Madrid, 30 dic (EFE/Jesús García Becerril).- La incertidumbre política generada en España por los resultados de las elecciones legislativas del 20 de diciembre ha abierto una división entre los socialistas (PSOE) ante la hipótesis de que haya que repetirlas y se mantenga o no el candidato a presidente del Gobierno.

El líder socialista, Pedro Sánchez, logró noventa escaños frente a los 123 del gobernante PP (centroderecha), lo que supone los peores resultados del PSOE en su historia.

El PP tiene difícil conseguir una mayoría que le permita repetir en el Gobierno y Sánchez comunicó personalmente al presidente Mariano Rajoy que no le respaldará, al tiempo que apuntó que los votantes habían abierto en las urnas la perspectiva de un cambio a la izquierda.

Los dirigentes territoriales del PSOE, también conocidos como "barones" tienen una gran capacidad de influencia, en especial si, además, son presidentes de gobiernos regionales

Sin embargo, una eventual alianza del PSOE con Podemos (69 escaños) tampoco tendría mayoría absoluta en un Congreso con 350 diputados y requeriría ampliar el acuerdo con fuerzas nacionalistas y minoritarias de izquierda, una hipótesis también complicada.

Sánchez desea aplazar el congreso ordinario del partido previsto para febrero, en el que los socialistas deberán dilucidar su continuidad o no como secretario general.

El congreso en el que fue elegido Sánchez, en julio de 2014, tuvo carácter extraordinario.

Sánchez ha sido permanentemente cuestionado desde entonces y los resultados electorales de hace diez días son los peores en un partido que ha gobernado España entre 1982-96 y 2004-11 con Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras los comicios del día 20 Sánchez anunció que se presentará a la reelección, pero quiere retrasar el congreso a la primavera para esperar a ver cómo se resuelve la formación de gobierno o si se convocan nuevas elecciones legislativas en España.

Sin embargo, algunos dirigentes territoriales no están de acuerdo y quieren que el congreso sea en febrero y debata acerca de la conveniencia o no de que lo dirija Sánchez, en un momento de especial debilidad del partido.

El secretario de Acción Política del PSOE y líder de los socialistas vascos, Patxi López, admitió hoy que la discusión interna sobre la fecha del congreso está siendo "un espectáculo lamentable", aunque dio su respaldo a Sánchez como secretario general.

Una figura clave en este escenario es la presidenta de la región de Andalucía, Susana Díaz, que al frente de su poderosa organización apoyó el acceso de Sánchez a la secretaría general en 2014 y de la que ahora la prensa apunta que podría optar a relevarle.

Díaz guarda silencio y hoy su vicepresidente, Manuel Jiménez, dio un apoyo formal a Sánchez y negó que la líder andaluza quiera dar el salto a la política nacional.

Los dirigentes territoriales del PSOE, también conocidos como "barones" tienen una gran capacidad de influencia, en especial si, además, son presidentes de gobiernos regionales.

Son algunos de ellos los que en estos días han deslizado críticas a Sánchez y le han exigido que, en el caso de que negocie alianzas con Podemos, deje claro que no aceptará la petición de esta fuerza de izquierdas de celebrar un referéndum en Cataluña sobre una eventual independencia.

Para Sánchez, que está en una posición delicada, la posibilidad de negociar un hipotético acuerdo de gobierno le daría fuerza para mantenerse al frente del partido. EFE