SANTO DOMINGO, República Dominicano.-El Foro por un Estado Laico Eugenio María de Hostos reclamó que la Iglesia Católica asuma su responsabilidad histórica en el golpe de Estado contra el gobierno de Juan Bosch y el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), tragedia de la cual se cumplen 52 años este viernes 25 de septiembre.
Asimismo, exigió a la Iglesia Católica que rectifique sus errores del pasado poniendo fin al Concordato y renunciando a la imposición de su moral en las escuelas del Estado y al disfrute de todos los privilegios que el Foro califica de inconstitucionales.
Fustiga que la Iglesia use su poder para "chantajear" a los políticos con el voto del pueblo, y lograr así instrumentalizar los poderes del Estado, revisar la Constitución, y legislar para violar los derechos humanos de la mujer; de las personas LGBTI; y de los niños, niñas y adolescentes que asisten a las escuelas del Estado.
“La consecuencia inmediata de la interrupción del orden democrático por el golpe de estado del 25 de septiembre de 1963 fue la rebelión del pueblo para reponer el gobierno Constitucional y su Constitución”, precisa el Foro.
Sostiene que el comunismo fue la excusa utilizada por la Jerarquía y los sacerdotes de la Iglesia Católica para evitar que Juan Bosch ganase las elecciones del 20 de diciembre de 1962.
A continuación la declaración completa:
Declaración del Foro por un Estado Laico Eugenio María de Hostos
Por la rectificación del golpe de Estado de 1963
Después de 52 años del golpe de Estado de 1963, la sociedad dominicana no ha podido detener el impacto que cambió el rumbo de la recién nacida democracia después de más de 30 años de la dictadura de Rafael L. Trujillo Molina.
El golpe de Estado impuso la voluntad de un grupo contra la voluntad del pueblo expresada en las urnas con el 59.53 por ciento de los votos a favor de Juan Bosch y su compañero de boleta, Dr. Segundo Armando González Tamayo, el 20 de diciembre de 1962.
La consecuencia inmediata de la interrupción del orden democrático por el golpe de estado del 25 de septiembre de 1963 fue la rebelión del pueblo para reponer el gobierno Constitucional y su Constitución.
Esta no fue comunista a pesar del rechazo de la Iglesia. El comunismo fue la excusa utilizada por la Jerarquía y sacerdotes de la Iglesia Católica para evitar que Juan Bosch ganase las elecciones.
Pero el Jesuita Láutico García, después del debate con Bosch dos días antes de las elecciones, tuvo que declarar que Bosch no era marxista-leninista.
La Constitución tampoco lo fue. Entonces, ¿por qué el golpe? La evidencia de que fue el laicismo de la Constitución de 1963 lo que provocó el golpe de Estado se deriva del contenido de la misma constitución y del análisis de la CIA sobre los primeros 100 días del gobierno de Bosch.
Sostiene que el comunismo fue la excusa utilizada por la Jerarquía y los sacerdotes de la Iglesia Católica para evitar que Juan Bosch ganase las elecciones del 20 de diciembre de 1962
La Constitución de 1963 fue eminentemente democrática. Buscó crear las condiciones de libertad y de igualdad de oportunidades para las masas campesinas y la mujer, y así facilitar el ejercicio efectivo de sus derechos. Fue una constitución laicista. No solo rechazó la injerencia de cosmovisiones particulares en los asuntos del Estado, pero garantizó la ausencia de dominación y el ejercicio de la justicia social.
En otras palabras, el golpe de Estado fue provocado por la laicidad de Juan Bosch y la constitución de 1963. Similar a la laicidad proclamada en la Constitución Dominicana de 2010, al definir la organización de la sociedad como un Estado social y democrático de Derecho. Aunque de facto, la vigencia del Concordato y la sumisión de las Altas Cortes y el Congreso al chantaje de la Iglesia, le imponen al estado la confesionalidad católica que ordena el Concordato.
De aquí el trastoque que provoca la vigencia del concordato en el ejercicio de la democracia. Su contradicción con la Constitución impone el ocultamiento de su vigencia. Por esa razón, el Estado y la Iglesia no transparentan el financiamiento que recibe la Iglesia ni la fuente de legitimación de la religión en la Ley Orgánica de Educación 66-97.
La ausencia de transparencia corrompe a los políticos que asumen las mismas prácticas para robar del erario público con impunidad. Además, la Iglesia usa su poder para chantajear a los políticos con el voto del pueblo, y lograr así instrumentalizar los poderes del Estado, revisar la Constitución, y legislar para violar los derechos humanos de la mujer; de las personas LGBTI; y de los niños, niñas y adolescentes que asisten a las escuelas del Estado.
En agosto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió disculpas a la República Dominicana por legitimar la intervención de los Estados Unidos en 1965. “Es importante asumir responsabilidades históricas” declaró el secretario. “No para reparar el pasado, sino para las generaciones venideras”. De igual manera es importante que la Iglesia Católica Romana asuma su responsabilidad histórica. Pero debe además, rectificar el pasado derogando el Concordato y renunciando a la imposición de su moral en las escuelas del estado y al disfrute de todos los privilegios inconstitucionales.
Septiembre 23 de 2015
Santo Domingo, República Dominicana