hizo sus efectos en él”, añade.

Asegura que Domínguez Brito exhibe una “pseudo-política” anti-corrupción que, desde su punto de vista, “el pueblo ya ha valorado como demagógica y selectiva”. Atribuye la supuesta persecución en  su contra a que en 2002 “fueron exactamente los votos del PQDC que impidieron que él fuera senador por Santiago”. Recuerda que en esa ocasión, su partido apoyó al candidato del PRD.

También Andrés van der Horst, presidente del PLRD, muestra inconformidad. Su partido obtuvo en 2012 sólo 11,685, el 0.26% de los sufragios. “Desde agosto de 2009 salimos del Gobierno y a pesar de apoyar al PLD en las elecciones de 2010 y de 2012 no fuimos tomados en cuenta por el gobierno de Danilo”.

Lamenta el trato que recibe, al resaltar que su organización fue  la primera del Bloque Progresista que decidió apoyar a Medina cuando todas las demás estaban esperando una posible postulación de Fernández antes de embarcarse con el PLD.

Andrés Van der Horst Álvarez, hijo del presidente del PLRD, dirige hace varios años el Consejo Nacional de Competitividad.

El PLD y el presidente Medina tienen en su campo de batalla a un aliado como el presidente del PDP, Ramón Nelson Didiez Nadal, un dirigente político que Leonel Fernández designó en agosto de 2007, mediante el Decreto número 459-07, como “embajador adscrito” a Relaciones Exteriores y que ahora, apenas seis años después, aparece como pensionado en documentos de ese ministerio.

Didiez Nadal cobró fama por una campaña en la que aspiró a Presidente de la República con la promesa de resolver los problemas del país con la emisión de inorgánico a través de “la máquina de hacer cuartos”.

Más que una organización política, el PDP parece un pequeño fundo familiar. En los documentos de la JCE Didiez Nadal aparece como presidente, mientras su cuñada Matilde Ogando figura como Secretaria General y delegada ante el organismo comicial, teniendo como suplente ante el organismo a Nelson Fidel Didiez Nadal, hijo del presidente del partido.

Otras organizaciones rémoras con familiares en su cúpula son el PPC de Héctor Rafael Peguero Méndez (coordinador del IDESUR) y el PCR del general retirado Radhamés Zorrilla Ozuna, un militar del entorno de Hipólito Mejía que se subió temprano al tren del transfuguismo político y ahora administra el Instituto Nacional de Estabilización de Precios (INESPRE), con un presupuesto de RD$390,807,937 para este año.

Las cúpulas del PDP, el PPC y el PCR demuestran que, aunque no existe una ley que lo prohíba,los contribuyentes financian partidos que operan como franquicias familiares.

También conserva el puesto que le asignó Fernández en 2004, el presidente del PTD, José González Espinosa, director del Fondo de Promoción a las Iniciativas Comunitarias (Procomunidad). Mientras, José  Antolín Polanco, presidente del PASOVE, figura como director de CONAPOFA, que para 2014 tiene asignado en el Presupuesto Nacional RD$28,808,307 y que, tal como se puede ver en su sitio Web oficial, se dedica básicamente a impartir charlas sobre “valores familiares” entre estudiantes.

Votación de aliados del PLD y fondos recibidos de la JCE

*El PRSC obtuvo cuatro senadurías (aunque luego perdió dos) y 12 diputaciones (incluyendo una al Parlacen). El BIS y la FNP lograron una diputación. En cuánto a las alcaldías sólo ganaron el PRSC, 16; el PPC, 2; la UDC (que concurrió sin alianza a los comicios de 21) ganó una y el PTD otra.

Fuente: JCE

Votación de aliados del PRD y fondos públicos recibidos en 212

*Sólo el Moda obtuvo una diputación al Congreso Nacional y el PHD una vicealcaldía. Los demás son regidores, suplentes y vocales.

Fuente: JCE

Los aliados al PLD y a PRD: Unos votos muy caros a costillas de la ciudadanía (l)