WASHINGTON, Estados Unidos.- El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales  (CSIS), con sede en la capital norteamericana, conocerá este martes en detallado informe sobre la situación política e institucional de la República Dominicana, elaborado por un equipo de expertos que visitó el país recientemente, y que encabeza el asesor Carl Meacham.

El estudio sostiene en sus conclusiones que la República Dominicana parece encaminarse a una sociedad de un partido único, que controla los aparatos del Estado y que ha impuesto un sistema de corrupción en donde todo es posible, sin que haya alternativas a la vista.

Luego de múltiples entrevistas con actores políticos y gubernamentales, el equipo que visitó el país del CSIS, entregará este martes sus conclusiones a la junta de directores de la entidad, que encabeza el ex senador Sam Nunn, y que integran, entre otros, políticos influyentes como Zbigniew Brzezinski, William S. Cohen, Maurice  Breenberg, Henry Kissinger, James Schiesinger, entre otros.

Carl Meacham es el director del programa del CSIS para América Latina. El documento plantea, entre otros elementos, que la historia de corrupción y un pobre imperio de la ley en la República Dominicana es larga, pero por muy estudiada que sea la experiencia del país con la corrupción, no se puede negar que el problema ha aumentado ‒y rápidamente‒ en años recientes.

“Mientras que la corrupción pudiera, por sí sola no parecer excepcional, en el momento en que las prácticas corruptas comienzan a erosionar los fundamentos democráticos del país, todo eso cambia. El dominio del PLD en todo y más allá del gobierno dominicano está, cuando menos, acercándose a esa línea: todo en el contexto de fundamentos económicos que son menos firmes, en gran medida como resultado del clientelismo que ha crecido con el poder del PLD”, dice el texto al que parcialmente Acento ha tenido acceso.

“Quizás estos problemas parecerían menos apremiantes si no fuera por la increíble promesa de la República Dominicana. La mayor economía en América Central y el Caribe, y durante mucho tiempo el beneficiario de su propio sistema democrático estable, podría estar en posición de asumir un papel de liderazgo en la región, expandiendo su perfil internacional más allá de La Española y el Gran Caribe. Pero mientras persista el statu quo ‒y desde luego, si la situación empeora‒, la República Dominicana continuará retrasándose”, dice el documento

Perspectiva, aspectos relevantes

El documento expresa que la trayectoria de la política dominicana en lo adelante estará determinada por un número de factores, que probablemente incluirá el futuro del dominio del PLD, la economía, las relaciones con Haití, inmigración, y la desigualdad sistémica. El déficit fiscal que se avecina y el fracaso del Gobierno dominicano en enfrentar la desigualdad en la nación país son dos debilidades graves de la economía del país

Explica que la República Dominicana enfrenta su propio desafío de una inmigración considerable, dado su frontera compartida con Haití y el sustancial movimiento ilegal de haitianos hacia el Este en busca de mejores estándares de vida y mejores oportunidades económicas. La cuestión del status de los hijos nacidos en suelo dominicano de inmigrantes haitianos ilegales sigue siendo altamente controvertida. En septiembre de este año, el Tribunal Constitucional del país revocó los derechos de ciudadanía de cualquier niño nacido en el país desde 1929, dejando a muchos que se identifican como ciudadanos dominicanos sin nación ni nacionalidad. El problema es, sin lugar a dudas, algo que tiene que ser resuelto en el corto plazo.

Dice que la ausencia de una política migratoria abarcadora, hasta la fecha, ha impedido que el gobierno de la República dominicana pueda aliviar el problema de la inmigración ilegal en una forma sistemática y eficaz, y la ola reciente de controversia solo ha empeorado la situación. La importancia económica de los inmigrantes haitianos que integran casi una décima parte de la población dominicana, no puede ser exagerada, puesto que constituyen hasta tres cuartas partes de los trabajadores en el sector de la agricultura en algunas partes del país y son fundamentales para la mayor parte de los servicios de construcción dominicanos.