LA VEGA, República Dominica.-“La República Dominicana no puede ser un país racista”, proclamó el ex presidente, Leonel Fernández Reyna en su discurso en la celebración de la fundación del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), al referirse a la lucha de Nelson Mandela contra la discriminación racial en Sudáfrica.

“La República Dominicana no puede ser un país racista, porque la República Dominicana,  está integrada fundamentalmente por un pueblo mulato y un pueblo mulato significa, un intercambio racial entre negros y blancos”, dijo Fernández Reyna.

El presidente del PLD, manifestó que al verse en un espejo, no ve a Robert Redford  o Paul Newman, sino a un mulato de Villa Juana, como son los hombres y mujeres dominicanos.

El ex mandatario habló del  tema  del racismo al   referirse  la coincidencia de los 40 años del PLD, con la muerte de Nelson Mandela, fallecido  el 5 de diciembre,  a quien definió como uno de los personajes más importantes del siglo XX.

“Hoy los dominicanos podemos decirles a Nelson Mandela, que este país fue el primero donde hubo un levantamiento de manos negras esclavas y por tanto la República Dominicana no puede ser un país racista, porque está integrada fundamentalmente por un pueblo mulato, lo que significa que somos un intercambio racial entre negros y blancos”, sostuvo Fernández Reyna.

Cuando hacía alusión a este episodio histórico, Fernández Reyna miró a Euclides Gutiérrez Félix, que se hallaba sentado a su izquierda, y el expresó:

“¿No es así, Euclides?”. El abogado e historiador Gutiérrez Félix hizo con la cabeza un gesto de asentimiento.

Luego Leonel Fernández Reyna agregó que este país  ha  sido uno de los países más tolerante en relación al tema racial, porque haber permitido la mezcla  de razas.

“Nos sentimos profundamente orgullosos cómo dominicanos de nuestras raíces africanas y de nuestras raíces hispánicas”, agregó el líder peledeísta.

Las referencias del gobernante al racismo obedecen al debate que ha generado la sentencia 168 del Tribunal Constitucional que despoja de la nacionalidad a todos los nacidos de extranjeros considerados residentes indocumentados, desde 1929 hasta la fecha, y que afecta mayoritariamente  a quienes hasta ahora eran dominicanos de ascendencia haitiana, que ahora son considerado extranjeros.

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