SANTO DOMINGO, República Dominicana.-El dirigente perredeísta Guido Gómez Mazara afirmó que la convención celebrada el sábado por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) fue una cantinflada, pues más que dirigentes de la organización, se reunieron empleados gubernamentales.

A juicio de Gómez Mazara, el ingeniero Miguel Vargas Maldonado pretende darle categoría de “elección” de las autoridades institucionales a una reunión de empleados gubernamentales que desobedecen los mandatos de la sentencia 012-2019 del Tribunal Superior Electoral (TSE).

Asimismo, dijo que la reunión fue contraria al ordenamiento electoral pautados por las leyes 33-18 y 15-19 que obligan a las organizaciones a respetar normas democráticas.

Al hablar en nombre de la corriente Por el Rescate del PRD, junto a  Tonty Rutinel, Ruddy González, Papito Martínez, César Guzmán y Andrés Henríquez, Gómez Mazara sostuvo que el hecho de que Miguel Vargas Maldonado intente construir una legitimidad institucional haciendo de los estatutos del PRD un traje a la medida es revelador de sus incapacidades para competir democráticamente.

El grupo indicó que el proceder de Vargas Maldonado es una negación a la norma partidaria que, desde el año 1981, estableció el mecanismo de validación de sus autoridades por vía de la participación de todos sus miembros registrados en el padrón electoral. 

Señaló que una autoridad cesante no puede producir un orden legal y menos habilitar procedimientos de elección claramente establecidos en las leyes 33-18 y 15-19 que consignan sin lugar a interpretaciones que las autoridades se validan mediante procedimientos con la “más amplia participación democrática de sus bases” y todo el andamiaje de organización y fiscalización del proceso debe dirigirlo la Junta Central Electoral.

Acusó a la JCE de tener una conducta cómplice con el poder político, posponiendo y retardando el cumplimiento de sus obligaciones abriendo las compuertas para que desde el PRD se estructure una falsa legalidad impulsada por manos gubernamentales decididas a mantener la organización como parte de su esquema de un partido bisagra.

Los dirigentes del PRD dijeron que más que una convención ordinaria lo del pasado sábado 25 constituye una cantinflada de un Vargas Maldonado políticamente acorralado y deseoso de llegar al próximo 7 de junio con la administración de las siglas para “tranzar” el partido como resultado de un calendario electoral con plazos fatales, y al no poder competir como lo mandan los estatutos establecidos mediante sentencia del TSE, comete una locura que será impugnada por las vías legales en el transcurso de la semana.

Reiteraron su compromiso de luchar en la preservación del PRD sin insultar a los jueces electorales ni orquestar campañas de chantajes en los medios y convencidos de que la vulgar intervención de funcionarios se activará para auxiliar a Vargas Maldonado bajo el perverso criterio de que la politica se impone sobre el derecho.