REDACCIÓN DE ACENTO.COM.DO.- Sus padres son ex militantes del Partido Comunista de Chile; ella representa a la juventud comunista y actualmente es la Presidenta de la Federación de Estudiantes de Chile. Y tanto su belleza, como su inteligencia y la defensa de los derechos humanos le han situado entre los estándares más altos de figuras internacionales.

Camila Vallejo comenzó su lucha rechazando la privatización de la educación en Chile de la cual el Estado sólo asume un papel de regulador, alrededor del 75% es financiado por los estudiantes y sólo un 25% por el gobierno.

Ese movimiento universitario que surgió en el 2011 con protestas al nivel nacional por estudiantes universitarios y de secundaria la catapultó como la cara de la rebelión juvenil en todo el mundo. Muchos medios internacionales utilizaron su rostro para representar movimientos similares que se han dado en España y el mundo Árabe.

Camila se ha mantenido muy firme con el tema de la educación en su país, y ha bateado las propuestas del gobierno que una y otra vez le han intentando engañar con proposiciones llenas de argumentaciones, ambigüedades y ganchos.

En un programa de TV, mientras le acusaban de intransigente la joven respondió con una madurez inconmensurable al decir: “Algunos elementos pueden considerarse avances, pero realmente no es lo que hemos estado pidiendo, hay mucha manipulación y argumentación en sus propuestas”.

“Se han empeñado de manera insistente en tergiversarnos, atacarnos directamente a nosotros y es porque realmente la batallas de las ideas no la están ganando ellos, la estamos ganando nosotros. Esto está sustentado por la fuerza de la razón, aquí está la fuerza de la razón expresada en la mayoría”

La intensidad y seriedad con la que Camila Vallejo y sus colaboradores mantuvieron su posición llevó al gobierno chileno a realizar cambios en su gabinete. De todas formas, los intereses gubernamentales para lucrar con el sistema educativo privado son muy fuertes, y todavía hoy se llevan a cabo paros generales.

No hace mucho y luego del terremoto, la joven Vallejo salió a las calles a recordar sus reclamos. La respuesta del gobierno chileno fue la misma: alegar y disminuir la magnitud de las protestas y enviar propuestas maquilladas para engañar a la gran mayoría.

“Se han empeñado de manera insistente en tergiversarnos, atacarnos directamente a nosotros y es porque realmente la batallas de las ideas no la están ganando ellos, la estamos ganando nosotros. Esto está sustentado por la fuerza de la razón, aquí está la fuerza de la razón expresada en la mayoría”, dijo Camila a CNN en español.

Las negociaciones entre los estudiantes y el gobierno han sido varias, y todavía el debate persiste. Hay un sector de la opinión pública que critica y califica a Camila como una rebelde comunista, pero el nivel de aceptación que tiene en el país y que fue registrado mediante encuestas es de 68%.

El 4 de agosto se dio a conocer en Chile el resultado del Estudio Nacional de Opinión Pública del Centro de Estudios Públicos (CEP) que se realizó entre junio y julio. En la publicación, un 80% estaba en desacuerdo con que la educación tenga fines de lucro. Una nueva encuesta fue publicada a mediados del mismo mes que arrojaba un 85,3% de aceptación para la gratuidad de la educación primaria y secundaria, y un 73,8% para la universitaria.

Al frente de este movimiento, Vallejo ha logrado no sólo cambiar la percepción de la ciudadanía en lo referente al tema educativo, sino también hacerle frente a un gobierno neoliberal que tenía un nivel de aceptación de la gestión educativa de 26% en julio, cayendo así desde un 60%.

Aunque todavía las soluciones y la reforma educativa no se han dado de la forma en que Camila y sus colaboradores pretenden, su lucha ha significado un ejemplo digno para todos los demás países que también tienen su propia faena en reclamo de una educación obediente a los intereses de sus ciudadanos y una nueva democracia que garantice los derechos y la igualdad de todos.