SANTIAGO, República Dominicana.- Miembros y activistas de organizaciones de izquierda, se concentraron en el monumento que honra los héroes de la revolución de 1965, para conmemorar el cuadragésimo segundo aniversario de la muerte del coronel, Francisco Alberto Caamaño Deñó, quien fuera asesinado, tras su captura, en las montanas de San José de Ocoa, el 16 de febrero de 1973.
El coronel Caamaño de Deñó, había desembarcado, con el nombre militar de comandante Román, en playa caracoles, en la costa sur del país, para adentrarse en las montañas donde encabezaría una guerrilla junto a siete hombres, que como él procuraban, el derrocamiento del gobierno, representado por Joaquín Balaguer, quien desde 1966, había sembrado un mandato de terror con el accionar de lo que se conoció como La Banda.
Victor Bretón, David Polanco, Blas Vargas , Reynaldo Brito y otros militantes de grupos de izquierda y movimientos alternativos, encabezaron la concentración para llamar la atención de los sectores del país, para que procuren fortalecer y mantener los ideales del líder del movimiento cívico de abril de 1965, ideado por el coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez y liderado por Caamaño.
En sus pronunciamientos, los activistas sociales afirmaron que se requiere de un empoderamiento de los ideales que motivaron la lucha de Caamaño, porque hoy estamos sumidos en las mismas necesidades, con el agravante de que también hay un aumento de la corrupción y el narcotráfico y otros males.
“Venimos a este lugar a inclinarnos de manera reverente, como testimonio de que Caamaño, lo dio todo por su pueblo”, dijo Blas Vargas.
El dirigente del Frente Amplio, agregó que estos grupos que entre los dominicanos y dominicanas, debe haber el objetivo común de luchar por una patria libre, prospera y sobre todo soberana, en la cual cada hombre y mujer del pueblo tenga los mismos derechos a la salud, educación, techo, alimentación y seguridad ciudadana.
Los manifestantes afirmaron que con los actuales parámetros que siguen los gobiernos, se ha hecho imposible que la población no vea estas necesidades básica, como privilegio.