SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El ex presidente de la República, Hipólito Mejía afirmó que la sentencia del Tribunal Constitucional sobre la nacionalidad de los hijos de extranjeros nacidos en la República Dominicana, tiene implicaciones legales, políticas y sociales que afectan a la amplia y diversa población de inmigrantes de diferentes nacionalidades, que viven en nuestro territorio.

Recordó que “fuimos nosotros quienes promovimos en nuestro gobierno la Ley de Migración que regularizaba, de manera muy especial, la inmigración desde la hermana República de Haití”.

“En el contexto de la política internacional y los esquemas regionales de integración que impone la globalización social y económica, las migraciones deben abordarse como un elemento que promueva el desarrollo, en lugar de verse como un fenómeno que contribuye al retroceso de los pueblos”.

A Continuación el texto íntegro de Hipólito Mejía:

La sentencia del Tribunal Constitucional (TC 0168/13) del 23 de septiembre de 2013, sobre la nacionalidad de los hijos de extranjeros nacidos en la República Dominicana, tiene implicaciones legales, políticas y sociales que afectan a la amplia y diversa población de inmigrantes de diferentes nacionalidades, que viven en nuestro territorio.

Como país, debemos actuar de acuerdo con nuestra Constitución y al mismo tiempo en consonancia con las normas internacionales que regulan el tema de la migración. Recordemos que cientos de miles de dominicanos y dominicanas han decidido emigrar en busca de un mejor destino, así como ciudadanos de otras partes del mundo han llegado a nuestro país en busca de hacer realidad sus sueños.

Deseo recordar que fuimos nosotros quienes promovimos en nuestro gobierno  la Ley de Migración que regularizaba, de manera muy especial, la inmigración desde la hermana República de Haití. Igualmente, formulamos el reglamento para la aplicación de esa Ley. Los gobiernos del PLD, desde el 2004 a la fecha, han mantenido engavetado ese reglamento, lo cual ha contribuido al desorden existente en esa materia.

Creo, sin lugar a dudas, que en el contexto de la política internacional y los esquemas regionales de integración que impone la globalización social y económica, las migraciones deben abordarse como un elemento que promueva el desarrollo, en lugar de verse como un fenómeno que contribuye al retroceso de los pueblos.

Por la complejidad jurídica de la sentencia antes mencionada,  sus visos de retroactividad, su particular interpretación del tránsito humano y los conceptos que contiene acerca de la legalidad de los migrantes, he decidido formar una comisión de juristas que hará un estudio detallado de la misma, a los fines de fijar nuestra posición definitiva sobre los aspectos legales de la misma.

Ahora bien, desde el punto de vista humano, político y de identidad partidaria, quiero decir, alto y claro, que si por alguna razón se pretendiera con esta sentencia cuestionar la legítima  nacionalidad de nuestro inolvidable y querido líder, doctor José Francisco Peña Gómez, nuestra posición inequívoca, al respecto, es que ese hijo de la patria tenía los atributos legales y morales, en su más alta expresión, para que todos podamos sentirnos orgullosos de que él naciera y muriera en la República Dominicana, dejándonos el legado imperecedero de su amor y entrega por la tierra de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón.