Jean-Michel Caroit/Le Monde/Enviado especial en Puerto Príncipe Jocelerme Privert, presidente del Senado de Haití, está en el centro de las negociaciones para encontrar una solución a la crisis política acompañada de la violencia que sacudió a Haití tras el aplazamiento sin fecha de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales y parlamentarias, previstas inicialmente para el domingo 24 de enero. En octubre de 2015, los resultados de la primera ronda, marcados por numerosas irregularidades, colocaron en la primera posición al candidato del presidente saliente Michel Martelly. El exministro del expresidente Jean-Bertrand Aristide, el Sr. Privert fue un cercano asesor de su sucesor, René Préval.

¿Se ha reunido con el presidente Michel Martelly?

Sí, tuve una reunión en la noche del domingo con el Presidente a petición suya. Me notificó claramente su decisión irrevocable de partir el 7 de febrero. Las elecciones, que debían conducir a la elección de un nuevo presidente se han pospuesto, por lo que habrá necesariamente un vacío presidencial el 7 de febrero. Este caso, lamentablemente, no está previsto por la Constitución. Así que tenemos que encontrar una solución política que se inspire en la Constitución. La Asamblea Nacional, co depositaria de la soberanía nacional con el ejecutivo, deberá encontrar una solución al vacío que se producirá en los próximos días. Ese fue el propósito de nuestra reunión.

¿Qué opina usted de las propuestas para salir de la crisis que circulan en Puerto Príncipe?

Por iniciativa de diferentes personalidades del mundo empresarial, político y religioso, se han desarrollado propuestas. He leído todas esas propuestas. Habrá que incluir a todos si queremos que la solución tenga éxito y genere estabilidad y la paz social.

Los próximos días serán intensos en reuniones y consultas que nos permitan llegar a un acuerdo consensuado entre los diferentes actores y partidos políticos en el Parlamento. El gobierno en funciones, lamentablemente, no había sido ratificado por el Parlamento. La transición requiere que el gobierno goce de la confianza del Parlamento. Su única misión es conducir el proceso electoral y la continuidad de los asuntos del Estado.

¿Se alcanzará un acuerdo con la suficiente rapidez para aplacar la violencia y los enfrentamientos en las calles?

La mejor manera es ofrecerles a todos los que sienten [el problema] la oportunidad para expresarse, incluirlos a todos en el proceso de diálogo. Obviamente, habrá algunas personas que no estarán de acuerdo, que se van a negar a participar. Yo le dije al cardenal Chibly Langlois, en una propuesta de reuniones que realizó hace poco, que había una debilidad en el número de actores involucrados. Le dije: “¿Por qué no formar un comité de mediación con la Iglesia católica, la Federación Protestante, la Iglesia anglicana y el sector del vudú? " La solución que surgirá no será unánime, pero para tener éxito, debe haber una masa crítica de personas que se adhieren a ella.

¿Se va a retomar el proceso electoral sobre la base de los resultados de la primera ronda o vamos a empezar de nuevo?

Ahí radica el debate. ¿Es para reanudar o continuar el proceso electoral iniciado en 2015? El tiempo de transición dependerá de las decisiones que tomemos. Casi no veo un cuestionamiento de todo lo que se hizo. Para mí, para mantener la calma la decisión debe guiarse por las recomendaciones de la comisión evaluadora independiente [que denunció múltiples irregularidades].

Creo que las próximas autoridades, que intervendrán después del 7 de febrero, no podrán hacer caso omiso de las recomendaciones de la comisión. Es un indicador de gran alcance, que nos puede permitir ver con claridad, y nos puede hacer caminar lo más rápido posible hacia la conclusión del proceso iniciado en 2015.

La comunidad internacional ha sido muy criticada por su interferencia, pero ha financiado una gran parte del proceso. ¿Está usted en contacto con sus representantes?

Cuando todos los representantes diplomáticos defendían la fecha del 24 de enero, jamás perdí una ocasión para decirles que una elección con un solo participante, criticado por todos, podría llevar al país a la estabilidad política. Haití necesita estabilidad política.

Mire los hoteles, que hicieron grandes inversiones y están casi vacíos.

Mire la pobreza, el deterioro de la situación económica, la caída de la moneda nacional, el aumento de la inflación, hasta un 12%.

Ningún cambio en las condiciones de vida de la población puede lograrse sin la inversión, y los inversores necesitan estabilidad política. Invertir US$100 millones en elecciones que no conducen a la estabilidad política es un desperdicio. Lástima que los representantes de la comunidad internacional lo hayan entendido demasiado tarde; podríamos haber evitado muchos actos de violencia.

