SANTO DOMINGO, República Dominicana.-Cuando el presidente Danilo Medina ganó las elecciones del 20 de mayo de 2012, en una parte de la dirigencia del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se daba por seguro que el importante Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX) dejaría de estar en manos de un partido aliado con raíces e ideologías muy distintas a las del peledeísmo histórico.
Cuando Medina formaba su equipo de gobierno surgió el nombre del entonces vicepresidente Rafael Alburquerque para que ocupara un cargo en el nuevo gobierno que se inauguraría el 16 de agosto de 2012.
Alburquerque, fundador del PLD junto con Juan Bosch y otros dirigentes emblemáticos, había sido el primer aspirante presidencial peledeísta que, en la carrera hacia la elección del candidato para 2012, declinó para apoyar públicamente a Danilo Medina.
Además, fue secretario general del PLD desde 1978 hasta 1983, y aunque se había distanciado de Bosch y del PLD cuando fundó el Partido del Pueblo Dominicano, el cual pactó primero con Jacobo Majluta y luego se acercó a Joaquín Balaguer y al PRSC, había retornado a las filas peledeístas con Leonel Fernández.
Fuentes peledeístas cuentan que ante la distinción que le hizo el presidente Medina, para que ocupara un cargo en su gobierno, Alburquerque le había agradecido pero poniéndole una condición: Debido a que ya había sido vicepresidente de la República, el segundo cargo de mayor relevancia en el Estado, la única función que podría aceptar sería la de ministro de Relaciones Exteriores.
Defenestrar a Morales Troncoso, con todo lo que le rodea y representa, podría interpretarse políticamente como un golpe a un aliado de Leonel Fernández, y por derivación al propio tres veces presidente peledeísta, quien comparte y disputa el liderazgo del PLD con Danilo Medina
Fue en esas circunstancias que el entonces presidente electo Danilo Medina llamó a Carlos Morales Troncoso para avisarle que debía sustituirlo. Pero el líder del PRSC le pidió hacer unas consultas, y luego le respondió al Presidente Medina que su partido (el Colorao) le había reclamado que si era destituido del MIREX debía ponerse fin al pacto político entre el PLD y el PRSC, que había ayudado al primero a ganar las elecciones desde 2004, sin contar las de 1996 que llevaron al poder por primera vez a Leonel Fernández.
A parecer, el presidente Medina valoró mucho el posible impacto político que devendría. No querría que se le acusara en el futuro de resquebrajar una alianza que hasta el momento había sido electoralmente exitosa. Desistió de la idea y ratificó en el puesto a Morales Troncoso.
Lo que ocurre en estos momentos
En círculos danilistas se ha estado reiterando la afirmación de que en la segunda mitad del gobierno de Danilo Medina habrá cambios importantes de funcionarios, y que uno de los funcionarios que serán removidos es Carlos Morales Troncoso, quien ya habría presentado su renuncia con efectividad al 16 de agosto (formalmente esta versión no ha sido desmentida por Cancillería ni por la Presidencia de la República).
Los nombres que se estarían evaluando para ministro de Relaciones Exteriores incluyen, precisamente, al ex vicepresidente y ex secretario de Trabajo, Rafael Alburquerque. Otros dos ponderados son Gustavo Montalvo, actual Ministro de la Presidencia y hombre de la extrema confianza del presidente Medina, y Gedeón Santos, actual presidente del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (INDOTEL), otro danilista de confianza y larga data, que en las filas peledeístas se especializó en los asuntos internacionales.
Una decisión política
En la elección del próximo Canciller, si bien habrá de influir la situación que existe en ese importante ministerio, en el cual un círculo de funcionarios muy allegados al principal funcionario de esa entidad ha hecho y deshecho a su antojo desde hace diez años, generando escándalos y denuncias fuera de las fronteras nacionales, pesará mucho la repercusión política.
Carlos Morales Troncoso, como ex presidente del PRSC y acaso su líder más importante, más que un aliado del PLD, es básicamente un aliado de Leonel Fernández. En consecuencia, defenestrar a Morales Troncoso, con todo lo que le rodea y representa, podría interpretarse políticamente como un golpe a un aliado de Leonel Fernández, y por derivación al propio tres veces presidente peledeísta, quien comparte y disputa el liderazgo del PLD con Danilo Medina.
Como Rafael Alburquerque es un dirigente más cercano a Leonel Fernández que a Danilo Medina, probablemente su nombramiento alivie las tensiones que podría generar la destitución de reformista-leonelista Morales Troncoso.
Como impacto negativo para los peledeístas estaría el hecho de que con Alburquerque no habría muchas posibilidades de cambios en el MIREX, debido a que no querría lesionar a los amigos y aliados de Fernández, lo que con toda seguridad sería distinto si Medina nombrara a Gustavo Montalvo o a Gedeón Santos, que por su lealtad al actual gobernante no gozan precisamente de aprecio en el litoral del leonismo.
Pero la decisión final sólo la tendrá el presidente Danilo Medina.
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