"Es que yo soy el delegado del Partido Liberación Dominicana…"
-¡¿Y a mí qué me importa?! ¿A usted no le da vergüenza pasar por encima, atropellando a toda esa pobre gente que está ahí afuera y que no se atreve a hablar?
-Mire, Señora, eso no va a cambiar nunca…
– ¡¡Yo sé que no va a cambiar nunca!! ¡¡Yo sé que eso no va a cambiar nunca, mientras esté en manos de basuras y parásitos como Usted!!- Di la vuelta y salí. Me detuve en mi asiento y desde allí pronuncié un brevísimo discurso, como de minuto y medio, explicándole a la gente por qué la pantalla de los números no se movía y por qué la gente no debe tolerar callada esos abusos. Cuando acabé ya la pantalla se estaba moviendo.
Leer: La cédula (Diario de La Ciguapa/Sara Pérez)