Propuesta del G8 sobre la crisis política de Haití

Considerando que el golpe de Estado fallido del Partido Haitiano Tet Kale (PHTK) por las urnas dio lugar a una importante crisis política que amenaza con sumir al país en la anarquía sangrienta y el caos generalizado;

Considerando que el incumplimiento, por el perverso Consejo Electoral Provisional (CEP) de la banda de Pierre-Louis Opont, de la Constitución y el decreto electoral fue totalmente desacreditado y denunciados sus miembros en los tribunales por su presunta participación en actos de corrupción;

Considerando que el CEP completamente desacreditado no ha podido, dentro de los plazos constitucionales, llevar adelante el proceso electoral;

Considerando que la crisis institucional así creada por culpa del ejecutivo Tet-Kale que no organizó ninguna elección en el transcurso de su periodo de cinco años y de su CEP;

Considerando que la actual situación de excepción requiere de los actores políticos un compromiso histórico con el fin de encontrar una alternativa viable al cleptocrático poder del Tet Kale;

Considerando que el nuevo Parlamento, instaurado en violación de la Constitución y la ley, es parte del problema y, como tal, no puede proporcionarle ninguna solución al país;

Considerando que la situación actual en cuanto a la imposibilidad de sustituir a un jefe de Estado, cuyo mandato expira antes de la elección de otro presidente electo, se diferencia de la situación de la vacante presidencial y no está prevista por la Ley fundamental;

Considerando la gravedad de la crisis resultante de la organización de las elecciones de 2015;

Considerando los esfuerzos realizados por el G-8 y otros actores políticos para frustrar el atraco electoral tentativo;

Considerando la necesidad de regularizar la situación del parlamento haitiano defectuoso e incompleto con algunos mal elegidos ocupando puestos;

Considerando que el G-8 tiene la responsabilidad de trabajar con la oposición y sectores vitales plurales del país para edificar el consenso político necesario para poner fin a la crisis;

El G-8 propone a los otros actores de la sociedad este plan para salir de la crisis.

  1. Se establece el 7 de febrero de 2016 un gobierno provisional que se formará de la siguiente:
  1. a) El Presidente de la Corte Suprema de la República o, en su ausencia, el vicepresidente de esa Corte o en su defecto el juez más antiguo, será investido con el cargo de Presidente de la República para el período de transición
  1. b) Se nombrará un primer ministro de consenso por el Presidente Provisional entre las figuras políticas del país conocidas por su compromiso político, su competencia y su seriedad;
  1. c) Los miembros del Consejo de Ministros, que no excederán de quince ministros, serán elegidos por el Presidente de la República, de acuerdo con el primer ministro, entre las figuras políticas conocidas del país.

 

  1. El Gobierno Provisional tiene las atribuciones para:

 

A- Establecer una comisión de investigación independiente integrada por cinco miembros designados por los sectores creíbles: Asociación de Medios de Comunicación, bajo la supervisión de la Asociación Nacional de Medios de Haití (ANMH); el sector de los derechos humanos, bajo el auspicio de la Plataforma Haitiana por la Defensa de los Derechos Humanos (POHDH); las organizaciones de mujeres, bajo la dirección de Solidarité Fanm Ayisyen (SOFA); la Universidad 4, supervisada por el Rector de la Universidad Estatal de Haití (UEH) y el grupo de observadores nacionales de las elecciones, bajo el control de la Comisión de Justicia y Paz (JILAP).

 Esta comisión tiene un mandato que no excederá los treinta (30) días calendario.

 Esta comisión tendrá las tareas siguientes:

  1. a) Profundizar en la evaluación de la Comisión de Evaluación Electoral Independiente (CEEI) y depurar el proceso de votación mediante el análisis de las listas electorales parciales (LEP), las hojas de conteo, los procesos verbales y las quejas presentadas para determinar el alcance de las irregularidades y el fraude
  1. b) identificar y recomendar la exclusión del proceso de los beneficiarios comprobados de los casos de fraude
  1. c) volver a evaluar las decisiones del BCED y el BCEN
  1. d) Recomendar al gobierno provisional de consenso todas las medidas que se consideren útiles y factibles para recuperar la confianza

B- Establecer una comisión de compensación a las víctimas de las jornadas de protesta contra el régimen del Tet Kale y asegurar el uso adecuado de los fondos que se le asignen

C Poner a funcionar las autoridades territoriales y el Gobierno Central

D- Implementar los compromisos internacionales a Haití

E- Combatir la corrupción en todas sus formas

F- Completar el proceso electoral de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión de Investigación de las elecciones

G- Tomar medidas para calmar a las masas populares y campesinos, maestros y profesores, policías y personas de bajos ingresos en general

H- Aplicar las recomendaciones de la Comisión de Investigación Electoral Independiente

I- Auditar la gestión del mandato de Tet Kale

J- Liberar a los presos políticos.

  1. Trasladar la segunda vuelta de las elecciones en espera del informe de la Comisión prevista en el punto 2.
  1. El gobierno provisional será asistido en sus trabajos en calidad de asesores por las asambleas parlamentarias actuales cuyo mandato será suspendido sin pérdida de salario y otros privilegios vinculados a sus puestos de trabajo hasta el informe de la Comisión prevista en el punto 2.

El informe de la comisión permitirá confirmar a los elegidos de manera regular y expulsar a aquellos que han sido mal elegidos a los efectos de subsanar la situación y restablecer a los parlamentarios en la plenitud de sus funciones.

  1. Reconstituir el CEP como parte de un proceso transparente y creíble y completar el proceso electoral de acuerdo con las recomendaciones de la Comisión en virtud del punto 2 del presente Acuerdo.
  1. Perseguir, de acuerdo con la ley, a los corruptos.
  1. Garantizar la protección de los miembros del Ejecutivo Tet-Kale contra todo procedimiento vejatorio y abusivo.

NB: Esta propuesta está abierta a las críticas, sugerencias, cambios, modificaciones y transformaciones de otros actores involucrados en la crisis.

Puerto Príncipe, 24 de enero 2016

Samuel Madistin

G-8