El diputado Jovair Arantes, instructor en la Cámara Baja del proceso contra la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó hoy que "la democracia no se resume a contar votos" y supone también un "pleno respeto a la Constitución", que en su opinión la mandataria no ha tenido.
"La democracia no se resume a contar votos. No se puede todo apenas porque alguien fue electo por el voto popular. 54 millones de votos no autorizan a incumplir la Constitución", dijo Arantes en el inicio de la sesión en que será decidido si el trámite avanza hacia el Senado, que tendrá la última palabra sobre el proceso.
Según Arantes, los 54 millones de votos que le dieron a Rousseff la reelección en 2014 "no autorizan a atentar contra las finanzas públicas ni justifican la práctica de actos nocivos a la economía del país", pues "democracia también es respeto a las instituciones y a la Constitución".
Como instructor, Arantes aceptó las acusaciones contra Rousseff, según las cuales incurrió en maniobras contables ilegales para maquillar los resultados del Gobierno en 2014 y 2015, modificar presupuestos mediante decretos y acumular deudas y contratar créditos con la banca pública.
El informe de Arantes fue aprobado por una comisión especial que analizó el mérito de la acusación y hoy será votado por el pleno de los diputados, en el que se requiere una mayoría calificada de 342 votos de 513 posibles para que el trámite siga su curso.
Según reafirmó hoy, "todos los indicios son más que suficientes" para aceptar la acusación, que presenta "hechos graves que atentan contra la Constitución, las finanzas publicas, la responsabilidad fiscal, la transparencia y contra el país".
Arantes pidió "sinceramente que el pleno confirme el informe y así las infracciones atribuidas a la presidenta serán debidamente juzgadas", porque "poder sin responsabilidad y sin límites, no es posible en un régimen democrático".
El informe de Arantes fue aprobado por una comisión especial que analizó el mérito de la acusación y hoy será votado por el pleno de los diputados, en el que se requiere una mayoría calificada de 342 votos de 513 posibles para que el trámite siga su curso.
Si así fuera, será remitido al Senado, que por mayoría simple entre sus 81 miembros decidirá si se abre el juicio político contra la presidenta Rousseff.
En ese caso, la mandataria sería separada del poder durante 180 días, plazo que el Senado tendría para realizar el trámite que pudiera concluir con su destitución.
Durante ese período, sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, quien rompió sus relaciones con la mandataria y ha dedicado las últimas semanas a consultas sobre lo que sería su posible Gobierno, pues si se llega a la destitución deberá completar el mandato que acaba el 1 de enero de 2019.
La intervención de Arantes fue precedida por incidentes entre oficialistas y opositores, provocados por la intención del diputado del Partido de los Trabajadores (PT) Paulo Teixeira de mantenerse en pie frente al presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, lo que fue impedido por la seguridad. EFE