Manifestantes espontáneos y convocados a través de las redes sociales protestaron este sábado en varias ciudades españolas por tercer día consecutivo, después de que el jefe del gobierno, Mariano Rajoy, negara haber aceptado pagos secretos.
"Nunca he recibido ni he repartido dinero negro ni en este partido ni en ninguna parte", dijo Rajoy, en una intervención ante su organización política, el Partido Popular (PP), abierta a los medios de comunicación.
El escándalo alcanzó un punto crítico este miércoles, cuando el diario El País publicó fotos de las anotaciones del extesorero del partido, Luis Bárcenas, que reflejaban supuestos pagos a miembros de la PP, incluido Rajoy.
Según éstas, el jefe del gobierno español había recibido unos US$34.000 al año entre 1997 y 2008.
El dinero habría sido desembolsado por diferentes empresas -en su mayoría del sector construcción- a través de Bárcenas, quien llevó las cuentas del PP hasta 2009 y quien está siendo investigado por supuesto lavado de dinero.
Hasta el año 2007 los partidos españoles tenían permitido recibir donaciones anónimas.
Rajoy prometió que próximamente publicaría en el sitio web del partido todos los detalles de sus ingresos y activos.
Percepciones y daños
"Pero el daño podría estar hecho. Con una España en crisis, hay una percepción extendida de que la política aquí está frecuentemente salpicada por la corrupción. El efecto político se sabrá sólo con el tiempo"
Tom Burridge, corresponsal de la BBC en Madrid
"Rajoy hizo lo que se necesitaba, una declaración en el sentido de que él y su partido son inocentes", comentó el corresponsal de la BBC en Madrid, Tom Burridge.
"Pero el daño podría estar hecho. Con una España en crisis, hay una percepción extendida de que la política aquí está frecuentemente salpicada por la corrupción. El efecto político se sabrá sólo con el tiempo", añadió el corresponsal.
Los españoles se han visto forzados a aceptar severas medidas de austeridad en los últimos años, después de que el estallido de la llamada "burbuja inmobiliaria" comprometiera seriamente las finanzas nacionales y pusiera al país al borde de solicitar un rescate de la Unión Europea.
La tasa de desempleo, uno de los indicadores más significativos del impacto de la crisis en la calle, ha alcanzado un récord histórico, al situarse en 26%.
El llamado "caso Bárcenas" ha dado pie a cuestionamientos de carácter ético sobre los manejos del partido durante el boom que precedió la crisis.

Rajoy prometió publicar detalles de sus ingresos y activos en la página del PP.
"No debemos permitir que los españoles, de quienes estamos pidiendo sacrificios, piensen que no observamos el más estricto rigor ético", dijo Rajoy, abordando el punto.
Pero para quienes salieron a la calle este sábado, la explicación y la promesa resultaron insuficientes.
Algunas pancartas en las calles de Madrid, Barcelona, Sevilla y otras ciudades reflejaron cómo la situación económica pone el llamado "escándalo Bárcenas" en un contexto complejo: "Mariano, no llego a fin de mes dame un sobre", decía una de ellas.
Otras llamaban a Rajoy "vergüenza de España" y anticipaban que pagará "con la cárcel la corrupción", mientras que algunos manifestantes le gritaron que renunciara o lo llamaron "ladrón" a voz en cuello.
La agencia AP dijo que efectivos de la policía antidisturbios y manifestantes chocaron en la capital, Madrid.
Entretanto, más de 740.000 personas habían firmado hasta el sábado una petición online para que el mandatario renunciara al cargo.