¿España al borde post electoral de una coalición imposible?
La nueva transición comienza (análisis)
En la última reunión de jefes de Jefes de Estado de la Unión Europea, diciembre 18 pasado, celebrada en Bruselas, la canciller Ángela Merkel se asombraba de que el grupo español Podemos pudiera gobernar a España junto al PP, en caso de quedar segundo en las elecciones dando por contado que el Partido Popular (PP), pudiera quedar en primer lugar pero sin escaños suficientes para gobernar en la nueva legislatura española del año 2016 que se avecina.
No creo que el PP gobierne con Podemos, pero la nueva realidad es el debilitamiento del bipartidismo, no su desaparición como se auguraba.
La nueva pesadilla de Ángela Merkel, comenzó en la madrugada de ayer (domingo): Podemos pudo remontar su declive; vuelvo y lo repito, su declive, y a base de los votos de los desencantados del PSOE, se ha situado en el resultado final de las elecciones de ayer como tercera fuerza de la política española.
La votación de Podemos es una clara y neta señal del cambio político y social en España y una respuesta más a la izquierda, al inmovilismo y a las torpezas estratégicas del PSOE, el que en caso de nuevas elecciones por imposibilidad de investidura, vivirá nuevas implosiones internas que tendrán como blanco inmediato el liderazgo discutible de Pedro Sánchez.
Claro, Ángela Merker mostraría cara de pavor, porque conoce la estrecha relación entre Podemos y la izquierda griega en el poder representada por Alexis Tsipras, el líder de la fragmentada Syriza, aquella organización que entre septiembre y octubre había ganado titulares mundiales como eje esencial de la llamada crisis griega.
Mariano Rajoy rodeado de interesados explicaba el pasado 18 de diciembre, los posibles posicionamientos según el resultado post electoral del 20 de diciembre.
La victoria pírrica del Partido Popular: 123 escaños y dificultades para alianzas de investiduras
Hoy 21 de diciembre en España, hacia las 2 de la madrugada A.M, (9: 00 P. M de República Dominicana ) con el 99.95 % de los votos escrutados, la realidad política según la decisión democrática del voto ciudadano español, ha creado una nueva situación, inédita desde la transición política pactada de 1977: la posibilidad inevitable de gobernar en coalición ante una victoria amarga del Partido Popular, el que para su balance de corrupción, aún en medio de la campaña electoral, ha resistido en el primer lugar con una votación de más de 7 millones de votantes, pero ese primer lugar -que representa el 28. 72 %- no le otorga los escaños suficientes para gobernar en solitario -por suerte-, razón por la cual debe buscar aliado como primera fuerza, según protocolo del más votado, para formar gobierno.
El tiempo, que no es mucho, dirá si Mariano Rajoy puede maniobrar con éxito, para seguir siendo presidente del Gobierno Español en esta nueva transición política española que ha comenzado con sangre nueva en la nueva legislatura
Existe el consenso de que es su peor récord de votación desde 1989, pero de todos modos habría que concluir en que a pesar de ello, lo que queda de su voto duro (que era calculado siempre en 10 millones de votos) le ha ayudado a resistir la huida de muchos sus votantes hacia la formación de centro derecha llamada Ciudadano, que nació en Cataluña.
En esta madrugada, Mariano Rajoy ha comenzado a enamorar por Twitter a sus posibles aliados, dejando una electrónica proclama de diálogo y entendimiento, que no es muy creíble en estas circunstancias, porque ya se conoce al PP con mayoría absoluta, y todo lo cerrado y atrasado que puede ser.
Con 123 escaños del PP más los 69 de Ciudadanos, tampoco la derecha puede gobernar, aún no consigue los 176 reglamentarios para investidura.
Habrá que decir que un largo interregno de diálogos entre las formaciones afines se abre para llegar a un acuerdo posible.
Sin embargo, creo que es objetivo entender y admitir que para los niveles de corrupción del PP en el poder, para los niveles de olvido social en favor de la clases bancarias rescatadas con dinero público, el castigo electoral ha sido poco, pero muy poco, con lo cual habrá que concluir que son la primera fuerza política salvados por los restos de su voto duro. A pesar, arriba lo afirmaba de las grandes trasvases hacia Ciudadanos, que añoraba estar por encima de Podemos.
El tiempo, que no es mucho, dirá si Mariano Rajoy puede maniobrar con éxito, para seguir siendo presidente del Gobierno Español en esta nueva transición política española que ha comenzado con sangre nueva en la nueva legislatura.
España al compás de las coaliciones según el modelo italo, germánico, escandinavo: nueva realidad
Ahora la meta de las fuerzas políticas, roto el bipartidismo de antaño, es buscar una mayoría estable para gobernar.
