SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El economista Pável Isa Contreras, que junto a Miguel Ceara Hatton, fue dejado cesante por la Oficina de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en República Dominicana, desmintió que fuera amonestado por supuestas violaciones a normas de la institución, y atribuyó la decisión a un intento por acallar las voces críticas debido a presiones del poder gubernamental dominicano.

Isa Contreras emitió sus opiniones en una declaración escrita entregada a Acento.com.do, y  a través del programa El Matutino Alternativo, que dirige la escritora Carmen Imbert Brugal, espacio en el que fue entrevistada la mañana de este martes la representante del PNUD en el país, Valerie Julliand.

Pável Isa llamó al espacio radial luego que Julliand afirmara que tanto él como  Ceara Hatton habían incurrido en violaciones a las normas del PNUD y de Naciones Unidas. En la entrevista participaron los abogados Francisco Álvarez Valdez y Pedro Pablo Yermenos Forastieri. Asimismo, se recibieron numerosas preguntas y críticas por vía telefónica y a través de las redes sociales digitales.

El economista criticó que días después de que fuera divulgado un Informe sobre Desarrollo Humano para la República Dominicana, la representante del PNUD desmintió públicamente su propio informe momentos después de salir del despacho del vicepresidente de la República, Rafael Alburquerque.

A su juicio, Julliand fracasó como representante del PNUD en el país, porque alegadamente cedió a las presiones del poder, que estaría molesto con el contenido crítico de las investigaciones que hacía la Oficina de Desarrollo Humano bajo la dirección de Ceara Hatton.

A continuación la declaración escrita íntegra de Pável Isa Contreras:

Declaración de Pavel Isa Contreras sobre la crisis en el PNUD

Agradezco profundamente las muestras de solidaridad de la ciudadanía y de numerosas organizaciones de la sociedad civil para con el equipo de la Oficina de Desarrollo Humano (ODH) del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Las reacciones de indignación frente a lo sucedido y las muestras de apoyo que hemos recibido revelan que en este país existe una ciudadanía activa, que reclama su derecho a la información y a contar con investigaciones y análisis independientes y comprometidos con la equidad, la justicia y el desarrollo.

"No se trata, como se ha argumentado, de una supuesta violación a las normas internas de la organización, cuestión ésta que puede ser objeto de interpretación y discusión.  Se trata más bien de las perspectivas críticas de esas intervenciones  en el debate público"

Nunca fui informado por parte de la gerencia del PNUD sobre cualquier inconformidad respecto a mi desempeño laboral y que justificara la no renovación de mi contrato. Esto me lleva a la conclusión de que la razón está vinculada a mi participación en el debate público sobre temas de interés nacional.

Creo que esto no se trata, como se ha argumentado, de una supuesta violación a las normas internas de la organización, cuestión ésta que puede ser objeto de interpretación y discusión.  Se trata más bien de las perspectivas críticas de esas intervenciones  en el debate público.

La Oficina de Desarrollo Humano realizó un trabajo académico que trató de contribuir al diseño de políticas públicas y cuestionó el orden político, económico y social que ha restringido históricamente las oportunidades y las libertades a una gran parte de la población dominicana. Las acciones de la gerencia del PNUD en República Dominicana pretendieron acallar esos análisis y su divulgación, y el equipo no estuvo dispuesto a autocensurarse.  Considero que este es el fondo del asunto.

En mi opinión, en todos los países del mundo, el PNUD tiene una importante labor la cual debe responder a dos objetivos. Por una parte, proporcionar conocimiento y análisis para comprender algunos de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta el país; analizar las implicaciones de las políticas públicas para el desarrollo humano; y lo que es más importante, generar información y conocimiento  para el empoderamiento social.

Por otra parte, el PNUD debe acompañar a los Estados y a los gobiernos en acciones concretas que aporten a ese proceso.  Sin embargo, en la concreción de esos dos objetivos  pueden surgir contradicciones debido a que dichos esfuerzos requieren de una visión crítica del ejercicio del poder en los Estados y de las gestiones de las políticas públicas.

Mientras menos clara es la visión respecto a la importancia del empoderamiento social para avanzar hacia el desarrollo humano, y mientras más intolerante es el poder, mayores posibilidades hay  de que surjan conflictos. La mayoría de las veces -como ha sido en anteriores gestiones en el país- los Representantes Residentes del PNUD navegan con éxito entre estas dos aguas; en otras ocasiones no lo logran. Este último es el caso de la gerencia actual en la República Dominicana.

Es mi sincero deseo que como resultado de la crisis que se ha desatado en el PNUD, se adopten mecanismos más claros y efectivos para promover las transformaciones que demandan las sociedades de los países en desarrollo, los cuales pueden implicar enfrentar poderes fácticos y formales. Pero más importante aún es que este conflicto contribuya a fortalecer la capacidad ciudadana de exigir mayor coherencia entre los objetivos de esos organismos y las acciones efectivas que llevan a cabo en los países en que trabajan, máxime cuando esas instituciones- como es el caso del PNUD en el país- reciben fondos públicos del Estado.

En mi calidad de miembro del equipo de la ODH y como profesional del área de la economía, he procurado siempre hacer mi trabajo de la forma más rigurosa posible, usando el marco analítico del desarrollo humano, el cual es hoy día es un bien público, de todos y todas. Mi compromiso, como académico y ciudadano, seguirá siendo ofrecer información y análisis para el empoderamiento de la sociedad.

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