Washington, 17 jun (EFE/Beatriz Pascual Macías).- Las leyes implementadas desde 2012 por estados conservadores de Estados Unidos harán más difícil votar en las elecciones presidenciales de noviembre a 875.000 latinos, que se verán obligados a mostrar nuevos carnés de identidad para demostrar que son estadounidenses.
"Estas son las primeras elecciones presidenciales en las que votantes de estados como Texas y Carolina del Norte van a tener que mostrar un carné de identidad", dijo a Efe de Erin Hustings, una de las autoras de un estudio sobre voto latino de la Asociación Nacional de Funcionarios Electos y Designados (NALEO).
NALEO está impulsando una fuerte campaña de información para evitar que algunos estados dificulten el voto a los hispanos con leyes o iniciativas discriminatorias.
Esta circunstancia es posible desde que en 2013 el Tribunal Supremo invalidara la sección 5 de la Ley del Derecho al Voto, que obligaba a algunos estados y condados considerados de "tradición discriminatoria" a recibir permiso del Gobierno antes de llevar a cabo cualquier modificación electoral.
Para varias organizaciones, la decisión del Supremo, que permite a los estados de "tradición discriminatoria" reformar sus leyes y normas electorales sin necesidad de previa autorización federal, truncó una parte esencial de la Ley del Derecho al Voto, que permitía al Gobierno eliminar las trabas que los estados ponían a los negros para votar, un derecho que tenían desde 1870 pero que no podían ejercer por la represión, entre otros, del Ku Klux Klan.
Desde 2013, estados como Carolina del Norte y Virginia han aprobado leyes que, por ejemplo, obligan a los votantes a mostrar un carné con fotografía para poder ejercer su derecho al voto, pese a que en el país no hay un documento nacional de identidad y los ciudadanos no están obligados a disponer de esa identificación.
Ocho millones de latinos viven en jurisdicciones que ya no necesitan el permiso del Gobierno para modificar normas electorales, lo que significa que 875.000 latinos con derecho a votar en estas elecciones tendrán más difícil depositar su voto en las urnas, según las estimaciones que NALEO hace en su informe.
"Este ciclo electoral es más importante que nunca para los latinos, las mujeres y todas las comunidades que han sido arrinconadas", dijo a Efe la presidenta del Caucus Hispano del Congreso (CHC), la legisladora demócrata Linda Sánchez.
De esta forma, Sánchez destacó la importancia que tendrá el voto hispano para determinar quién es el nuevo presidente, puesto por el que competirán la virtual candidata demócrata Hillary Clinton y el republicano Donald Trump, que ha prometido construir un muro entre México y EE.UU. y deportar a todos los indocumentados del país.
"Muchos latinos no tienen acceso a materiales en varios idiomas y a algunos les cambian a última hora el lugar de votación. La votación debe ser algo celebrado, algo fácil. Es parte de nuestra democracia y lo que somos como país", resaltó Sánchez.
Además, según ACLU, los hispanos se han encontrado con estados que no aceptan el carné universitario para votar y piden la licencia de conducir, una identificación de la que carecen las personas sin auto y los individuos con poca educación o pocos recursos.
Otras restricciones pasan por el adelantamiento de los plazos de registro electoral, el cierre de colegios electorales o la reducción del plazo para ejercer el voto por correo.
En total, según ACLU, desde los comicios presidenciales de noviembre de 2012, un total de 19 estados han implementado o promulgado leyes que restringen el voto y que salen adelante con la idea de prevenir el fraude electoral y evitar que voten personas que no son ciudadanos estadounidenses o que no tienen 18 años.
Texas es de lejos el estado donde los latinos encuentran más dificultades para votar, según Javier Sierra, del Sierra Club, una de las organizaciones ecologistas más influyentes de EE.UU.
"En Texas hay grupos de extrema derecha que se erigen como árbitros de las votaciones y que no hacen otra cosa que vigilar en los centros de votación e intimidar a la gente, preguntando ¿tienen documentación para votar? ¿Es ciudadano? ¿Sabe lo que le ocurre si vota y no es ciudadano?", narra a Efe Sierra.
De esta forma, para evitar problemas, Sierra recomienda el voto por correo y también aconseja a los hispanos informarse con tiempo de los procedimientos para poder votar.
Durante años el voto hispano recibió el sobrenombre de "gigante dormido" por el bajo porcentaje de hispanos que acudía a las urnas, pero que ha aumentado mucho en las últimas dos décadas.
Queda por ver si, en estas elecciones, la campaña de información de organizaciones como NALEO y las ofensas de Donald Trump despiertan definitivamente al "gigante dormido" del voto latino y los hispanos acuden en masa a las urnas para elegir al próximo inquilino de la Casa Blanca. EFE