SANTO DOMINGO, República Dominicana.- Manuel Salazar, secretario del Partido Comunista del Trabajo, hizo un llamado ferviente a los simpatizantes del Frente Amplio, que promueve la candidatura presidencial de Julián Serulle, a trabajar para conseguir a partir de ahora la simpatía de las masas populares.

“Un paso al Frente de muchos y muchas que  han entendido que no se puede ser indiferente ante la tragedia que viven  la nación y las grandes mayorías. Un paso al Frente de muchos y muchas que no necesitan de la política para conquistar el progreso personal, pero que son sensibles a los problemas que sufre el país, nación y pueblo”, declaró Salazar.

Entiende que el camino para la unidad es largo y tortuoso y que los miembros de esa organización deben saberlo para reconocer si van por el camino correcto.

“Si no se puede ahora, entonces se podrá mañana. Debemos mantener una política de ventanas y puertas abiertas; construir  trillos, callejones, calles, avenidas y puentes que nos interconecten con las organizaciones y personas que reivindican el cambio progresista en el país. El camino de la gran unidad es largo y tortuoso, y hay que aprovisionarse de tolerancia y paciencia para transitarlo con éxito”.

A continuación el documento de Salazar, que promueve la candidatura de Julián Serulle:

 

¡Adelante Frenteamplistas

Aprovechemos el tiempo!

Es una divisa del Maestro Juan Pablo Duarte

 

El Frente Amplio está instalado y ahora le toca comenzar a andar los barrios y campos en busca del  pueblo. ¡Aquí se juega su suerte!

 

El Frente Amplio es un paso importante. Un paso al Frente de muchos y muchas que han renunciado al particularismo improductivo en favor de un contexto superior para construir una fuerza política capaz de llevar el pueblo al Poder. Un paso al Frente de muchos y muchas que  han entendido que no se puede ser indiferente ante la tragedia que viven  la nación y las grandes mayorías. Un paso al Frente de muchos y muchas que no necesitan de la política para conquistar el progreso personal, pero que son sensibles a los problemas que sufre el país, nación y pueblo.

El Frente Amplio es una manifestación de inteligencia política y emocional, en la que prácticas, orígenes y pensamientos diversos, hemos encontrado un punto de coincidencia en el que nos afirmamos y desde el que actuamos y construimos consensos de manera permanente. Porque además, reconocemos diferencias.

El Frente Amplio es un ejemplo de unidad y de desprendimiento,  y con este ejemplo podemos ir al pueblo con libertad, determinación y con la frente en alto.

Reconocemos que en el Frente Amplio faltan personas y sectores que quieren lo mismo que nosotros. Debemos seguir tocando sus puertas, invitándoles a ocupar el lugar que se les tiene reservado.

Quien escribe se ha preocupado desde sus tiempos de boy scout a cultivar la nobleza humana; a asumir la tolerancia a lo diferente y a penetrarme de los valores de la democracia.

Si por alguna razón no pudieran ocupar ese lugar, entonces debemos entrar en relaciones de amistad, colaboración y acción conjunta. Lo importante es que todos y todas los que queremos un cambio positivo para el país, marchemos en el mismo sentido, aunque viajemos en vagones distintos, apuntemos al mismo blanco y procuremos el mismo objetivo.

Si no se puede ahora, entonces se podrá mañana. Debemos mantener una política de ventanas y puertas abiertas; construir  trillos, callejones, calles, avenidas y puentes que nos interconecten con las organizaciones y personas que reivindican el cambio progresista en el país. El camino de la gran unidad es largo y tortuoso, y hay que aprovisionarse de tolerancia y paciencia para transitarlo con éxito.

Reconocemos que  hay quienes  plantean otra línea. A estos también hay que decirles que aprovechen el tiempo,  y se dediquen a demostrar en los hechos y no en las palabras, que su camino es el indicado. El tiempo que  dedican a descalificarnos debe ser mejor invertido en el desarrollo de su línea.  Si la práctica demuestra que tienen  razón, entonces los del Frente Amplio debemos ser humildes y aceptar la verdad dictada por esa práctica. Pero la palabra estridente o pomposa, no puede ser la referencia de la verdad. Es la práctica el criterio de la verdad; desde luego, orientada por principios e ideas, que también surgen de la práctica.

No hemos perdido el tiempo en la vida. La mayoría de los dirigentes y activistas del Frente Amplio no habían nacido cuando cayó la dictadura de Trujillo, ni siquiera cuando la guerra de abril de 1965; otros apenas despertaban a la vida política y su papel en esta era de segunda, tercera y hasta cuarta categoría; y  muchos, como es mi caso, pertenecíamos a una “manada de lobatos” en el Movimiento de Boys Scouts.

Pero, aún con las limitaciones materiales y culturales propias de nuestros orígenes sociales, e incluso casi siempre acosados por la represión, de menos a más nos hemos comprometido con la causa de los trabajadores y el pueblo desde entonces, y algunos éxitos hemos cosechado y celebrado. Pocos o muchos, en nuestras manos tenemos resultados que exhibir y aportar a la causa.

Quien escribe se ha preocupado desde sus tiempos de boy scout a cultivar la nobleza humana; a asumir la tolerancia a lo diferente y a penetrarme de los valores de la democracia. Siempre he triunfado entre los míos y el movimiento, porque nunca he competido. Jamás nadie me ha acorralado. Porque he sabido reconocer derrotas y el triunfo de los demás; no me ha avergonzado reconocer errores de manera clara e inequívoca, ni pedir excusas o perdón.

Ahora toca que aprovechemos más el tiempo. Siempre desde una actitud de apertura, tolerancia y flexibilidad para aquellos con los que todavía no marchamos juntos, empujemos el Frente Amplio hacia donde están las masas populares. Propongámonos dar solución práctica al problema del Poder, con la determinación de ganarlo lo antes posible. Y, si no podemos, por lo menos leguemos a la generación de relevo el instrumento político que le permita coronar con éxito esa tarea.

El Frente Amplio es pertinente. Aprovechemos el tiempo, como aconsejó el Maestro.

Manuel Salazar

pctml@hotmail.com

 

agosto, 2011.-