La vieja transición política española, a excepción de los inicios de Don Adolfo Suárez, no creó ningún marco de pedagogía para las coaliciones, de modo tal que la cultura del votante español era fácil y de polarización entre derecha, centro derechas e izquierdas, ubicándose los de corriente social cristiana a veces hacia el centro o a veces hacia la misma derecha.
Los resultados a lo largo de 40 años fueron desde el PSOE / PCE y otras formaciones como bloque de Izquierdas hacia la derecha Alianza Popular, heredera neta del franquismo sin Franco, que luego con sus nuevas generaciones se convertiría en Partido Popular.
No habría que olvidar en este breve recuento los partidos de formación soberanistas con orígenes vasco, gallego y catalán.
El modelo bipartidista PSOE y P P, con sus aportes y defectos permitió una estabilidad y ejercicio democrático que con estas elecciones del 20 diciembre y sus resultados se reafirma, aunque es casi seguro que en las futuras nuevas reformas, la ley electoral será revisada porque está concebida para favorecer a las grandes formaciones.
Vale destacar que en España en las regiones autonómicas sí se conoce el tema de la coalición, porque para muestra un botón: en el País Vasco Patxi López, del PSE, filial PSOE en Euskadi, en el 2009 gobernó con un pacto con el propio PP.
Lo que está clarísimo es que estas elecciones abren las puertas al tema de las coaliciones y a las posibilidades de gobiernos inestables que en otros lugares no paralizan la funciones del Estado, porque hay una cultura de gestión bajo tales circunstancias.
La cultura de la coalición fue típica de la IV República Francesa, hasta la consolidación de los gaullistas y los comunistas franceses, que solían ser excluidos de esas coaliciones, hasta su mayor crecimiento y cambio de la ley electoral en 1962.
Creo que es de justicia recordar que, en plena guerra fría, el famoso plan Marshall ponía como condición para ayudas que en la coaliciones no estuvieran ministros comunistas, en Italia de modo particular : porque los comunistas habían luchado contra el fascismo y desde el punto de vista popular y obrero, tenían una fundada solidez en la opinión pública italiana por la tradición de su liderazgo.
Dinamarca ha tenido coaliciones desde 1909, y otro ejemplo de coalición es la situación de Bélgica en la actualidad: independentistas flamencos, liberales y francófonos gobiernan aliados.
Tampoco habrá que olvidar que ahora mismo en Grecia, la mayoría estable un partido hacia la izquierda franca la ha conseguido en una extraña alianza con los ultranacionalistas griegos independientes.
Le ha tocado su turno a España, pasa a ser el país número 24 de la Unión Europea que tenga que formar coalición parlamentaria.
¿Por qué surgen las coaliciones en los estamentos parlamentario? La experiencia española es la más reciente y ayuda a responder la pregunta: porque en Europa hay una fuerte tendencia, España incluida, al cierre de un ciclo de partidos fuertes y únicos que no han resuelto problemas que la población votante entiende básicos y necesarios.
Porque al final, bien analizado , las coaliciones son la legítima expresión del votante que obliga a las formaciones políticas a confrontarse, a dialogar para buscar respuestas colectivas a grandes problemas nacionales, que los otrora grandes partidos eternos en el poder, no pudieron o no quisieron resolver.
De las nuevas formaciones, Podemos y Ciudadanos o la ceguera social del bipartidismo español: PSOE-PP
Finalmente, el tiempo también dirá si el PSOE aprende la lección: sus políticas financieras y sus ajustes nada han tenido que envidiar a lo que hizo el PP en el poder.
El PSOE no quiso entender al gobernar que nadie vota hacia la izquierda para soportar políticas de derecha.
Los escándalos de la policía desalojando ciudadanos simples, la indolencia social común a los dos partidos en su momento, dieron al traste con la paciencia de las personas y la gente con su voto, ha construido una nueva realidad política.
Y tengo la profunda convicción de que si las nuevas formaciones toman en serio el tema social y una nueva visión para sortear la crisis con la equidad debida, habrá Podemos y Ciudadanos para rato.
En el nuevo modelo político, territorial y social de España, muchos cambios vendrán y uno de los grandes retos será el tema catalán y la fuerza renovada de los llamados partidos soberanistas en estas pasadas elecciones.
Si el partido Ciudadanos cumple lo que dice, que hacia el centro todo es manejable, idea discutible, entonces en esta nueva etapa se podría decir que hay nueva derecha en un espectrum digno de la mejor observación y análisis hacia el futuro.
España ha votado y será el nuevo laboratorio político de la Unión Europea, apasionante será seguir esta evolución en los días y meses venideros (CFE).