El juicio contra el ex dictador de Haití Jean-Claude Duvalier, quien estuvo en el poder entre 1971 y 1986, no está entre las prioridades del presidente electo de Haití, Michel Martelly. El cantante, que heredó un país devastado por el terremoto de enero de 2010 y en las garras de una epidemia de cólera, quiere ­“en primer lugar” hacerle frente a la reubicación de las 700,000 víctimas que aún viven en campamentos improvisados, mientras se aproxima la temporada enfoque ciclónica.

"Para lograr la paz y la prosperidad sostenible los haitianos deben establecer el imperio de la ley", subrayó a finales de marzo el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon. "Es vital que las autoridades haitianas tomen todas las medidas legales para resolver este problema", comentó, ante el retorno a Haití de Jean-Claude Duvalier "Baby Doc", el 16 de enero.

"Someter a Duvalier a la justicia, como parte de un juicio justo, permitiría restablecer la confianza en la justicia haitiana y el estado de derecho" sostiene Human Rights Watch (HRW), la organización no gubernamental para los derechos humanos.

"El Estado haitiano está obligado, en virtud del derecho internacional, a investigar y, en caso necesario, de incoar acción penal por graves violaciones de los derechos humanos cometidas bajo el régimen de Duvalier", añadió la ONG en un informe publicado el jueves 14 de abril, "Haití: una cita con la historia."

El ex "presidente vitalicio", sometido a arresto domiciliario actualmente, está siendo procesado por corrupción y malversación de fondos. Dieciséis de las víctimas de la dictadura han presentado denuncia por crímenes de lesa humanidad.

Los abogados de "Baby Doc", y el abogado en Port-au-Prince, Gervais Charles, un colaborador cercano del presidente electo Michel Martelly, argumentan que no es posible proceder a un juicio contra de su cliente porque el plazo de prescripción es diez años.

Según HRW este es un argumento inadmisible, y hace hincapié en que no existe un estatuto de limitaciones para crímenes de lesa humanidad, ni para los "crímenes continuos" como las "desapariciones forzosas". La ONG no oculta que las dificultades son "enormes" y para superar la gran debilidad del sistema judicial haitiano reclama el apoyo técnico y financiero de la comunidad internacional. El principal obstáculo podría ser la "falta de voluntad política de una nueva administración, potencialmente menos involucrados en el proceso contra Duvalier”.

Un eufemismo, puesto que el presidente electo no oculta sus contactos con el campo de Duvalier. Martelly no ha descartado aceptar al ex dictador como consultor, en caso de que resultara absuelto por los tribunales. "Es a la Justicia a la que corresponde trabajar con las acusaciones contra el ex presidente Jean-Claude Duvalier," ha reiterado Martelly.

"Incluso, más que el resultado, lo importante es el proceso: debemos comprometernos con la lucha contra la impunidad", dijo a Le Monde Michele Montas, una de las primeras víctimas que presentó su acusación. "Sin este clima de impunidad, Jean (Jean Dominique, periodista asesinado en 2000, su esposo) no habría muerto", añadió. "He visto el retorno del miedo", dijo la señora Montas.

Los miembros de su familia trataron de disuadirla de que presentara su denuncia. Sin embargo, la acusadora comentó: “Nuestra generación no ha hecho el trabajo de perpetuar la memoria, y cuando se le habla a los jóvenes de Duvalier, es como si estuviéramos hablando de otro planeta".

*Artículo publicado en la edición de Le Monde