Bajo la consigna de que “en la unión está la fuerza”, una familia ecuatoriana residente en este condado en la Florida, hizo un vehemente llamado a “todos los latinoamericanos a solidarizarse con la nación”, tras la tragedia y el dolor causado por el fuerte sismo que sacudió a Ecuador y el cual destruyó miles de viviendas y dejó más de 250 muertos.

Carla Veras y Javier Nava, matrimonio ecuatoriano que residen en el Condado de Broward, pidieron a la comunidad hispana en Miami “primero que nada, sus oraciones. Todos los que estamos afectados necesitamos eso de nuestros hermanos latinoamericanos, oraciones.”

“Sentimos mucho el dolor de todo nuestro pueblo. Vamos a empezar la recolección de alimentos no perecederos, ropa, agua, alimentos enlatados, para enviarlos a través del Consulado General de Ecuador en Miami, en los dos primeros contenedores que estarán allí para fines de acopio de las mercancías y donaciones”, afirmó Carla Veras, guayaquilense que reside en Florida.

“Estaremos poniendo en contacto con iglesias, compañías que quieran hacer donaciones para la asistencia humanitaria a Ecuador. En nuestra propia vivienda, también estaremos haciendo acopio para éstos fines. Todo debe ser finalmente enviado a Provex, ubicado en 7061 NW 87 avenida en Miami, Florida, marcado con el zip code 33178, donde de lunes a viernes de 9 de la mañana a 5:00 de la tarde se estará recolectando.”

“En caso de que necesiten alguna ayuda para las donaciones, podemos hacer un centro en nuestra casa y nos pueden llamar al (305) 772-3303 para nosotros poder llevar lo que colectemos al Consulado.”

Horas de angustias

Tras el terremoto que sacudió Ecuador, esta familia narra que “vivió horas de angustias al no poderse comunicar con familiares y amigos.”

“Las primeras 4 horas fueron funestas para nuestra familia. Tras varios intentos, fue en la madrugada que pudimos conocer de primera mano como estaban nuestras familias en Guayaquil y otros puntos. Nos tomó bastante tiempo para saber de ellos”, dice Carla.

“Nadie nunca pudo haberse imaginado una tragedia de esta magnitud en Ecuador y que dejaría a su paso tanta desolación y destrucción en Guayaquil”, sostuvo Nava, también guayaquileño.

“Nos enteramos a través de las noticias del sismo y cuando las personas fuera de Ecuador y uno que otro allá, empezaron a postear sobre el terremoto y lo que estaba pasando. Para saber de una gran amiga que estaba cerca del lugar donde se registró el epicentro del sismo, me tomó cuatro horas, pero ya lentamente las comunicaciones han vuelto a la normalidad. Es en Manabí donde aún no hay comunicación y donde el desastre ha sido más grande.”

Tanto Javier Nava como Carla Veras, entienden que “hay cierta lentitud con el rescate de las víctimas. Por lo poco que sabemos, son los propios vecinos que están ayudando a sus comunidades. La ayuda y asistencia de parte del gobierno es lenta y me da la impresión que nosotros no estábamos tan preparados para un desastre de esta magnitud.”

Para Javier Nava, lo que acaba de ocurrir en su natal Ecuador “es un llamado de Dios, sino de quien usted quiera creer, a que somos humanos y vulnerables, que no tenemos a Dios agarrado por las barbas, no somos intocables y podamos escapar a la muerte. Es también para que los ecuatorianos se unan y dejemos la violencia.”

“Es un llamado a la conciencia para todos. Para que los ecuatorianos que estamos lejos nos unamos más y para que aquellos que están allá velemos más los unos por los otros y dejemos atrás la violencia”, según precisó.

“Nadie nunca pudo haberse imaginado una tragedia de esta magnitud en Ecuador y que dejaría a su paso tanta desolación y destrucción en Guayaquil”, sostuvo Nava, también guayaquileño.

Dijo esperar que “no solo la comunidad internacional responda al llamado de solidaridad, sino también los propios ecuatorianos, donde quiera que se encuentren, sirvan de canal para brindar ayuda a su patria que tanto los necesita en éstos momentos de angustia y destrucción.”