Vladimir Putin suele ser acusado de poner trabas a las ruedas de la diplomacia internacional.

Pero si la iniciativa de Rusia sobre Siria tiene éxito, se trataría de un gran "jaque mate" para el líder del Kremlin.

Evitar un ataque militar estadounidense contra un aliado clave y al mismo tiempo eliminar la amenaza de las armas químicas del gobierno sirio: un avance de este tipo sería considerado sin duda un éxito rotundo para Moscú.

Y de acuerdo a varios periódicos rusos, la iniciativa también ofrecería al presidente Barack Obama un salvoconducto, haciendo innecesaria una acción militar con la que la mayoría de los estadounidenses no está de acuerdo.

En la diplomacia de la crisis siria, Rusia parece haber estado un paso adelante de Estados Unidos.

Mientras Obama ha sido acusado de giros de 180 grados e indecisión, Putin se ha mostrado tan sólido e incólume como las paredes del Kremlin, oponiéndose consistentemente a un ataque estadounidense.

Y la misma Rusia cree que su mensaje ha sido efectivo y que su postura firme ha debilitado el apoyo internacional al plan de Washington.

La semana pasada, tanto Naciones Unidas como la Unión Europea y el Vaticano respaldaron la búsqueda de una solución política en Siria. Y este jueves el presidente sirio, Bashar al Asad, anunció que pondrá las armas químicas de su país bajo control internacional.

En una entrevista exclusiva con un canal ruso, el mandatario sirio dijo que "las amenazas de Estados Unidos no han influido en la decisión de poner las armas químicas bajo control".

Asad señaló también que remitirá a la ONU la documentación necesaria para preparar un acuerdo sobre armas químicas.

Aún si la iniciativa rusa acaba deshilachándose en medio de la parálisis del Consejo de Seguridad de la ONU, Moscú podrá argumentar que al menos intentó hallar una solución pacífica.

 

El demonio está en los detalles

¿Pero cuán probable es realmente que el plan ruso tenga éxito?

Armas químicas

5-6 de septiembre: Vladimir Putin y Barack Obama discuten en un encuentro lateral de la cumbre del G20 colocar las armas químicas de Siria bajo supervisión internacional.

9 de septiembre: El canciller ruso Serguéi Lavrov anuncia que Moscú instó a Siria a entregar sus armas químicas. Siria acepta la propuesta.

10 de septiembre: Barack Obama posterga el voto en el Congreso sobre una acción militar en Siria y dice que dará una oportunidad a la iniciativa rusa.

No será facil que sea efectivo. Los rusos han presentado su propuesta y persuadido al gobierno de Asad, pero no se trata por ahora de una iniciativa concreta.

Aún se espera que Rusia explique cómo piensa implementar un proceso de entrega de armas químicas en medio de una guerra civil. ¿Cómo se verificarán los inventarios de armas? ¿Dónde se almacenarán? ¿Cuál será el calendario a cumplir?

En sus conversaciones en Ginebra el jueves, el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, esperará que su contraparte rusa Serguéi Lavrov dé a conocer detalles del plan de Moscú.

Una de las manzanas de la discordia sigue siendo la posible amenaza de ataque.

Putin asegura que su iniciativa sólo puede funcionar si Estados Unidos y sus aliados descartan de plano cualquier acción militar contra Damasco. Pero Obama dejó en claro que, en su opinión, fue precisamente la amenaza de un ataque lo que posibilitó una solución diplomática.

Es difícil imaginar que en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU tanto Estados Unidos como Francia y el Reino Unido voten a favor de una resolución que no contemple graves consecuencias para Asad si no cumple.

Aún si se logra una solución diplomática sobre el uso de armas químicas, esto no pondrá fin a la guerra.

De acuerdo a la edición de esta mañana del periódico ruso Vedomosti, la propuesta de Moscú "sólo atañe a las armas químicas, no a todo el conflicto sirio, que continuará".

Gráfico sobre instalaciones de armas químicas en Siria

 

Gráfico sobre armas químicas supuestamente usadas el 21 de agosto